El club Annabel’s fue fundado en 1963 por el aristócrata Marck Birley, empresario hotelero e hijo de Sir Oswald Birles, el retratista de la aristocracia de Londres en ese momento. Un club nocturno creado solo para la élite de la época y cuyo nombre hace referencia a la mujer del Sr. Birley, Lady Annabel Goldsmith. Como referencia, su sobrina Loulou de la Falaise fue para Yves Saint Lauren su musa.
Se emplazó en el Barrio de Mayfair en el número 44 de Bekerley Square y fue un club nocturno al que, para acceder, se debía bajar unas escaleras bajo un dosel rayado. Lo primero que se veía al entrar era el famoso cuadro de Picasso Mujer con boina roja y Pon Pon retrato al óleo de Maria-Therese Walter de 1937. En su interior se podían ver cuadros de sus perros junto con elementos y obras que Sr. Birley traía de sus viajes.
Fue un club nocturno lleno de glamur con esencia decadente y mucha energía donde las modelos y los diseñadores podían cenar con luz tenue debido a las velas bajo techos abovedados. Durante 50 años, hasta su venta en el año 2007, la discreción fue su gran valor ya que lo que pasaba en su interior allí se quedaba. Por supuesto tuvo un código de etiqueta muy riguroso solo posible para sus clientes afamados y adinerados cómo Mick Jagger, Lady Diana de Gales o Margaret Thatcher. Cuentan que John Wayne se emborrachó casi desnudo y que Ella Fitzgerald y Ray Charles cantaron y bailaron allí.
Se convirtió en un place to be donde las sombras del ambiente misterioso y sexy con espejos creaba un ambiente propicio para la indiscreción solo en su interior.
En un documental que dirigió Ridley Scott en el año 2014 llamado A String of Naked Lightbulbs, Naomi Campbell declaró: «Me gusta Annabel’s porque no es luminoso».
La reapertura del club Annabel’s en el año 2018
Richard Caring adquirió el club Annabel’s en el año 2007 y lo trasladó al lado del antiguo en el número 46 de Bekerley Square en una mansión georgiana del siglo XVIII.
El famoso club pasó a tener un horario mucho más amplio, ya que la casa de cuatro pisos cuenta con varios restaurantes, bares, comedores privados, un salón para fumar puros, terraza con jardín y, en el sótano, un club nocturno. Sus miembros pueden desayunar, comer, merendar, cenar y bailar. Hasta un paseador de perros se puede contratar.
Como buen empresario, Richard Caring, se rodeó de un equipo de conocidos especialistas en diseño, arte, decoración y música para conseguir seguir en la vanguardia de la creatividad. El espíritu del club debe continuar y para ello contrató a Martin Brudnizk Design Studio para la supervisión de las obras y su decoración. Al mismo tiempo, contrató a:
- Guillaume Glipa de director ejecutivo.
- Graziano Arricale de director de operaciones.
- Astrid Harbord de directora gerente de membresías.
- Rebecca Burdess de directora de membresías.
Todo el club debe tener el mismo ambiente sofisticado y decadente que tanto gusta a sus miembros, pero con un punto más de excentricidad británica. El presupuesto para esta obra fue de alrededor de 55 millones de libras para una superficie de aproximadamente 2500 metros cuadrados (26000 pies cuadrados según las fuentes consultadas).
Antes de su inauguración en la primavera del año 2018, Richard Caring encargo a Pullman Editions el diseño del cartel para su apertura con el estilo emblemático del club, el Art Deco. Para promocionar el evento crearon una edición limitada del póster con un tamaño de 97x65 cm que se pusieron a la venta el 1 de diciembre de 2017 para la Navidad.
Diferencias en el nuevo Annabel’s de Richard Caring con el del Sr. Birley
Ya no es solo un club nocturno, se ha transformado en una mansión con multitud de opciones para disfrutar de las estancias y del ocio durante el día y la noche. Tiene siete restaurantes, cuatro bares, dos comedores privados, un salón para fumadores, una terraza con jardín y restaurante, un gimnasio (con clases de yoga) y el club nocturno.
La primera excentricidad de Richard Caring, que crea una gran polémica en el mundo del arte, es el rebautizamiento del famoso cuadro de Pablo Picasso de Mujer con boina roja y Pon Pon por Annabel’s. Algo completamente inusual que se interpreta como un ataque a la integridad del artista y su obra y un pulso al mundo del arte.
Al adentrarnos en el club contemplamos un mundo ostentoso, excéntrico, recargado, algunos lo llaman «maximalista», donde la mezcla de estilos nos transporta a un mundo imaginario y digno de una película de fantasía. Están mezclados el estampado de animal print con flores y estampados campestres, elementos rococós, un unicornio en el vestíbulo colgando del techo, obras de arte de primera categoría, consiguiendo una armonía que funciona y que, aun siendo barroca y recargada, resulta atractiva y divertida.
Los tiradores de la bebida tienen forma de elefante, las lámparas tienen forma de monos. En las fotos pueden hacerse una idea de la ostentosidad, el exceso de kitsch y la excentricidad, pero también lo bien que combinan todos estos estilos.
Existe un salón solo para los 100 miembros fundadores llamado «Legacy Room» al que para entrar se deben entornar unos pomos con forma de monos y en su interior disfrutar de obras de arte de Modigliani, Chagall y Picasso.
En la última planta se encuentran los aseos. En el de las mujeres los lavabos son tallados a mano con forma de la flor de bergenia; las lámparas son de murano, el color elegido es un rosa pastel; los grifos son de oro; tienen sillones tête-à-tête, estatuas griegas, techo de flores y música disco. En el de los hombres, para entrar, debe andarse por un pasillo oscuro con demonios y calaveras, el lavabo es de ónix con forma de cocodrilo y música de aullidos.
Derek Blasberg, famoso periodista de moda ha sido el encargado de diseñar el nuevo dress code adaptado a los nuevos miembros del club más jóvenes, adictos a las nuevas tecnologías. Su propósito es que el club siga teniendo ese aire de exclusividad y elegancia.
- Los móviles y portátiles están permitidos solo en el salón «Mexican» hasta las 18:00 horas.
- Se pueden llevar jeans sin roturas ni sucios hasta las 18:00 horas.
- Prohibidos los sombreros, gorras y las gafas de sol.
- Las deportivas elegantes y sin uso de gimnasio.
- La ropa deportiva prohibida.
- A partir de las 18:00 los hombres deben llevar chaqueta.
- Las mujeres deben vestir con decoro.
Si bien es toda una experiencia disfrutar de este nuevo club Annabel’s me temo que el valor principal del antiguo, la discreción, y conseguir que nada de lo que pase dentro salga a la luz se ha convertido en una utopía. Con las nuevas tecnologías y las redes sociales, quién va a cumplir la prohibición de hacer fotos cuando un selfi vale oro y los nuevos miembros con edades mucho más jóvenes son adictos a las nuevas tecnologías y enseñan lo que están haciendo en cualquier momento de su día.