Existen alrededor del mundo diferentes “Barrios chinos”, más conocidos como “Chinatowns”. Ciudades como New York, Londres o Paris cuentan con puntos donde los integrantes de dicha comunidad se agrupan con el objetivo de mantener viva su cultura.
La ola migratoria surgida en los años 80 en la que taiwaneses y chinos llegaron al país hizo que se estableciera también uno de ellos en la ciudad de Buenos Aires.
Un barrio chino en el corazón de la ciudad
Situado en el barrio porteño de Belgrano, el icono emblema del Barrio Chino, es sin duda el arco de acceso al lugar ensamblado sobre la intersección de las calles Arribeños y Juramento.
Su imponente fachada mide 11 metros de altura y cuenta con tres niveles de tejas. Los extremos de los techos están adornados con figuras de dragones y cada columna termina con un león de piedra tallado en la base.
Fue donado tanto por el Gobierno de China como por empresarios y comerciantes locales de la misma nacionalidad e instalado allí en el año 2009.
Si bien en un principio su inauguración genero controversia y malestar entre los vecinos, hoy en día se convirtió en la puerta de entrada principal para aquellos que deseen descubrir la cultura asiática.
El concepto de supermercado asiático llega a Argentina
Cada día un gran número de personas se dan cita entre esculturas y comercios. Uno de los primeros locales del lugar fue “Casa China” que comenzó siendo un kiosco pequeño y se convirtió con el tiempo en uno de los principales supermercados asiáticos.
Allí se pueden encontrar todo tipo de curiosidades como bebidas importadas de yerba mate, ravioles chinos de cerdo e incluso las tradicionales “galletas de la fortuna”.
También existen establecimientos dedicados a la venta de artículos de bazar para el hogar que son los favoritos del público.
Sin embargo, no son solo los grandes almacenes de compra los que le dan vida al lugar, sino también los artistas que se agrupan en las calles y comparten sus números musicales o de acrobacia con el público, que celular en mano, filma el espectáculo mientras aporta alguna contribución.
El sitio cuenta también con locales de comida al paso (algunos con mesas propias) en donde se puede degustar comidas típicas de la región de Kanikama (carne de cangrejo), mandu de cerdo o su ya famoso “té de perlas”, más conocido como “bubble tea”.
Además, se pueden adquirir delicias para el postre como los “conitos Hong Kong” (con helado de americana, chocolate, mango y frutilla) o el “huevo feliz” (queso, dulce de leche, aduki, semilla de loto y té verde) o brochet con el mismo relleno.
Un polo gastronómico con muchas propuestas
En el año 2023 se inauguraron los primeros comercios del nuevo polo gastronómico ubicado justo al lado del Barrio Chino donde se pueden encontrar una variedad de propuestas.
Allí convergen desde grandes cadenas, hasta pequeños rincones que invitan a probar diferentes estilos culinarios. Desde pollo frito estilo taiwanés, dumplings, nikuman (masa de harina rellena con cerdo y cocida al vapor) hasta los tradicionales tacos mexicanos.
Una curiosidad es la implementación de los ya famosos “Cat Café” en el predio. Dicho concepto surgió en el año 1998 en Taipei, Taiwán y con el tiempo se extendió llegando a distintas partes de Latinoamérica.
En Argentina, uno de ellos es “Nekofi” y se lo puede encontrar dentro del polo gastronómico Su fachada incluye un mural ubicado junto al local en el que se puede ver la figura de un pequeño felino suspendido en el aire sosteniendo una taza de café con el nombre de la marca.
Este emprendimiento surgió de la mano de tres jóvenes orientales y funciona como un hogar transitorio para los gatos. Su principal objetivo es fomentar la adopción y tenencia responsable gracias a lo cual trabajan en conjunto con un refugio de animales y están en permanente contacto con diferentes rescatistas y hogares de tránsito.
Los 80 metros cuadrados que lo componen se dividen en dos zonas: una destinada a los visitantes en la que se puede disfrutar de distintos tipos de café y otra dedicada a los gatos en la cual los animales gozan de comodidades que contribuyen a su bienestar. Esta última cuenta con un horario de acceso reducido.
Pero no solo de ofertas gastronómicas subsiste el polo. En su recorrido también se pueden encontrar librerías, farmacias y hasta tiendas Home & Deco.
Celebración del Año Nuevo Chino
Todos los años en el mes de febrero se celebra el Año Nuevo Chino, ya que el calendario agrícola (nongli), conocido como “calendario luni-solar”, marca el fin del frío y el inicio de la primavera en el país asiático.
Para este evento se llevan a cabo distintos shows en los que participan talentos locales chinos y se realizan exhibiciones varias que incluyen números de danzas, muestras de caligrafía y Taichí, entre otras actividades.
Si se desea participar de dichas celebraciones el momento indicado para visitar el Barrio Chino es durante el mes de febrero. Sin embargo, cualquier época del año es idónea para conocer más acerca de esta cultura milenaria, sus productos y tradiciones.