Dueños del tiempo

¡Que se nos va la pascua, mozas!

(Luis de Góngora)

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.¹

(Francisco de Quevedo)

¿Qué es la vida?: La vida es como una película que cada uno escribe para sí mismo. Ahora que empieza el año, hacernos dueños de nuestra vida, dueños de nuestro tiempo, es un buen propósito.

El ser humano, a diferencia de otros seres vivos, es capaz de pensar, imaginar, actuar; reír, imaginar; decidir a dónde quiere ir, planificar, dar sentido a su propia vida. Cuando el contexto social cambia rápido, millones de personas pierden el sentido de sus vidas, se sienten atrapadas por la productividad y/o por la fe, caen en depresiones: es muy fácil perder el rumbo y dejarse arrastrar por la rutina diaria, por las creencias de moda y por nuevos charlatanes. Los libros sobre autoayuda ocupan en las librerías el triple de espacio que los libros de psicología y sociología juntos, las víctimas de la autoayuda caen bajo ellos y, luego, tras largos sufrimientos piden auxilio a los psicólogos. Algunos autores dan cuenta de ello, como en el psicólogo clínico B. Charco Olea en su libro Hasta los cojones del pensamiento positivo.²

Sabemos que nuestra existencia está dirigida por:

nosotros mismos,
el entorno social y
el tiempo que corre.

Somos dueños de nosotros mismos, podemos provocar cambios sociales (participando en asociaciones), pero el tiempo, el tiempo corre y se desvanece. Si somos dueños de nuestro tiempo, seremos dueños de nuestra existencia, de nuestro futuro.

Al nacer, mientras vivimos, no sabemos cuántos años nos quedan, pero sí sabemos que cada día amanece con 24 horas para vivirlas; cada hora que pasa la vives o la pierdes, y las que sobran no podrás guardarlas para el día siguiente.

Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otros.³

(Steve Jobs)

Procura reducir los grandes consumidores de tiempo:

Desplazamientos en las ciudades.
Jornadas de trabajo prolongadas.
Atrapados en las redes (anti)sociales.
Intoxicados por los medios de (in)comunicación.
Relaciones tóxicas.

¿Dejarás que el azar organice tu vida? Primera recomendación: organiza tu tiempo para que otros no lo organicen por ti; planifica y úsalo en beneficio propio. Amanecemos con 24 h, es muy sano repartir el uso del día en 3 grandes bloques:

Dormir.
Trabajo.
Relaciones sociales y familia.

Chart

Encontrarás técnicas para organizar la semana en Cómo planificar tu semana.⁴

Dormir 8 horas diarias es necesario para nuestra supervivencia individual porque nos aporta descanso y durante el sueño reparador —completamente a oscuras— se produce melatonina —hormona del rejuvenecimiento— que regenera miles de neuronas. Durante el sueño nuestro cuerpo descansa y nuestro cerebro se repara; el cerebro no descansa, sino que organiza lo aprendido del día anterior y visualiza las tareas de mañana; dormir mal provoca trastornos de la salud: ansiedad, depresión, cansancio, distracciones. El dormitorio es exclusivamente para dormir y para los encuentros en pareja.⁵ ¡Que TV, teléfonos o tabletas no entren en la cama! Además, los dispositivos móviles, incluso en reposo, emiten ondas electromagnéticas que dificultan el sueño y pueden provocar trastornos físicos y mentales. La higiene del sueño te ayudará a conseguir el sueño reparador: encontrarás una lista de recomendaciones en la página del Colegio Oficial de Psicólogos de España.⁶ Y reserva 15 minutillos diarios para una siesta, gozarás de sus beneficios.⁷

El trabajo es un medio, no es un fin. 100,000 trabajadores conquistaron la jornada de 8 horas con la Huelga General⁸ iniciada en La Canadiense (1919), huelga que paralizó Barcelona durante 44 días; en 1917 ya la habían conquistado en Uruguay. Sin embargo, millones de personas se ven atrapadas cada día en los desplazamientos y en jornadas de trabajo prolongadas que no aumentan la productividad y sí aumentan el estrés, los trastornos mentales y los conflictos de familia, y mucho más ahora con la implantación de teletrabajo descontrolado. Por suerte, algunas instituciones como el Parlamento Europeo y algunos gobiernos están promoviendo medidas para conciliar la vida familiar con el horario de trabajo.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.⁹

Para gestionar el tiempo en el trabajo, primero escribe cuál es la razón de ser de tu puesto de trabajo, haz una lista de tareas y luego marca las tareas según los siguientes criterios:

Importante: solamente lo puedes hacer tú.
Urgente: se tiene que hacer ya mismo.

En función de esos criterios las tareas pueden ser:

Importantes y urgentes: prioridad 1, hazlo tú ya.
Importantes: prioridad 2, hazlo tú después.
Urgentes: prioridad 3, las puedes delegar en otros.
Ni importantes ni urgentes: que las hagan otros, quizás no sea prioridad.

Actúa luego de establecer tu lista de prioridades.

Encontrarás estrategias de gestión del tiempo para incrementar la productividad en los enlaces de abajo.^10-11

Nuestro tiempo social son las 8 horas diarias que guardamos para «nosotros», las que compartimos con la familia, los amigos, el ocio. Para ello desconecta del trabajo, coge tu agenda y reserva 8 horas diarias para estudiar, familia, ir al cine, escuchar música, aficiones, etc. Si te parece difícil, escribe la tarea en tu agenda y luego márcala después de conseguirla, te alegrarás la vida.