Los días 5 y 6 de abril se abren los cuartos de final de Liga de Campeones con la presencia de tres equipos españoles, dos alemanes, un inglés, un francés y un portugués. La suerte ha querido que dos de los conjuntos de la Liga BBVA se enfrenten entre ellos y nos priven de la posibilidad de unas hipotéticas semifinales con tres de los cuatro mejores equipos de Europa jugando en nuestro país. Dados los choques derivados del sorteo, la lógica invita a aventurar que hay cuatro claros favoritos para acceder a la siguiente ronda. Pero la competitividad exigida en este torneo no suele permitir que el camino hacia las puertas de la final sea un paseo plácido para quien lo consigue. Dados estos ingredientes, pasamos a analizar las circunstancias que rodean a los ocho conjuntos que aspiran a levantar la llamada ‘orejona’.
Bayern de Múnich vs. Benfica
Tras el agónico pase de los bávaros ante la Juventus, el equipo de Guardiola se va a encontrar con un rival de menor nivel en cuartos de final. El Benfica lidera la Liga Portuguesa y está destacando por su gran producción ofensiva. Jonas, ex del Valencia, es quien recibiría en estos momentos la Bota de Oro con 30 goles en 28 partidos jugados. Además, atacantes como Mitroglu o Pizzi completan un peligroso cuadro ofensivo comandado por Nico Gaitán. El argentino es el jugador de mayor jerarquía del equipo, que tiene a Renato Sanches como uno de los activos con más futuro. El mediocentro portugués de tan solo 18 años hace gala de su admirable físico para ocupar mucho terreno y robar balones, pero además sabe jugar muy bien cuando tiene el esférico controlado.
Pero el Benfica, más allá de que se llevara la victoria del Calderón en la liguilla de grupos, no ha demostrado grandes virtudes en lo que llevamos de competición europea. Su eliminación al Zenit llegó justo cuando los rusos les asediaban y todo indicaba que los de San Petersburgo serían los vencedores, aunque necesitaran de la prórroga. Dos jugadas aisladas con el Zenit volcado dieron la vuelta al partido y el Benfica tendrá el premio de medirse a uno de los conjuntos más temibles del continente.
Si los portugueses pasaron de aquella manera, los alemanes no se quedan atrás en este aspecto. Una preciosa eliminatoria contra la Juventus mostró alguna de las carencias de los vigentes campeones y líderes de la Bundesliga. Su abrumadora posesión del esférico resultó más bien estéril y fueron los turineses los que dispusieron de más ocasiones de gol en el global de los enfrentamientos. De hecho, la Juve pudo matar la eliminatoria cuando ganaba en el Allianz Arena por 0-2. Si Cuadrado llega a materializar la clarísima que tuvo al filo del descanso, seguramente el Bayern no estaría aquí.
Pero como las hipótesis no valen en fútbol, los de Guardiola tienen grandes posibilidades de estar en semifinales, toda vez que cuiden la espalda de su línea defensiva, siempre expuesta en demasía, y tengan más precaución para no perder el balón cuando la están sacando jugada desde atrás. Las subidas de Eliseu pueden convertirse en un arma de doble filo para los lusos, que recibirán profundidad pero descuidarán su retaguardia por su banda izquierda. Es incuestionable que la defensa del Benfica no es, ni por asomo, tan férrea y fiable como la de la Juventus, pero también es cierto que la producción ofensiva del Bayern tendrá que mejorar.
Con la ausencia de Robben, el único que puso en aprietos con sus desequilibrios a los de Allegri fue Douglas Costa, que se movió por todo el frente de ataque. El jovencísimo francés Coman también se postula como revulsivo y cada vez va a ir ganado más importancia. Los aficionados germanos esperan más de Lewandowski, Muller, Ribery, Gotze o Thiago para evitar que los de Rui Vitoria les den un susto.
Barcelona vs. Atlético de Madrid
El campeón, y rival a batir por todos, contra uno de los equipos más incómodos de Europa. La mejor orquesta de ataque contra el entramado defensivo más inexpugnable. La artesanía y la creatividad contra la coordinación y el derroche estajanovista. Los miembros que integran la parcela donde el Atlético se hace más fuerte llegarán justitos para afrontar el choque más crucial de la temporada. Parece que Godín y Savic serán la pareja de centrales titulares después de haber estado 21 días sin competir el uruguayo y haya causado baja en los últimos siete partidos el montenegrino. La lesión de Giménez en Gijón, baja segura, hace que la alternativa si algo se tuerce tenga que ser la juventud de Lucas Hernández o de Nacho Monsalve. Una de las claves descansará en el estado de forma que muestren los centrales rojiblancos, cuya coordinación con sus laterales y mediocentros se antoja decisiva para parar el juego entre líneas culé.
