Este año, en el programa El Leñero, donde participan periodistas colombianos y argentinos, se debatió si el 2023 era el peor año del ciclismo latinoamericano luego de muchas temporadas de éxitos como los títulos en grandes vueltas de Nairo Quintana, Richard Carapaz y Egan Bernal. Luego de un sí a la escasez de victorias, el consenso general, con algunas notas al pie sobre lo difícil que resulta ganar en el World Tour, es que este año que termina mostró la necesidad de un recambio de nombres. En particular, un hecho habló de una posibilidad de recambio de país: las intenciones mexicanas de volver a ser protagonista con Isaac del Toro, campeón del Tour de l’Avenir.
Cuando Del Toro se convirtió en el ganador de esta competencia que busca el futuro del ciclismo, escribí un texto para darle la espera que merece. Muchos ganadores del Tour de l’Avenir son ganadores del Tour de Francia, pero no significa que deba pasar. Isaac se volvió un deportista que nos dejó atentos a lo que pueda lograr: México lleva muchos años sin tener un representante en el ciclismo de ruta que sea fácil recordar, desde Raúl Alcalá, quizá. Contar con una promesa en uno de los mejores equipos, el UAE Team Emirates, llena de esperanza al país norteamericano. Tiene tiempo y talento, necesita kilómetros para ver hasta dónde puede llegar.
Hay que recordar la importancia que ha tenido la república mexicana en el ciclismo latinoamericano. Por mucho tiempo, México albergó algunas de las competiciones más importantes de América, como la Vuelta de ese país o la Vuelta a la Juventud Mexicana. Parte del reconocimiento internacional de los ciclistas colombianos se debe a la victoria de Álvaro Pachón Morales en la Vuelta a la Juventud Mexicana en 1967. Martín Emilio ‘Cochíse’ Rodríguez logró el récord mundial de la hora para aficionados en el velódromo Agustín Melgar de Ciudad de México, el 7 de octubre de 1970 (47.566,24 kilómetros); varios nombres ilustres rompieron el récord profesional en la misma ciudad: Merckx, Ritter y Moser; el belga Victor Campenaerts lo hizo muchos años después en Aguascalientes.
Sería injusto aplicar toda la responsabilidad de una patria a Del Toro: México quiere estar presente en el ciclismo de ruta con el equipo continental Forte Petrolike - Androni Giocattoli, que incluye a Gianni Savio como parte de los nombres de una escuadra prometedora. Savio ha firmado a talentos tan importantes como Egan Bernal y por años ha llevado a latinoamericanos a foguearse en el circuito europeo. Además de la presencia de ciclistas mexicanos, el Petrolike cuenta con el ecuatoriano Jonathan Klever Caicedo, Diego Camargo, Nelson Soto, entre otros nombres con experiencia en Europa. Entre las competiciones que correrán en el 2024 están la Vuelta al Táchira y el Tour Colombia.
Como tarea pendiente está consolidar competencias en tierra mexicana: dentro del calendario América Tour del 2024 no hay una sola carrera en México. Como espectador, me encantaría que el calendario de este lado del mundo se alargara o disputara cuando en Europa el clima obliga a parar. ¿No sería un gran momento para captar la atención de los televidentes y fanáticos? Nosotros, ávidos de carreras, podemos esperar con alegría gracias a etapas en Colombia, Argentina, Ecuador, entre otros países. La vuelta a Costa Rica se disputó en este mes; en el hemisferio sur, el verano llega en diciembre. Así podremos aprender más nombres y no esperar hasta que Isaac del Toro gane en Europa para saber qué latinos ruedan. Esto es trabajo de las federaciones.
Pensando en el año que viene, puede que los resultados no sean inmediatos, que las victorias del 2023 no se dupliquen ―es lo más seguro―, pero la expectativa está: Nairo Quintana regresó al Movistar, Egan Bernal sigue mejorando, Richard Carapaz va por más triunfos con el EF, Rigo buscará un retiro espectacular e Isaac del Toro empezará a rodar junto a Tadej Pogačar. Ante la falta de estructuras que potencien a los escarabajos y sus colegas de otras naciones de este continente, el talento y los sueños de victoria nos animan.