Se trata de una comarca en la privilegiada Toscana, bordeada de una de las costas más elegantes, que comprende el interior de la provincia de Lucca e incluye los territorios de los municipios de Pietrasanta, Forte dei Marmi, Seravezza, Stazzema, Viareggio, Camaiore y Massarosa.
Y es Pietrasanta y su territorio los que merecen ser enfocados: en su municipio, a los pies de las 165 canteras del blanco mármol de Carrara, el mejor mármol estatuario del mundo, en los Alpes Apuanos, la llamada pequeña Atenas, fundada en 1255 por Guiscardo Pietrasanta, goza de una posición estratégica cerca del mar y al tiempo de la Vía Francígena (el camino surcado por los peregrinos para llegar a Brindisi y de ahí a Jerusalén).
Así pues, en el corazón del sugestivo marco que trasciende de su pasado histórico-artístico, surge el Paradis Hotel, inaugurado hace un año con el objetivo de crear una cordial acogida de alto nivel hostelero: un lugar donde disfrutar de una absoluta tranquilidad y de una refinada hospitalidad. En su interior, se refleja un gusto selecto: a partir de los muros del siglo XVI del palacio con su imponente torreón, al precioso mármol que reviste los salones hasta las pinturas, las esculturas y los vaciados de yeso, que acompañan al cliente por los pasillos y las habitaciones.
Y para coronar su elegante decoración, el Paradis se rodea de un gran jardín donde se mezclan colores y aromas de plantas y flores, que evoca el anhelado Edén, proyectado por el arquitecto francés Jean Mus, en cuyo centro reluce una valiosa fuente de mármol denominada «la fuente de los artistas» y en donde el visitante suele sorprenderse ante la obra única del escultor Bernard Bezzina (Mano Divition III, 2016).
Tras este ambicioso proyecto, que aúna una acogida de alto nivel y la calidad productiva de una casa rural, gracias a las manos y a la experiencia culinaria del Chef parisino, Alain Cirelli, dotado de un largo curriculum en las mayores cocinas merecedoras de estrellas italianas y francesas, el cual, enamorado de Versilia y de su prestigioso pasado, decidió transformar un palacio histórico en este hotel boutique franco-italiano. Así como franco-italiano es su arte culinario, fruto de la colaboración entre Cirelli y su amigo también chef Jonni Bertolaccini, para aportar a la calidad la autenticidad del territorio, según la filosofía de los productos ecológicos y de temporada, cuya mayoría procede de la eco-granja, Paradis Agricole (una especial casa rural que ofrece todo tipo de producción de la tierra), a pocos kilómetros de este hotel, asomado a la plaza Crispi, con reconfortante impacto en la deliciosa localidad de Pietrasanta. De hecho, sus habitantes frecuentan libremente tanto su restaurante como su barra profesional Ariodante para tomar una copa después de cenar. Ambos a la debida altura de calidad para disfrutar con los cinco sentidos.
Así pues, a menos de un kilómetro el citado Paradis Agricole Pietrasanta la casa rural de lujo, que se extiende por ocho hectáreas de verde, representa el proyecto soñado de dos iluminados profesionales, Alain Cirelli y Laurent Flechet, que vieron hace unos años el potencial futuro de estos terrenos. A partir de su visión, la proyectación de la casa rural, centro de la actividad del agriturismo, creada con el concepto de una granja agrícola 100% ecológica, recientemente ultimada, que dispone de nueve amplias habitaciones en un escogido estilo rural con sendos baños completos, todas ladeadas por salas, salones, chimeneas y espacios silenciosos de lectura. Y por si fuera poco, para quien decide retirarse, puede optar por la «casa de las hierbas» de 90 m2 que despliega una arquitectura de inspiración de lo más espiritual.
En este enclave naturalístico se privilegia compartir la hospitalidad. Es decir, los huéspedes tienen la posibilidad de dejarse seducir por la vida de campo, por el intercambio, yendo a recoger la fruta de los árboles y la verdura en los huertos para después decidir cómo cocinarlos o dejar cocinarlos al chef. Además, existe la posibilidad de asistir a las clases de cocina. Desayuno, almuerzo y cena se consumirán en una larga mesa en el exterior, rigurosamente en grupo así como las noches de verano organizadas según los temas de la tradición toscana, del cine y de la música. No podían faltar las atenciones al espíritu y al fisico, con las sesiones de yoga, activaciones musculares, sauna, espacios de bienestar y paseos entre el verde además de zambullidas en una piscina situada al lado del núcleo principal del conjunto rural.
Enfin, entre naturaleza y arte, la genialidad de Jean Mus se demuestra en los jardines, en el parque, en los campos y en las entradas enmarcadas por deliciosas plantas. El famoso arquitecto paisajista francés ha logrado valorizar de la mejor manera la propiedad Paradis Agricole, rodeada de 900 olivos y 150 cipreses, que le aportan un toque auténticamente toscano.
Y dentro de este espacio verde «viven» tambien las obras y los bocetos de Nicola Giannoni, conocido como il Pivino, ya colaborador de Botero y Mitoraj. Las esculturas embellecen la naturaleza circundante como símbolo de la esencia artística campesina de la región Toscana.
Además de pernoctar, el Paradis Agricole acoge a todo aquel que, desde las 8:00 de la mañana a las 20:00 de la tarde, quieran adquirir algún producto, disfrutar de una vuelta entre olivos, visitar el recinto de los animales o pararse frente al lago o bien tomar un aperitivo al borde de la piscina.
De igual forma, este paraíso está preparado y equipado para celebrar fiestas privadas o bodas, teniendo en cuenta que en caso de mal tiempo, el Paradis Agricole cuenta con un sugestivo invernadero acristalado de 4.000 m2. ¡Verlo para enamorarse!
Por último, para diversificar el tiempo libre, en las cercanías atraen las exposiciones de Pino Biggi. Disciplina del silencio en las Caballerizas del Palacio Mediceo de Seravezza (hasta el 15 de agosto), Da Fattori a De Chirico y Carrà en el Palacio Cucchiari de Carrara (hasta el 30 de octubre), conciertos y festivales como el de Puccini en Torre del Lago (Viareggio) -desde mediados de Julio a mediados de septiembre-, que entrelazan las mejores notas musicales y voces líricas para intensificar la estancia en Versilia.