Abrir los ojos, tomar café, prender la computadora… la rutina diaria de la gran mayoría incluye prender la computadora (o el celular) en algún momento del relato. Cada vez que accionamos ese botón entramos en un trance de pantallas, flotamos entre iconos, nadamos en colores y navegamos entre textos y tipografías. Todo eso a la vez de manera instintiva, porque aprendimos y fuimos entrenados así, lo hacemos de manera inconsciente. Es así como todos los días nos vemos envueltos y sumergidos en eso que llaman interfaz digital.
Cada vez que inicio un nuevo proyecto u ordeno archivos creo una carpeta nueva, así…en medio segundo “botón derecho, nuevo, carpeta”, luego elimino archivos “enviándolos” al tachito de basura… esto que resulta tan obvio, fue pensado y diseñado y es parte de un momento histórico revolucionario en nuestra evolución tecnológica, eso que llaman “diseño de experiencia de usuario” fue creado hace ya mucho tiempo.
Ella estuvo detrás de este nuevo mundo ayudándonos a comprender y a experimentar el uso de esas computadoras que comenzaban a formar parte de nuestra cotidianeidad, una de las diseñadoras más importantes de nuestro tiempo que hizo que esa interfaz sea tan intuitiva, entendible y atractiva, la gigante Susan Kare.
A comienzos de los 80, Susan con casi 30 años trabaja en crear los iconos (toda la interfaz visual) para la primera Apple Macintosh, generando una revolución en el uso del pixel y claramente dando comienzo, sin saberlo, a lo que hoy llamamos Emoji. Sus iconos tienen la combinación perfecta de funcionalidad, simplicidad e impacto visual, valiéndose de una grilla y una expresión minimalista para lograr la “memorabilidad” que necesitamos los usuarios.
¡Es importante entender que en esos tiempos todo el lenguaje para el uso de una computadora se basaba en comandos de textos, imagínate el salto visual y lo entendible que fue para que cualquier persona pueda animarse a usar una computadora!
Susan expresa que el proceso de diseño de iconos sobre una retícula le recordaba a el modo en que su madre tejía con patrones o mosaicos, su gran intuición artística y creativa le permitió atisbar aquello que absorbemos en la niñez y resignificándolo en un nuevo lenguaje. Es curioso como este recurso fue un creativo disparador para diagramar los mensajes de una manera universal.
Un icono está bien hecho si le dices a alguien una vez para qué sirve y no lo olvida.
(Susan Kare)
Trascender las culturas como requerimiento vital en el desarrollo de diseño de signos fue un aspecto visual ejecutado a la perfección por esta diseñadora. Los signos crean imágenes mentales, que tienen que ser percibidos y comprendidos correctamente para producir conocimiento. El cubo de basura, el reloj de espera, una cara feliz que nos da la bienvenida y un pote de pintura son algunos de los signos que utilizamos incluso hoy en día. Todo este universo Susan lo diseño desde cero, dando inicio, transformando y organizando el esquema de comunicación digital en post de un nuevo lenguaje que atendía a la mínima unidad de significación y que infería en un nuevo proceso de interpretación universal.
Pienso en los iconos más como señales de tránsito que como ilustraciones.
(Susan Kare)
A la vez que diseña los iconos para Mac, también diseña las fuentes para la plataforma: New York, Genova, Chicago, Mónaco y Cairo (esta última solo de imágenes). Todas ellas también basadas en una retícula. La creación del símbolo para la tecla command de los teclados de Mac, también forma parte de su inventiva, ese nudo heráldico infinito (conocido como nudo del verdadero amante) aun forma parte del universo Apple. Luego de su paso por Apple junto a Steve Jobs, se transforma en directora creativa de Next (empresa fundada por Jobs), para luego, de forma freelance trabajar para las empresas más importantes del mundo.
Pero en su paso por Microsoft desarrolla uno de los juegos más icónicos para la plataforma Windows 3.0: El solitario. Si eres de los que atravesaste los 90´s con tu primera computadora, este juego fue parte de nuestro entrenamiento tecnológico, el diseño de sus cartas ha quedado en nuestra retina para siempre y es muy habitual que nos de nostalgia recordarlo. (inclusive dan ganas de volver a jugarlo para revivir el vuelo de cartas al finalizar la partida).
Pienso en Susan como una persona que nos entrenó visualmente para poder utilizar las herramientas tecnológicas con las cuales hoy sería impensado no convivir. Muchas veces las acciones diarias se nos presentan como obvias, sin embargo, me gusta volver al inicio y entender el camino como un rompecabezas en el cual ella fue una pieza clave.
Susan es pionera y referente. Por su actualidad, funcionalidad y modernidad su obra perdura en el tiempo, las bases del diseño digital pertenecen a su inventiva, cambió para siempre el lenguaje del usuario con las computadoras, y como mujer diseñadora (en una industria que siempre fue adversa para nosotras) se destacó y generó un alto impacto cultural.
Ahora sí, muevo el mouse hacia el icono del diskette… Guardar.