Mucho se ha escrito ya sobre la sharing economy o la “economía colaborativa”. Pero no me canso de leer todos los avances que se están haciendo al respecto, y cada vez me afianzo más en la idea que ya expuso Seneca al decir: “No hay placer en poseer una cosa no compartida” ¡Cuánta razón tenía y qué privilegio vivir en la época actual en la que realmente este pensamiento está cristalizando!
La economía colaborativa es un modelo económico en el que los individuos prestan o alquilan servicios o productos a un tercero. Muchos de estos, además, están infrautilizados, por lo que se consigue darles una segunda vida o, lo que es lo mismo, se le da la oportunidad a otra persona de hacer un mejor uso de los mismos lo que conlleva un beneficio para todos. De esta forma, pasamos de ser consumidores a “prosumidores” ¿Por qué? Porque ahora no solo consumimos productos o servicios, sino que nosotros también los ofrecemos. Somos consumidores y productores o profesionales al mismo tiempo.
El ejemplo más conocido por todos, probablemente, es el de Airbnb. Su funcionamiento es sencillo: supongamos que tú tienes un piso en Alicante que nunca visitas y decides alquilarlo por días, fines de semana, quincenas, etcétera en esta web. A la vez contactas con alguien que posee un chalet en la costa gaditana y te vas allí a pasar una semana en agosto. En este caso hay una transacción monetaria por medio, pero hay otras plataformas como MyTwinPlace en la que puedes alojarte gratis en cualquier domicilio particular en todo el mundo por el simple hecho de ofrecer tu casa a otros cuando tú no estés en ella. Funciona a base de puntos que ganas cuando rellenas tu perfil y cada vez que tú prestas tu casa. Igualmente, especialmente dirigido a gente joven, la comunidad de CouchSurfing te permite contactar con gente en cualquier país que te presta su sofá para que duermas en su casa y de paso conoces gente nueva. Si lo que buscas es compartir habitación en ciudades concretas como Madrid o en cualquier lugar del mundo, HabitacionJoven o HabiToom son tus webs.
El viajar es un placer…
Otro de los sectores, además del inmobiliario, que ha evolucionado enormemente a raíz del boom de la economía colaborativa es el de los viajes. Hay tres áreas concretas que se han desarrollado especialmente: los viajes por carretera, los desplazamientos cortos en ciudad y la búsqueda de aparcamiento.
Si quieres compartir coche para no viajar solo, o dejar el tuyo en casa y trasladarte en el vehículo de un tercero que, en cualquier caso, va a hacer ese mismo viaje, entonces lo mejor es utilizar BlaBlaCar o Amovens. No han inventado la rueda, pero sí que han socializado un servicio que es muy útil para traslados de fin de semana, viajes para ir a festivales o conciertos fuera de tu ciudad, vacaciones, etc. Se comparten gastos y se conoce gente nueva. Funciona a través de valoraciones por parte de los usuarios, como TripAdvisor o eBay, por lo que sabes que la persona con la que viajas es de fiar.
En el caso de que lo que quieras es alquilar un coche por unas horas para moverte por tu ciudad, aparte del genial servicio de alquiler de coches por minutos que Daimler ofrece en Madrid con sus modelos Smart de Car2Go, igualmente puedes hacerlo por horas a través de Respiro, BlueMove o ClickCar en Bilbao. También es posible alquilar coches o caravanas de particulares a través de SocialCar o FreeCaravan.
La búsqueda de aparcamiento es otro de los dolores de cabeza de muchos conductores, especialmente en grandes urbes. Esto ya tiene solución gracias a empresas como WeSmartPark, ParkingHood o Apparcando.
Si lo que quieres es viajar en tren, varias plataformas te ponen en contacto con gente para compartir mesa en el AVE, dado que la tarifa es un 60% más barata, o para comprar un billete que no va a ser utilizado por su actual propietario. CompartirTrenMesaAVE, ComparteTren o Truecalia son algunas de estas plataformas.
En el caso del traslado en taxi o tipo taxi hay mucha controversia como la ocurrida con la compañía UBER que, de haber entrado en el mercado español de forma más controlada, seguiría operando aquí como ya lo hace en otras ciudades en todo el mundo. Pero aún hay posibilidad de hacer viajes de forma cómoda con Cabify con flotas de coches “ejecutivos” o estándar según te interese, o compartiendo taxi con otras personas que hagan tu mismo trayecto gracias a plataformas como JoinUpTaxi. Es perfecto para traslados a lugares frecuentes como aeropuertos, estaciones de tren y similar.
