El Museo Reina Sofía presenta una de las exposiciones más esperadas de la temporada, la dedicada al artista audiovisual James Coleman (Irlanda, 1941). Comisariada por Manuel Borja-Villel, director del Museo, la muestra recoge una extensa visión de la obra de Coleman, convirtiéndose, no sólo en la más completa que se ha organizado hasta ahora, sino también en la primera gran retrospectiva que se realiza del artista.
La muestra está conformada por diecisiete obras e incluye, desde sus piezas iniciales, realizadas en Milán e Irlanda en los años setenta — nunca vistas hasta ahora— hasta obras de los años noventa, como Lapsus Exposure e I N I T I A L S, así como otras cruciales Fly, Box, Untitled: Philippe VACHER y Retake with Evidence (interpretada por el actor Harvey Keitel). Esta última pieza, que fue presentada en 2007 en la Documenta XII de Kassel, explora las relaciones temporales entre imagen y sujeto. Asimismo, se muestra por primera vez al público una cuidada selección de documentos y archivos personales del artista.
Las dimensiones de la Sala A1 del edificio Sabatini, otorgan a las piezas la amplitud de espacio que requieren. Además, las obras de Coleman se mostrarán en la Sala de Protocolo y en la de Bóvedas (antiguas carboneras del edificio Sabatini) con dos piezas que pertenecen a la colección del Museo, Clara and Dario (1975) y Box (ahhareturnabout) (1977).
El montaje se ha realizado con gran meticulosidad a la hora de situar las obras. Sin seguir una línea cronológica, las piezas audiovisuales con sonido se han colocado en un ala de la sala para no interferir con el resto. Para ello, se han aislado paredes y techo a través de paneles acústicos y moqueta con el fin de que el visitante quede totalmente aislado y sienta la sensación de hermetismo y concentración que se requiere. La intención de Coleman ha sido la de crear un recorrido fluido, donde el espectador pueda jugar con el espacio y experimentar en él a través de la proximidad o lejanía de las piezas. Llama la atención la amplitud (intencionada) que el artista ha dedicado a cada obra. El punto de vista desde donde se observe cada pieza será primordial para tener una apreciación u otra de cada instalación.
A lo largo de su trayectoria creativa, James Coleman ha abordado cuestiones relativas a la realidad, la percepción, la representación, la construcción de la imagen y la identidad. En sus obras, Coleman mezcla realidad y ficción, y, en ocasiones, éstas aluden a géneros literarios, al teatro, al folkore… Sus instalaciones se presentan como escenificaciones donde lo alegórico, lo metafórico y lo referencial tienen cabida y se interrelacionan. En algunos casos, estas escenificaciones remiten indirectamente a la pintura tradicional, a la fotografía de moda o a la cultura popular. El paso del tiempo, la memoria, el olvido y la degradación del hombre son algunos de los temas recurrentes en sus trabajos.
A principios de los setenta, Coleman empezó a dedicarse de lleno a la reproducción de imágenes —cine, video y fotografía—. Aunque a lo largo de los años ha seguido utilizando estos medios, la imagen proyectada en diapositivas se ha convertido en el formato preferido. En sus piezas, el sonido y la imagen se alternan: en ocasiones, el sonido en off acompaña a la imagen y, en otras, su ausencia otorga a la imagen de una mayor subjetividad.
Recorrido expositivo
A lo largo del recorrido por la exposición el visitante podrá disfrutar de las primeras películas realizadas por Coleman a finales de los 60. Se trata de Early Films, (1967- 1972) concebidas y filmadas en Milán e Irlanda, ponen de relieve el interés, ya desde una etapa temprana de Coleman, por lo “fotográfico” donde la imagen fija y en movimiento desempeñarían un papel esencial en su trayectoria artística. Influido por los cineastas neorrealistas italianos y la posterior nouvelle vague francesa, que filmaron gran parte de su obra con cámaras portátiles y ligeras como la Bolex, Coleman filmó sus primeras películas en 8 mm con esta cámara para pasar posteriormente al formato Super 8 mm.
