¿Cómo son los perfiles profesionales que actualmente exige la industria de la moda? Porque parece ser que, en el tablón de anuncios de empleo relacionados en este ámbito, ya no hay hueco para los viejos oficios. Este es un breve ejemplo de lo que se puede encontrar: se necesitan expertos en responsabilidad corporativa que puedan prever situaciones conflictivas en la empresa y evitar posibles demandas por racismo, sexismo o discriminación; se requieren artistas digitales para campañas de publicidad, videos promocionales y editoriales. O, igualmente, se precisan especialistas en experiencia de compra que demuestren empatía para establecer relaciones más íntimas y profundas con los clientes online.
El hecho es que a la industria del vestir no le ha quedado más remedio que reinventarse dado tanto por el giro sociocultural que han experimentado los hábitos de consumo como por la nueva conciencia ética a la que estamos asistiendo. En otras palabras: el sector de la moda está conociendo una expansión de los horizontes laborales realmente revolucionaria.
Es más, tal y como asegura el reciente State of Fashion 2022, el informe de previsiones para el negocio indumentario que elabora anualmente la consultora McKinsey & Co. para el portal The Business of Fashion, «nunca ha habido tantas oportunidades para trabajar donde, cuando y como uno quiera, en un mercado en constante evolución».
Sin embargo, el escenario real no resulta tan halagüeño. Según una encuesta realizada para el citado estudio, «durante los últimos 18 meses, la moda ha perdido no poco atractivo y capacidad de convocatoria en términos laborales; en este sentido, el 49% de sus empleados reconoce sentirse desencantado; mientras, el escaso progreso de las empresas en cuestión de diversidad, igualdad e inclusión y la preocupación por el negativo impacto medioambiental de una industria reacia a la hora de cambiar sus estrategias productivas, son quejas recurrentes».
Por otro lado, la sacudida se siente en todos los eslabones de la cadena, incluso en los altos puestos ejecutivos: el 34% de los directivos sondeados por McKinsey afirma que ha considerado dejar su cargo en este tiempo. Y luego están los salarios, efectivamente, cada vez más precarios; de hecho, los programas de becas y prácticas sin remunerar siguen estando a la orden del día.
Con todo, y en vista de la situación reinante, algunas compañías han comenzado a renovar sus dinámicas de negocio para atraer a las nuevas generaciones. Así, a finales del pasado septiembre, el conglomerado LVMH hacía pública su intención de contratar para diversos puestos a 25,000 jóvenes menores de 30 años, en todo el mundo, durante 2022.
Como explica Chantal Gaemperle, directora de recursos humanos y sinergias del grupo de Bernard Arnault, «durante los últimos 16 años, LVMH se ha convertido en la compañía más atractiva entre los estudiantes de las escuelas de negocios. En un momento de crisis como el actual, que afecta particularmente a las posibilidades de encontrar empleo en el caso de los jóvenes, nuestro objetivo es apoyarlos con acciones determinadas a partir de las que pueden desarrollar una carrera».
En concreto, el conglomerado multinacional planea ofrecer solo en Francia 5,000 contratos en prácticas y 2,500 fijos antes de que acabe el año a través de su programa Craft The Future y la plataforma educativa online Insidelvmh.com, abierta a solicitudes de todos los rincones del mundo y sin necesidad de poseer conocimientos previos de moda; junto a esto, España, Italia, Alemania y Japón contarán con sus propios programas de aprendizaje, a desarrollar próximamente en colaboración con distintas escuelas y universidades.
Tampoco hay que olvidar que otras estrategias del negocio del diseño estudiadas para recuperar la atención en el mercado laboral pasan por la materia de responsabilidad y los derechos sociales sin dejar atrás el plano de la diversidad y, por supuesto, el de la sostenibilidad. Sin duda, los nuevos retos de los grandes de la moda futura.
Nota
Rodríguez, R. (2022). Digitales y muy creativos, así son los perfiles profesionales que ahora busca la industria de la moda. El País. Enero, 24.