La cumbia nace en Colombia hace unos cuatro siglos, probablemente del ritmo africano del cumbé mezclado con ritmos indígenas y españoles, para después circular en el siglo XX en diversas versiones con enorme popularidad por toda Latinoamérica. Al final del siglo pasado, con sus ritmos sabrosos al compás de los cuales se meneaban con gusto hasta los abuelos, llegó a formar parte imprescindible del inventario musical de mucha boda y fiesta familiar latina.
Más en el milenio actual, al lado de otros ritmos antiguos y tradicionales, la cumbia acapara los cuerpos de nuevas generaciones por todo el mundo, como parte de fenómeno impulsado a nivel internacional en gran parte por el movimiento musical bonaerense cuyo epicentro es el sello disquero ZZK Records.
Grant Dull, tejano trasplantado a Buenos Aires y fundador de ZZK Records, cuenta que en 2007 surgía música excelente en un centro nocturno llamado Zizek Club, donde era promotor y curador de una noche dedicada a ritmos electrónicos. Decidió hacer una compilación para promover esas veladas y, en una conferencia de la industria en Buenos Aires, conoció al director creativo de South by Southwest (SXSW, por sus siglas en inglés), festival de música indie de importancia mundial para la industria, cuya sede se encuentra en Austin, Texas. De esa relación con su coterráneo tejano, surgió para Dull una invitación a SXSW, y cobró gran impulso “Cumbia Digital”, la primera compilación de ZZK Records.
Aclara Dull que la escena de la nueva cumbia ya existía, tanto en Argentina como en México y Colombia, y que había llegado ya el momento en que los ritmos y melodías de la cumbia se escuchaban en clubes nocturnos de cuyas escenas nunca habían formado parte anteriormente. Lo que él considera que pudo lograr a través de ZZK Records fue unir en masa crítica la energía de los artistas de la escena e impulsarla al máximo y a nivel mundial, gracias en parte al amanecer de los medios sociales que coincidió en esos años con el nacimiento de su sello disquero.
Ya desde el 2009, ZZK Records no usa la palabra “cumbia” para describir su sonido, sino “electrónica contemporánea” haciendo referencia a que la nueva música electrónica que surge en Latinoamérica llega articulando nuevas conexiones entre raíces tradicionales de todo tipo.
A continuación les compartimos grabaciones recientes que actualmente se encuentran en las preferidas de nuestra lista de reproducción dentro de este nuevo folclor estilo siglo XXI que se nutre de una identidad dual entre la música raíz y la electrónica.
Misticismo andino y ecoactivismo musical
El DJ/productor bonaerense Pedro Canale, conocido por su alias artístico Chancha Via Circuito, a finales del 2014 presentó su tercer álbum, Amansara. De similar manera que sus grabaciones anteriores, parte de una filosofía mística y musical que parte de nociones antiguas del mundo amazónico, creando texturas de trance con elementos andinos, ritmos brasileños e instrumentos sudamericanos. Una de las sorpresas maravillosas del álbum es el elemento que aportan los vocales de la gran artista argentina Miriam García, experta de la música antigua de su tierra denominada “canto con caja”, tradición que refleja un antiguo ritual sagrado y festivo de las estaciones agrícolas en la cultura andina.
Otro extraordinario ejemplo es Tremor, trío de folclor andino electrónico que lanzó su última grabación con Wonderwheel Recordings de Brooklyn, Estados Unidos. En este álbum, Proa exploran paisajes sónicos en el cruce de lo digital y lo andino y amazónico uniendo con sintetizadores y otros instrumentos electrónicos, instrumentos reales como el bombo legüero y hasta la sachaguitarra; este último uno de los pocos ejemplares de un instrumento único de cuerda inventado en el 1971 por el músico argentino Elpidio Herrera.
