El ocaso demográfico continúa en España. La población inscrita en el padrón ha vuelto a disminuir de un año para otro, como viene ocurriendo desde 2012. El boom poblacional de los años del ladrillo, que nos trajo cuatro millones de extranjeros entre 2000 y 2011, ha quedado atrás. Los extranjeros ya no vienen o directamente se marchan a probar fortuna en otros países. Los nacidos aquí también emigran, aunque la estadística detecta un aumento en el número de españoles. Entre el 1 de enero de 2015 y el 1 de enero de 2016 hay 28.933 españoles más. Mayoritariamente son inmigrantes que se han nacionalizado, según Ana Jurado, jefa de la Unidad de Padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE). El INE ha publicado el avance de la Estadística del Padrón Continuo, unos datos que nos dicen que, en el último año, la población ha caído en 99.439 personas, situándose en 46,52 millones de habitantes.
De ellos, 41,9 tienen nacionalidad española y 4,6 son extranjeros, lo que representa el 9,9% del total de los inscritos. Las cifras dan cuenta del mencionado incremento de españoles y de una caída en el número de extranjeros en 128.372 personas. De ellas, las pertenecientes a la UE disminuyen en 111.526 y las no comunitarias se reducen en 16.846. El INE recuerda que, desde que en 1998 se comenzaron a publicar las cifras oficiales del padrón, la población empadronada en España había aumentado todos los años. Desde 2000 la subida "fue debida, fundamentalmente, a la inscripción de extranjeros, cuya cifra pasó de 923.879 ese año a 5.751.487 a 1 de enero de 2011".
Decrece desde 2012
En 2012 las cosas empezaron a cambiar y la población cayó, por primera vez en décadas. Esta tendencia "ha continuado durante 2015", con un descenso de 99.439 personas, según los datos provisionales del INE. Durante 2011 y 2012 las inscripciones netas de extranjeros ya fueron negativas y, en 2013, se produjo el mayor descenso. En 2015, el saldo ha sido de menor intensidad que el producido en 2014. "Es la continuidad de la tendencia que se veía observando desde hace unos años, aunque no tan acusada como en años anteriores", señala Ana Jurado, que explica que los 128.372 extranjeros que perdimos en 2015 son bastantes menos si se comparan con los 300.000 de 2014 o los 520.000 de 2013. Eso sí, Jurado recuerda que el padrón es "un recuento de un stock y no un indicador de flujos" en el que influyen procedimientos externos como la depuración que se hizo en 2013 para no contabilizar las inscripciones antiguas de los extranjeros comunitarios que no hubieran confirmado su residencia permanente.
Descenso de la natalidad
Además de la salida de los extranjeros, esta nueva caída de población está provocada por el descenso de la natalidad. No es sólo que los españoles hayan decidido tener menos hijos que antes, sino que cada vez los niños se tienen más tarde y cada vez hay menos mujeres en edad fértil. Y esta situación no llega a verse compensada con un saldo migratorio positivo. Mientras tanto, la población envejece (la edad media es ya de 42,7 años) y aumenta la tasa de dependencia.
Por Comunidades Autónomas
Por comunidades, en 2015 la población ha disminuido en todas excepto en Madrid (27.082 personas más), Cataluña (8.148), Baleares (2.274), Melilla (392) y Ceuta (256) y las más pobladas son Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, frente a La Rioja, Cantabria y Navarra que son las que menos población tienen.
Las mayores caídas en términos relativos las han vivido en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias y Aragón.
Según el INE, el pasado año el número de extranjeros se redujo en todas las regiones menos el País Vasco (1.209 personas más), Ceuta (284) y Melilla (366).
Las que presentan un mayor porcentaje de estos ciudadanos son Baleares (17 %), Melilla (15,5 %), Murcia (13,7 %), Cataluña (13,6 %) y Valencia (13,5 %). Por el contrario, las que tienen menos son Extremadura (3,1%), Galicia (3,2%) y Asturias (3,9%).
El colectivo de extranjeros más numeroso es el de los marroquíes (753.425), seguido del de los rumanos (715.136), el de los británicos (253.928), el de los chinos (199.661), el de los italianos (181.848) y el de los ecuatorianos (158.070). Los mayores descensos de población se dan entre los ciudadanos de Ecuador, Reino Unido y Alemania, con unas caídas de en torno al 10%, y los mayores incrementos, en los de Ucrania, China y Rusia.