Diana de Gales (Diana Frances Spencer), también conocida como Lady Di, fue una de las figuras más icónicas de la cultura popular del siglo XX.
Nacida en Sandringham, Reino Unido en 1961, contrajo matrimonio con el príncipe Carlos en 1981 y se convirtió en la Princesa de Gales. Conocida por su estilo y su trabajo humanitario, se ganó el corazón del público de todo el mundo y se convirtió en un verdadero ícono de la moda y la cultura.
Trágicamente, murió en un accidente automovilístico en 1997, pero su legado y su influencia continúan siendo recordados y celebrados hasta el día de hoy.
Entre sus atuendos más emblemáticos se encuentra el llamado revenge dress o «vestido de la venganza», que se ha convertido en un hito en la historia de la moda y fue ampliamente imitado por diseñadores y seguidores.
Se trataba de un little black dress asimétrico, drapeado, con escote bardot y de hombros descubiertos, diseñado por Christina Stambolia. Este, iba combinado con medias negras, tacones de aguja de Manolo Blahnik, un bolso de Salvatore Ferragamo y un collar de perlas muy llamativo.
Fue usado en la gala benéfica anual de Vanity Fair, pero la realidad es que este vestido llevaba dos años en el closet de la princesa sin haberse usado, pues lo consideraban demasiado revelador para la imagen sofisticada que públicamente reflejaba.
Originalmente ella usaría un vestido Valentino, más apegado a las reglas tradicionales de vestimenta de la monarquía, pero su look fue filtrado a través de un comunicado de prensa emitido por la misma marca en un intento de promocionarse en la prensa.
Esto no le agradó a Diana, así que comenzó a considerar otras opciones de vestuario, y a todo esto se sumó la famosa entrevista de su esposo, que estaba por ser publicada.
Horas antes, el príncipe Carlos había revelado en un programa transmitido en prime time, que le había sido infiel durante prácticamente todo su matrimonio con la actual reina consorte, Camilla Parker.
Como una muestra de compromiso con sus responsabilidades y su papel como figura de la realeza, aún después de esta humillación pública, había tomado la decisión de salir y darle la cara a la prensa, el público y los asistentes de la gala.
Diana, entonces, se decidió por un atuendo que representara determinación, resiliencia y fuerza; fue así como de último minuto, optaron por el vestido negro de Christina Stambolia.
Causó mucha controversia, pues en una sola tarde estaba rompiendo varios protocolos de la realeza al mismo tiempo. Estaba vistiendo de negro, algo que estaba reservado solo para el luto por la muerte de integrantes de la familia real o de personas muy importantes.
Cabe destacar que el color negro simboliza la noche, el misterio, el lujo, la fortaleza, y es el máximo código de poder.
Otro detalle es que la princesa estaba usando un esmalte rojo muy llamativo, que además de no estar permitido, simboliza la sensualidad, energía, rebeldía, pasión, ira, atrevimiento y determinación.
La realeza acepta únicamente el uso de esmaltes tonos neutros y discretos, tales como nudes, blancos y algunos rosas pálidos. El uso de tonos oscuros o intensos está prohibido.
Estas decisiones se interpretaron como una muestra de desafío y transgresión hacia las tradiciones y protocolos de la familia real, porque su comportamiento y sus decisiones estaban sujetas a un escrutinio público mayor.
El revenge dress es solo uno de los muchos ejemplos de su impacto en la industria y en la cultura popular. Su legado en la moda se ha manifestado en la influencia que sigue teniendo en nosotros décadas después de su muerte. Su impacto duradero se debe a su habilidad para redefinir las expectativas de estilo en la realeza y en la sociedad en general.
Lady Di sigue siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones y su estilo sigue siendo admirado y replicado.