Los de Simeone le han puesto las cosas difíciles al Barcelona en todos sus enfrentamientos, pero en la mayoría han sido los catalanes los que se han llevado la victoria. No obstante, el precedente más equiparable al que empezará a acontecer el martes es la eliminación de los rojiblancos a los blaugranas hace dos temporadas, precisamente en cuartos de final. Se trata de dos equipos que se conocen a la perfección y todo aficionado sabe al cien por cien cómo se va a plantear el partido. El Atleti iniciará los duelos apretando con mucha intensidad arriba al Barça intentando sacar una tempranera ventaja para, pasados los diez primeros minutos, agazaparse y esperar algún error azulgrana para montar contras letales. Para ello jugará Fernando Torres, especialista en hacer daño al Barcelona y que todavía conserva gran parte de su velocidad característica. A su lado estará Griezmann, que será clave para dar salida a las contras aguantando el balón y soltándolo en el momento preciso. La velocidad del español unida a la del francés puede ser potenciada con la presencia del belga Carrasco, aunque su presencia en el once no está asegurada.
El plan de cada uno de los contendientes está claro. Todo dependerá de la concentración de los jugadores atléticos a la hora de no conceder ni el mínimo espacio para que los pasadores y pensadores barcelonistas filtren una asistencia que permita a los delanteros quedarse mano a mano con Oblak y de que los colchoneros sean efectivos y aprovechen las oportunidades que tengan ante Bravo. Y las tendrán. El Barcelona maravilla por su juego de ataque. Pero ahora depende más que nunca de los tres de arriba. Ya no se trata de ese equipo infalible en el pase que controla los partidos desde el primer al último minuto. Aunque sigue siendo el mejor en el control y el movimiento del esférico, parece que el equipo sufre cierta desconexión en determinados momentos de los partidos y esto puede ser aprovechado por sus rivales. Sin ir más lejos, vimos cómo lo hizo el Real Madrid el pasado sábado. Todo plan previsto siempre se puede ir al traste por las genialidades de Iniesta, Messi y Neymar o por la voracidad de Luis Suárez.
El Atleti tendrá sus oportunidades porque al Barça le llegan, y a veces con pasmosa facilidad. Si consigue convertir en gol las que tenga y defender a un nivel tan alto como nos tiene acostumbrados, tendrá opciones de repetir la sorpresa que dio hace dos años. Es destacable que los laterales del conjunto catalán no atraviesan su mejor momento a la hora de defender, sobre todo Alves, y la rapidez de los puntas rojiblancos supera con creces a la de Piqué y Mascherano. Pero el Atlético se equivocará si se limita a defenderse durante los 180 minutos. Con la calidad de los de Luis Enrique, muy difícil será que no vean puerta en toda la eliminatoria.
Además el Barcelona se siente cómodo cuando no le aprietan, porque tienen la sensación de controlarlo todo. Tendrá que haber momentos en los que los de Simeone no dejen recibir a Busquets para iniciar jugada e intenten robar cerca del área de Bravo, así como hacerles sufrir de vez en cuando corriendo detrás del balón. En esta misión, aparte del trabajo de los delanteros, es indispensable el despliegue físico de Koke y Gabi. Los centrocampistas madrileños no han sido dosificados en toda la temporada y su agotamiento puede lastrar las opciones de su equipo. El Barcelona deberá mover la pelota con velocidad, si puede ser al primer toque, en la zona de tres cuartos de la mitad de campo colchonero para intentar descolocar su entramado defensivo y así dar rienda suelta a su magnífica habilidad para meter pases entre líneas y dejar en ventaja a sus delanteros. Habrá de tener especial cuidado de no perder la posesión con el equipo volcado para evitar las galopadas rojiblancas. Un equilibrado balance entre paciencia y dinamismo serán las mejores armas de un club que quiere repetir como campeón de la Champions por primera vez en la historia.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que el Atlético está viendo puerta con mayor facilidad en los últimos seis partidos de lo que lo había hecho en la mayoría de la temporada. Bien es cierto que fue incapaz de perforar las redes del PSV en 210 minutos. Pero también ha quedado patente que los del ‘Cholo’ compiten de la misma manera contra todos los equipos, ya sea un segunda división o el mejor del mundo. Ellos no suelen jugar bien, pero su rival tampoco lo hace normalmente. Finalmente, el estado anímico del Barcelona ha sufrido un golpe tras el Clásico y siempre se ha tratado de un club muy pesimista que cuando va bien es imparable, pero al menor contratiempo carecen de capacidad de reacción. Este ingrediente también debe ser utilizado por el Atleti para crear dudas en los culés.
Wolfsburgo vs. Real Madrid
No le podía tocar mejor rival al Real Madrid. Con la Liga prácticamente perdida, a pesar de asaltar el Camp Nou, hace tiempo que la Champions se ve desde Chamartín como el objetivo más asequible. Con la moral por las nubes tras ganar al eterno rival, el Madrid no debería tener problemas para deshacerse de un equipo que marcha octavo en la Bundesliga. El Wolfsburgo está llevando a cabo una temporada muy poco sólida en el campeonato doméstico con las mismas victorias que derrotas. Además es un tipo de equipo que le viene bien al de Zidane: más tendente a irse hacia arriba que a sacrificarse por mantener su portería a cero. Este modelo es la víctima predilecta para los blancos, muy peligrosos con espacios y muy espesos cuando les hacen pensar. Pero la euforia de los madridistas puede resultar una trampa, ya que si no se emplean a fondo, los alemanes (como todos los que llegan vivos a estas alturas) pueden complicarles.