Pero hay muchos más ejemplos de empresas que ejercen la “economía colaborativa” que están surgiendo al calor de las nuevas tecnologías. Según un reportaje de la revista Time de 2011, este fenómeno es “una de las 10 grandes ideas que cambiarán el mundo”. Y es que en ese futuro -que es muy presente-, según dicen los expertos, ya no compraremos tanto sino que alquilaremos más. El alquiler no solo será de coches o de casas, sino también de servicios y de aquellos objetos que ahora mismo siempre tendemos a adquirir en tiendas sin pensarlo dos veces, lo cual tiene sentido. ¿Para qué comprar unas muletas que solo vamos a usar unos días mientras nos curamos de un esguince si podemos alquilárselas a alguien que las tiene muertas de risa en casa a través de Relendo, Peerby o Alkiloo? ¿O por qué tenemos que gastarnos el dinero en un vestido carísimo para la boda de nuestra cuñada si luego no tendremos ocasión de volver a lucirlo en años, cuando podemos alquilarlo por un precio más que asequible en LaMásMona o 24Fab?
Según la web ConsumoColaborativo, los artículos más alquilados actualmente son los equipos de fotografía (27%), instrumentos musicales (24%), artículos de deporte (24%), “gadgets” (14%) y herramientas (11%).
Comparte espacio de trabajo, ropa e incluso cenas
Pero no solo vivimos de movernos de un lugar a otro. Otras plataformas que nos hacen el día a día más llevadero son las de alquiler de espacios de trabajo. Puedes encontrar entornos de co-working de todo tipo a través de CoWorking Spain u oficinas por horas o semanas en SpaceBee.
Los amantes de los animales pueden encontrar “canguros” para sus mascotas en PetAndNet, que pueden ser otros propietarios de animales como los de Iamvo. Y hablando de canguros, si lo que buscas es que cuiden de tus hijos, BePoppins es tu lugar; para el cuidado de mayores está Nidmi o el servicio doméstico por horas en GetYourHero. Si quieres buscar u ofrecer servicios profesionales, entonces tu sitio es Guudjob.
Cuando tienes hijos, plataformas como Percentil, BabyandBuy o BabyEco son perfectas para la compra y venta de ropa de segunda mano o bien para intercambiar la ropa que tu infante ya no use por otra que otros padres ya no quieran en Grownies. Para cualquier otro artículo relacionado con niños está Creciclando.
Los amantes de la gastronomía pueden hacer vida social a la par que degustar ricos platos. Puedes comer en diferentes sitios, incluso en casas de particulares si te registras en SocialEaters. Otros planes deliciosos en casa de chefs en potencia se encuentran en EatWith. E incluso puedes degustar la comida de tus vecinos y darles a probar tus mejores recetas en CompartoPlato.
¿Tienes la estantería llena de libros? Intercámbialos por otros que aún no hayas leído con la comunidad de BooktoBook. También tienen cabida los libros y otros artículos escolares en TruequeBook, los universitarios en LaNubeUniversitaria o los libros electrónicos en LendleMe. Y para los ávidos lectores está 24symbols cuyo catálogo de más de 300.000 libros pueden leerse desde cualquier dispositivo móvil por tan solo 8,99€ al mes. Puedes compartir tus gustos con otras personas, ver sus bibliotecas y entablar conversaciones literarias.
El área financiera, por supuesto, también está desarrollando enormes posibilidades colaborativas. Empezando por la posibilidad de financiar empresas y proyectos personales a través de plataformas de “crowfunding” como Lanzamos en España o Kickstarter en Estados Unidos. Pero también es posible el préstamo de dinero entre particulares o “crowlending” en Comunitae o Zank, o el intercambio de divisas entre particulares como Weeleo o TransferWise.
En definitiva, cada vez van surgiendo más plataformas, ideas y comunidades deseosas de compartir en cualquier sector. La economía colaborativa se basa en un ingrediente básico: la confianza. Y aunque esto se vea como una revolución, se trata más bien de una clara involución dado que el trueque existe desde el Neolítico hace ya más de 100.000 años y en Internet empresas como eBay funcionan por esa confianza entre compradores y vendedores desde hace ya 20 años.
Empecé mencionando a Seneca y termino con Albert Cañigueral, un auténtico gurú de la economía colaborativa quien, en su libro Vivir mejor con menos, dice: “no se trata de no comprar nada, pero tampoco de que tengas que comprarlo todo”¡Buena filosofía!