Otra de las piezas clave en la trayectoria artística de Coleman es Clara and Dario (1975) (situada en la Sala de Protocolo), en la que el artista desarrolla el formato único que caracteriza sus trabajos posteriores: la proyección de diapositivas con voz en off grabada y sincronizada narrando una historia. La pieza se compone de una proyección de diapositivas, en bucle: “Clara”, a la izquierda, y “Dario”, a la derecha. Dos relatos se solapan en consonancia con el apoyo visual de las imágenes, se entrecruzan y pliegan uno sobre otro para sugerir cambios en el tiempo. El movimiento temporal que evoca este relato múltiple, implica al espectador, integrándose en la repetición cíclica de las secuencias donde el pasado, o su huella, reaparecen en el presente.
Una de las pocas obras de Coleman elaborado a partir de imágenes ya construidas es Box (ahhareturnabout) (1977). En este caso, el material documental se compone de secuencias de un legendario combate de boxeo: la revancha del campeonato mundial de pesos pesados, celebrado el 22 de septiembre de 1927 en Chicago, entre Gene Tunney y Jack Dempsey. Se percibe un latido regular y estruendoso que consta de dos componentes, un golpe y su reverberación. Con el latido, el pulso del propio cuerpo del visitante y el drama de las palabras que llegan a sus oídos, Coleman orquesta un vínculo entre el visitante y el aparato visual y acústico. La pieza, que está situada en la Sala de Bóvedas, tiene una acústica, según Coleman, perfecta. Durante la estancia del artista en el MIT Project (Visual Arts Center) de Cambridge, MASS, realiza la pieza Charon (MIT Project) (1989), obra construida a través de episodios fotográficos. Frank Lubbers, en uno de los textos del catálogo, apunta que es un trabajo rico y complejo en la que se combinan diferentes aspectos de obras anteriores del artista: el problema de la percepción; la dimensión psicológica, social, cultural e histórica; los elementos dramáticos y teatrales; la búsqueda del yo y la imposibilidad de una identidad irrefutable.
Ligne de Foi (1989–1991) forma parte del conjunto de proyectos en los que Coleman trabajó a finales de los ochenta y principios de los noventa, donde reflexionaba sobre la figura del “artista de guerra”. Expuesta en su primera versión como instalación con proyección de diapositivas, Ligne de Foi se concibió para un lugar específico (Charleston, Carolina del Sur) y partía de un famoso grabado de Currier & Ives que retrataba la batalla First Battle of Manassas, durante la Guerra de Secesión, acaecida en esa ciudad, y que para muchos era un caso de notoria tergiversación histórica. El artista reconstruyó la escena con recreadores locales aficionados que simulaban la batalla. Coleman representó un tableau vivant que reflejaba con exactitud la composición del grabado decimonónico. Con esta pieza, el artista aborda cuestiones en torno a la historia, sus representaciones y traiciones en un nivel alegórico, permitiéndole reafirmar su deseo de deshabituar al público de la creencia establecida en una idea de visión “verdadera”.
Entre las obras presentes en la muestra, también destaca Untitled: Philippe VACHER (1990). La pieza fue producida en el quirófano de un hospital y muestra a un actor que se desploma sobre un carro quirúrgico (lleno de botellas e instrumental médico). El protagonista se endereza y se vuelve hacia la cámara. Aparte de la tenue vibración del proyector, no se oye nada. Aunque el espectador percibe que la acción transcurre en unos tres segundos, en realidad se desarrolla durante 17 minutos. El “fotograma fijo” es uno de los principales recursos utilizados en la pieza, cuya cámara no se mueve ni hace zoom durante toda la proyección. La gran ironía de la película de Coleman es la presencia de Vacher (actor de segunda fila y de publicidad) en una obra de arte y la “resultante discrepancia entre las naderías propias del mundo cultural de masas y la precisión analítica de las técnicas cinematográficas de Coleman, desarrolladas inicialmente por el cine estructural de Andy Warhol”, declara George Baker en el catálogo.