Liderados por el talentoso Juilan Draxler cuyo escudero es Schürrle, carecen de un delantero centro de garantías, ya que Bas Dost (20 tantos la temporada pasada) está lesionado y Niklas Berndtner está apartado del equipo por cuestiones de índole disciplinaria. La recuperación del punta holandés se preveía para principios de este mes, pero su presencia está en el aire y Max Kruse parece ser el hombre con más papeletas para completar el trío ofensivo. Por detrás está el mediocentro organizador Arnold y un doble pivote defensivo formado por Guilavogui y Luiz Gustavo. De poco le sirve al Wolfsburgo esta pareja, ya que su desequilibrio empieza desde arriba y su desorden es muy acusado en la zaga. Además los laterales Vierinha y Ricardo rodríguez destacan más por sus subidas que por tapar su banda, y uno de los centrales titulares (Naldo) está lesionado y será suplido por Knoche. El otro es el desastroso Dante, presumible juguete para la BBC.
A priori se trata de la eliminatoria más desequilibrada y el potencial merengue amenaza con destrozar las redes de Benaglio. El juego inconstante de los ‘lobos’ les hace un equipo imprevisible con buena capacidad ofensiva y mucho más peligrosos en casa, pero muy vulnerables en manos de equipos de gran talla mundial. Para muestra, los cinco goles que les endosó Lewandowski en menos de diez minutos. Sus mínimas opciones pasan por no perdonar las situaciones que tengan delante de Keylor, ya que el Madrid también destaca por la increíble facilidad con que los rivales se plantan en su área y por que los madridistas estén negados. Ya que el trabajo defensivo del Wolfsburgo no invita a pensar que eviten los disparos a la meta de Benaglio. El Madrid dependerá de si mismo, ya que tendrá y concederá ocasiones, pero en la batalla del fútbol directo siempre ha de salir ganando.
Paris Saint-Germaine vs. Manchester City:
Duelo de ‘petroeuros’. Dos de los clubes construidos a golpe de talonario con propietarios procedentes de emiratos árabes se verán las caras en una de las eliminatorias más atractivas. Los nombres de los jugadores implican un duelo de igualado y elevado nivel, pero visto el rendimiento de uno y otro, sobre todo en la actual temporada, el emparejamiento se antoja de todo menos equilibrado.
Aparte de estar descartados para conseguir el título de liga, el Manchester City lleva años encadenando decepción tras decepción en la máxima competición continental. Puesto por puesto, tiene una de las mejores plantillas que puedan existir, pero a la hora de poner en práctica un plan ganador en el campo se muestran incapaces de hacerlo con solvencia. Irregularidad es la palabra que define a los citizens, que perdieron los dos partidos ante la Juventus en la fase de grupos. Se trata del típico equipo que si le sale el día puede ganar a cualquiera, pero que no es fiable a la hora de apostar que ganará a nadie, por muy favorito que sea. Los ingleses se presentan con las bajas fijas de Sterling arriba y de Kompany abajo, sumadas a las más que posibles de Joe Hart en la portería y Yaya Touré en el medio. La vuelta de Kevin de Bruyne es una de las buenas noticias de un grupo descompensado que formará doble pivote con Fernando y Fernandinho. Junto al belga la dinamita en ataque la componen Silva, Navas y Agüero. Cuatro jugadores capaces de crear mucho peligro pero que lastran a la hora de contener al contrario.
Sin embargo, el PSG han conseguido la mezcla perfecta para consolidarse como un grupo compacto y convincente. La ausencia de Marco Verratti se presenta como el principal hándicap para los franceses. El joven Rabiot no está defraudando, pero aún le falta para ser un jugador tan completo como el italiano. A su lado Matiudi y Motta forman un trivote de garantías que permite a sus atacantes desplegar sus habilidades. Di María también ayuda en labores de intendencia y la duda es si jugará Cavani o Lucas Moura acompañando a Ibrahimovic. El uruguayo se deja el alma en cada jugada y el sueco queda liberado para estar fresco en los últimos metros y aportar en la creación. Lucas Moura y Pastore suelen ser las principales alternativas desde el banquillo, aunque parece que el argentino está descartado por sus problemas en los gemelos. Otro argentino, Di María es seria duda, pero su dolencia no reviste gravedad. Todos estos ingredientes convierten a los galos en claros favoritos. El punto débil que tienen los de Blanc es la excesiva confianza depositada en un central sobrevalorado como David Luiz, hecho que puede ser aprovechado por el ‘Kun’ y sus compañeros para hacer más daño del esperado al ya campeón de la Ligue 1.