"I have been to hell and back. And let me tell you it was wonderful" (He estado en el infierno y he vuelto. Y déjame decirte que era maravilloso).
Esta única oración, breve pero concisa, describe muy bien la retrospectiva de Louis Bourgeois que puede verse en el Museo Picasso de Málaga hasta final de este mes de septiembre. Una colección de unas 200 obras en las que el visitante podrá conocer a fondo y en profundidad los más profundos y viscerales sentimientos de la artista francoamericana. La sencillez de los materiales utilizados y, en ciertos casos, la agresividad que refleja en las esculturas o instalaciones hacen despertar en los que se acercan hasta la obra toda una oleada de emociones, en muchas ocasiones hasta contradictorias.
Una de las características que más llama la atención, especialmente al sector femenino, es el rol que encarna la mujer en la mayor parte de su obra (o, al menos, en la selección que han hecho y que se puede ver en el museo). La mujer como creadora de vida, como ser esencial y único para dar la vida, asemejándola incluso a uno de los cuatro elementos que también propicia ésta: el agua.
Asimismo, se ve la relación mujer-hombre y como éste último, en ciertas ocasiones, engulle, literalmente, a la mujer. Un reflejo de sus sentimientos, pero, indudablemente, también de la sociedad. No únicamente la que le tocó vivir a la artista (en su doble rol de mujer y artista de principios del siglo pasado), sino que es un concepto que (desafortunadamente para el sector femenino) no se ha pasado de moda y que reivindica de una forma natural y perfectamente gráfica lo que sigue ocurriendo hoy día (la discriminación), más de medio siglo después de la creación de su obra. Además, y como se apuntaba anteriormente, todo ello a través de un material muy "de andar por casa" y que reivindica aún más la condición de mujer en sí misma, ya que se utilizan retazos de tela para la transmisión de un mensaje claro y sin adornos.
Pero, sin lugar a dudas, donde encontramos la mayor concisión y claridad de la obra de Bourgeois es en sus dibujos. Con apenas unos trazos, la artista es capaz de transmitir todo lo que guardaba su ser; con una sola frase, llenaba de contenido la pieza.
Puede que la mayoría del público solo conozca a esta artista por sus famosas arañas a los pies de algunos de los museos más famosos del mundo. Pero, créanme, lo más profundo de sus sentimientos se descubre recorriendo estas salas, pudiendo disfrutar de esta colección que no les hará perder su tiempo y que les hará descubrir que la realidad no ha cambiado pese al paso del tiempo…