Continuando el recorrido, el visitante se encuentra con la pieza I N I T I A L S, (1993- 1994). El escenario está poblado por varios personajes sin determinar qué relaciones los vinculan entre sí. Podrían ser miembros de una familia, empleados del hospital o incluso pacientes; en cualquier caso, existe un desdoblamiento entre estos papeles potenciales. A medida que se pintan y rehabilitan las habitaciones del hospital, los ocupantes también se preparan, o “se visten”, para una ocasión especial, que puede ser la representación de una obra. Sin embargo, con esta lectura se entrelaza otro relato paralelo, referido a la función anterior del hospital, lo que acentúa la sensación de que el pasado sigue acechando en el presente. Esta obra tendrá dos ciclos: el primero desde el 25 de abril al 18 de junio, y el segundo, desde el 20 de junio al 27 de agosto donde se proyectará Lapsus Exposure, (1992-94)
Photograph, (1998-1999) consiste en la proyección de unas imágenes donde aparecen varios adolescentes ensayando una actuación escolar de una obra teatral o una danza. La proyección dura 21 minutos y consta de diapositivas y un relato narrado por una voz femenina joven con una dicción conmovedora. Al inicio se oye sólo una respiración, unos suspiros, para luego dar paso a un desarrollo paulatino de manchas blancas desdibujadas en la pantalla. Como en la pieza anterior, Photograh se exhibirá hasta el 18 de junio, y a partir del 20 de junio hasta el 27 de agosto, se proyectará Seeing for Oneself, (1987- 88)
Antes de finalizar el recorrido se ve la última obra realizada por el artista, Retake with evidence (2007). En ella Coleman explora los orígenes del pensamiento occidental en la Grecia antigua, a través de la mitología, la filosofía y las teorías de la estética. En un escenario casi desierto e iluminado dramáticamente, el actor Harvey Keitel rompe el silencio preguntando “Why are you here — blood of antiquity? What is the meaning of this gathering?” Durante 47 minutos, observamos cómo avanza lentamente por el espacio mientras recita un texto sobre la culpa y el poder, la insignificancia y el olvido, la retribución y la belleza. La declamación del texto que se acompaña (e interrumpe) por jadeos, sonoras exhalaciones, suspiros y pausas meditativas hace pensar que el actor se encuentra en un estado de “posperformance”, representando su(s) papel(es) al mismo tiempo que sopesa el significado de sus acciones y de las palabras que pronuncia.
Apuntes biográficos
James Coleman se formó en París, en el École des Beaux Arts y en Dublín (en el National College of Art and Design y en el University College). Más tarde, en la Accademia di Belle Arti, en Milán. Antes de trasladarse a esta ciudad, donde desarrolló su carrera artística durante veinte años, trabajó en Londres y en París. En 1973 participó en la Bienal de París y años más tarde en diferentes Documenta: IX (1992), X (1997), XI (2002), y XII (2007). Su obra se encuentra en colecciones importantes como la del Irish Museum of Modern Art de Dublín, el Museum Ludwig de Colonia, el Stedelijk Museum voor Actuele Kunst de Gante, o en el Musée National d’Art Moderne de París. Recientemente, tres de sus trabajos se han incorporado a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En la actualidad, Coleman vive y trabaja entre Dublín y París.
Catálogo
Con motivo de la exposición, el Museo Reina Sofía ha editado un catálogo, en inglés y en castellano, donde se recoge cuatro textos escritos por prestigiosos historiadores de arte: Three early works by James Coleman de Rachel Haidu; Ghostly Medium: James Coleman's Charon (MIT Project) escrito por Rebecca Comay y Michael Newman; ‘How Try Say” or the Experience for Seeing”, de Georges Didi-Huberman, y el último, James Coleman: Retake with Evidence, de Benjamin Buchloh. Además, el catálogo hace un recorrido exhaustivo por la trayectoria artística de Coleman. Cada una de las 49 obras que de él se recogen en la publicación, se acompaña de un texto cuyos autores son: Manuela Ammer, George Baker, Mieke Bal, Lynne Cooke, Jean Fisher, Luke Gibbons, Frank Gibbons, Kaja Silverman, Michael Tarantino y Dorothea von Hantelmann.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Calle Santa Isabel, 52
Madrid 28012 España
Tel. (+34) 91 774 1000
Fax. (+34) 91 774 1056
info@museoreinasofia.es
www.museoreinasofia.es
Horarios
Lunes a sábado: de 10:00 a 21:00 h
Domingo: de 10:00 a 19:00 h (entre las 14:30 a 19:00 h podrá visitarse la Colección)
Martes: cerrado (incluidos festivos)
Cerraro los dias Enero: 1 y 6, Mayo: 1, y 15 (sólo los Palacios del Parque del Retiro permanerán abiertos), Noviembre: 9, Diciembre: 24, 25 y 31