También destaca como parte de estas nuevas tendencias la colaboración entre músicos en diferentes países y continentes (ya las fronteras importan poco en la era del internet) y además, en apoyo a mucho más que la fiesta. Por ejemplo, Robin Perkins, DJ/productor radicado en Amsterdam cuyo nombre artístico es “El Búho” (en español) en Guide to South American Birdsong, álbum que será lanzado en marzo de este año, presenta composiciones creadas por DJs/productores latinoamericanos que incorporan grabaciones de especies avícolas sudamericanas en peligro de extinción. Las ganancias derivadas de la venta del álbum se donarán a una organización sin ánimo de lucro ecuatoriana que labora para proteger precisamente aves en peligro de extinción.
Otro bello ejemplar de colaboraciones en torno a un tema se da en el último álbum de ZZK Records (sale en el mes actual), cuyas composiciones utilizan muestras de diferentes temas de la boliviana Luzmila Carpio. Carpio, conocida como “La voz de los andes”, tiene un estilo único de cantar en el idioma de los pájaros, emitiendo notas nítidas de sumamente alta tonalidad y sus canciones son tributos a las divinidades, su pueblo y la Madre Tierra, En este álbum colaboraron algunos de los músicos mencionados anteriormente como El Búho, Tremor y Chancha via Circuito.
Folclor bailable y sin fronteras
También dentro de las composiciones electrónicas que se nutren de ritmos raíz y tradicionales, se da el global bass, género mutante que incorpora gran variedad de músicas folclóricas latinas (sobre todo las más bailables y adaptables al club nocturno) en nuevas mezclas electrónicas. Popular en clubes por todas partes del mundo, refleja bastante fielmente las fuentes de las cuales se alimenta, creando un mapamundi sonoro que incluye el changa tuki de Venezuela, el tribal guarachero de México, el dembow de la República Dominicana, el baile funk de Brasil y, por supuesto, la cumbia.
Dentro de esta vertiente, el DJ/Productor norteamericano Charlie Wilder, cuyo nombre artístico es Captain Planet, recientemente estrenó el álbum Esperanto Slang, su segunda grabación. Wilder se caracteriza por incorporar en sus creaciones géneros africanos, latinos y caribeños en lo que él autodenominó su propio estilo “gumbo funk” y explica que su música se parece a este caldo de Nuevo Orleans en que añade ingredientes tropicales y caribeños a sabores locales, En Esperanto Slang Captain Planet une estilos super bailables como el hip hop de Nueva York, el funk de Nueva Orleans, la música psicodélica de Turquía, el afrobeat de Nigeria y la bachata de la República Dominicana. Le colaboran artistas de todas partes del mundo incluyendo Paco Mendoza, rapero y cantante argentino que vive en Berlín, y Lido Pimienta, cantante de Colombia que vive en Toronto, todo en pos de unir continentes y pueblos a través de los ritmos.
Del colectivo de ZZK, Andrés Schteingart, conocido por su nombre artístico “El Remolón”, lanzó el año pasado el LP Selva que incorpora cantos en Quechua, cantos chamánicos, coplas andinas en colaboraciones con los nuevos cumbieros peruanos Dengue Dengue Dengue y la cantante mexicana Ali Gua Gua de Kumbia Queers. Las composiciones de El Remolón, además, le añaden una textura psicodélica a estos paisajes que dice crean musicalmente visiones de una utopía donde todos los humanos conviven en paz y felicidad.
Otro extraordinario DJ/Productor quien fusiona de manera única lo digital y lo folclórico es Quantic, talentoso multiinstrumentista británico. En su última grabación,Magnetica nos brinda una serie de sumamente bailables temas en los que destaca, como siempre, la gran habilidad de crear composiciones en las que se va de ritmos latinoamericanos a africanos y caribeños sin perder nunca el goce musical. Este álbum está pleno de temas sabrosos con artistas colaboradores como la diva angoleña Pongo Love, la feroz cantante de soul inglesa Alice Russell, el gran acordeonista Aníbal Velásquez y nuestro preferido de todos, La Plata, en el que Quantic une fuerzas con la carismática colombiana Nidia Góngora.