Viajar sola a Cusco no es solo una travesía turística, es un viaje hacia ti misma. La ciudad, considerada el ombligo del mundo incaico, está llena de energía, colores y cultura que te invitan a reconectar contigo misma mientras descubres su historia. Si alguna vez te has planteado viajar sola pero no te atreves del todo, aquí te cuento por qué Cusco es el destino ideal para dar ese salto.

La magia de viajar sola: libertad total

Cuando viajas sola, tienes el control absoluto de tu tiempo. En Cusco, puedes despertarte temprano para ver el amanecer sobre las montañas, o disfrutar de un café en la Plaza de Armas o calles aledañas llenas de historia mientras el día cobra vida. La ciudad ofrece una sensación de seguridad y acogida que pocas ciudades tienen, ideal para exploradoras solitarias.

Viajar sola también significa que puedes elegir tu ritmo. Quizá prefieras caminar sin prisa por el barrio de San Blas, conocido por su aire bohemio, o decidir en el momento si quieres subir a Sacsayhuamán. No hay horarios ni compromisos más que contigo misma.

Conexión contigo misma y con la naturaleza

Cusco es un lugar que fomenta la introspección. La combinación de su altitud y la majestuosidad de sus paisajes te invita a respirar profundo y reflexionar. Caminar por los senderos que rodean la ciudad o aventurarte hacia el Valle Sagrado son experiencias que te permiten reconectar con tu lado más espiritual.

Uno de los momentos más especiales puede ser visitar Tambomachay, conocido como el Baño del Inca. Sentarte cerca de las fuentes y escuchar el sonido del agua es un recordatorio de lo simple y maravilloso que puede ser el momento presente.

Conocer nuevas personas, si así lo deseas

Viajar sola no significa estar sola todo el tiempo. Cusco es un lugar perfecto para socializar si así lo decides. Los hospedajes suelen tener espacios comunes donde puedes conocer a otros viajeros que comparten tus intereses. También hay actividades grupales como caminatas guiadas o talleres de cocina que son perfectas para conectar con personas de todo el mundo.

Sin embargo, si prefieres mantener tu espacio personal, también es completamente válido. Cusco te permite moverte entre el bullicio de los mercados y la serenidad de sus rincones históricos, según lo que necesites en cada momento.

Tours poco convencionales para una experiencia única

Si bien Cusco es conocido por sus sitios icónicos como Machu Picchu, también ofrece actividades menos tradicionales que pueden enriquecer tu viaje:

  • Tour por los talleres de artesanos en San Blas: Aprende sobre la tradición artesanal de la ciudad visitando talleres locales donde se elaboran cerámica, textiles y joyería. Puedes incluso participar en un taller y llevarte tu propia creación como recuerdo.

  • Tour gastronómico alternativo: Más allá de los restaurantes típicos, explora los mercados locales como San Pedro o el Mercado de San Blas con un guía que te enseñará sobre ingredientes tradicionales y recetas cusqueñas.

  • Excursión a las salineras de Maras y Moray en bicicleta: Para las personas más aventureras, un tour en cuatrimoto por estas maravillas naturales es una manera emocionante y diferente de conocer el Valle Sagrado.

  • Trekking: Si buscas una experiencia espiritual y desafiante, esta caminata te lleva por paisajes impresionantes con vistas de montañas nevadas y lagunas turquesas.

  • Recorrido en el Tranvía de Cusco: Descubre la ciudad de una manera relajada y diferente a bordo del tranvía. Este medio de transporte turístico recorre lugares emblemáticos como la Plaza de Armas, mientras aprendes sobre la historia y cultura de Cusco con una guía interactiva.

Lugares que no puedes perderte en Cusco

Además de los tours poco convencionales, aquí tienes algunos lugares ideales para explorar en solitario:

  • Barrio de San Blas: Este barrio bohemio es perfecto para paseos tranquilos. Visita sus calles empedradas, galerías de arte y pequeños cafés con vistas impresionantes de la ciudad.

  • Plaza de Armas: El corazón de Cusco, rodeado por la Catedral y la Iglesia de la Compañía de Jesús. Es ideal para relajarte, observar la vida local y disfrutar de un café.

  • Mercado de San Pedro: Un lugar vibrante para descubrir la gastronomía local, comprar recuerdos y vivir la experiencia auténtica de un mercado cusqueño.

  • Qorikancha: Este antiguo templo inca dedicado al sol es una muestra fascinante de la historia y la fusión cultural entre los incas y los colonizadores españoles.

  • Cristo Blanco: Desde este mirador, tendrás una vista panorámica espectacular de Cusco, especialmente al atardecer.

  • Tipón: Si te interesa la ingeniería hidráulica inca, este complejo arqueológico menos conocido es perfecto para explorar con tranquilidad.

  • Comunidad de Chinchero: Conocido por su mercado textil y talleres de tejido donde puedes aprender sobre técnicas ancestrales.

  • Laguna de Humantay: Una caminata impresionante te lleva a esta laguna turquesa rodeada de montañas nevadas.

Un viaje seguro para mujeres

Uno de los grandes miedos al viajar sola es la seguridad, pero Cusco es una ciudad amigable con nosotras. Su economía basada en el turismo hace que la mayoría de las personas estén acostumbradas a recibir visitantes de todas partes del mundo. Las zonas turísticas están bien vigiladas y son muy concurridas, lo que aumenta la sensación de seguridad.

Aun así, es importante mantener precauciones básicas: evita caminar sola de noche en zonas alejadas y mantén tus pertenencias siempre a la vista. También es útil llevar una copia de tus documentos y asegurarte de tener acceso a tu celular en todo momento.

Tips para una experiencia inolvidable

  • Empaca ligero pero inteligente: Cusco tiene un clima variable. Lleva ropa cómoda para caminar, una buena chaqueta para las mañanas frías y protector solar para el día.

  • Prueba la comida local: Desde un reconfortante caldo de gallina en el mercado de San Pedro hasta un sofisticado plato de alpaca en un restaurante gourmet. La gastronomía cusqueña es una delicia que no puedes perderte.

  • Respeta el mal de altura: La altura puede ser desafiante si no estás acostumbrada. Dedica tu primer día a aclimatarte, bebe mate de coca y evita esfuerzos físicos extremos.

  • Planea lo justo: Deja espacio para la improvisación. Aunque tengas en mente visitar Machu Picchu o la Montaña de Siete Colores, también permítete explorar sin planear.

El impacto de viajar sola

Viajar sola a Cusco te enseñará más de lo que imaginas. Es una experiencia que va más allá del turismo, te ayuda a enfrentarte a tus miedos, descubrir nuevas pasiones y apreciar tu propia compañía. Además, conocerás una ciudad llena de historia y cultura que te dejará huella.

Entonces, ¿qué esperas para empacar tus maletas y vivir esta aventura? Cusco está listo para recibirte y tú estás lista para conquistarlo.