Andalucía, una desconocida para muchos. Destino veraniego para otros. Pero tiene mucho más que eso. Estamos acostumbrados a planear viajes al extranjero para conocer otras culturas, otra gente, otras costumbres… olvidándonos, muchas veces, de que en nuestra península tenemos todo esto y mucho más.
Cada vez más me estoy aficionando a los viajes. Me encanta salir fuera de España, sí. Pero me he dado cuenta de que prácticamente no conocía nada de mi propio país. Es por eso por lo que he empezado a combinar un viaje internacional y uno nacional y he empezado a disfrutar de unos fines de semana más relajados y culturales. He empezado a disfrutar y aprender más de mi propia cultura.
Así que elegí pasar este último puente en Córdoba. Aunque es una ciudad pequeña, tiene mil rincones secretos que visitar. Una ciudad pequeña pero muy recóndita a la ve – lo mejor es dejarte llevar por entre sus calles.
Primera parada obligatoria, la mezquita y su barrio judío, formado por calles muy estrechas, son toda una experiencia. Es muy usual atravesar una calle, llegar a un típico patio cordobés y descubrir que no hay ninguna salida y debes dar la vuelta. En uno de los laterales de la Mezquita, encontrarás un bar en el que siempre hay cola para entrar, se llama “Los Santos” y es conocido por hacer la mejor tortilla del mundo, o al menos eso dicen. La mayoría de los bares no disponen casi de espacio en su interior para comer o tomar algo. Por eso, los lugareños se han adueñado de una parte de su muralla de la Mezquita para crear su nueva barra y apoyar allí sus tortillas y sus cervezas. En este barrio se encuentra también el Museo Arqueológico, para los adictos a la historia y las antigüedades.
A un lado de la Mezquita se encuentra el puente romano. Y, a su vera, la Rivera del Río, por donde es imprescindible dar un paseo, sobre todo en un día soleado, hasta llegar al Sojo, un espacio con unas vistas a la Rivera increíbles.
El Alcázar de los Reyes Cristianos es un increíble complejo recomendable tanto de día como de noche. Durante el día tiene unas vistas a toda la ciudad maravillosas, además de jardines y fuentes espectaculares. Por las noches, hacen pases especiales con proyecciones en las paredes y un espectáculo en el que sus fuentes bailan y brillan al son de la música. En frente de la entrada principal, se encuentran también los baños árabes, un espacio que te transportará a la época en tan solo unos segundos.
Saliendo de la parte vieja de la ciudad, podemos encontrar muchos otros puntos de interés. El Palacio de Viana, por ejemplo, comenzó siendo un recinto mucho más pequeño de lo que es ahora. Y después de todas sus ampliaciones es el único edificio que representa los 7 patios cordobeses diferentes que existen.
La Plaza de las Tendillas es el kilómetro cero de Córdoba, centro histórico y comercial de la ciudad. En Navidad la plaza se inunda de un montón de puestos, tanto de comida como de productos artesanales hechos todos ellos a mano.
Siguiendo con las plazas, no podéis perderos la Plaza de la Corredera, una enorme plaza rectangular porticada llena de bares y típica para tomar el vermú en sus terrazas.
Otra de las riquezas de esta ciudad es su variedad culinaria. Cualquier terraza es buena para comer y la mayoría de sus restaurantes han ganado certificados a la excelencia. Un sitio muy curioso para comer es el Mercado de la Victoria, un edificio acristalado con un montón de puestos donde elegir diferente comida preparada al momento y a capricho y rodeada de decenas de mesas para disfrutarla. Cada vez más se han puesto de moda este tipo de “restaurantes” y la calidad de sus productos es auténtica.
Por último, Medina Azahara. Esta ciudad está situada a unos pocos kilómetros de Córdoba y es parada indispensable y obligatoria. Son las ruinas de lo que fue el palacio más lujoso de la época. El califa Abderramán III mandó edificar esta nueva ciudad como símbolo de su poder, para mostrar su superioridad frente a sus enemigos y como homenaje a su mujer favorita, Azahara. Esta ciudad comenzó a ser construida en el año 939 y duró apenas 80 años en pie. Además, en 1923 fue declarada patrimonio de la humanidad.
Espero que les sirva como una pequeña muestra de lo que pueden hacer por esta maravillosa ciudad histórica.