Querido Santa Claus:
Se que no existes; que todos los regalos que recibí en tu nombre eran mis padres siguiendo una de las mejores tradiciones que existen. Se que no existes; ni tu taller, ni duendes, ni renos ni magia, pero ante la oscuridad que se cierne sobre nosotros y la acumulación de malas noticias uno busca refugio en las viejas fantasías de nuestra infancia.
La mente del niño se enfrenta a un mundo peligroso, hostil y que no termina de comprender. Por lo que encuentra en la fantasía y su imaginación las herramientas para intentar controlar y sobrellevar la existencia. Por eso regreso a ti; porque el presente y el futuro son una hidra de mil cabezas que nos devora sin piedad.
Recuerdo cómo funciona la operación contigo. Uno lleno de esperanza te escribe una lista de peticiones y tú, juzgando por nuestro comportamiento, entregas los deseos la mañana del 25 de diciembre.
1) Por favor ayúdanos con la vacunación contra la COVID-19.
En lo personal me urge que la FDA y otras autoridades médicas den luz verde a la vacunación para niños menores de 5 años.
Pero no solo es una petición personal. Hay millones de niños y adultos alrededor del mundo que no han sido vacunados. Miles son los culpables de esto. Y el virus sigue golpeando a la humanidad, un ángel de la muerte entre nosotros que depreda y muta. Querido Santa Claus necesitamos más humanos vacunados.
Te quiero pedir nos ayudes a detener al movimiento antivacunas que tanto poder tiene y tan peligroso se ha vuelto. Son el producto de dos grandes tendencias actuales; por un lado, somos una generación a la que las bendiciones de la ciencia nos han vuelto ignorantes de la tragedia que era un mundo sin ciencia, sin vacunas, donde la polio, tuberculosis y viruela nos arrebataban la vida. Vivimos en un mundo mejor que se voltea ignorante contra aquello que nos ha dado tanto.
Por otro lado, la ignorancia se ha democratizado en uno de los grandes fracasos de la modernidad. Es por esto, querido Santa Claus, que vivimos en una época de desprestigio a los expertos. Se cree que en todos los temas todas las opiniones son igual de relevantes.
2) Cuida a la República de China (Taiwán) de la dictadura de la República Popular China.
Más allá de los gordianos arreglos diplomáticos y políticos, en los hechos, en facts in the grown, la República de China es un Estado legítimo, funcional e independiente. Y vale la pena decir una democracia liberal donde se respetan los derechos humanos.
La República Popular China, la dictadura más peligrosa para el mundo en nuestro siglo, quiere avasallar y anexar a la Taiwán libre.
¿Te dejan entrar a la República Popular China o te ha censurado la dictadura genocida? Si tienes oportunidad de pasar dale regalos y esperanzas a los Uigures en Xinjiang.
3) No más tiroteos en escuelas de EE. UU. Solo eso.
4) Alivia la presión que Rusia ha ejercido sobre Ucrania en los últimos meses, favoreciendo a los separatistas del Este y movilizando sus tropas a la frontera.
La historia de Ucrania es una epopeya donde la tragedia y el dolor son los personajes principales. Guerras, invasiones, regímenes autoritarios y hambrunas abundan. A finales del siglo XX lograron su independencia de la URSS y han vivido en una dura tensión entre aquellos que quieren mantener los lazos con Rusia y aquellos quienes quieren acercarse más a Occidente.
Las revueltas y manifestaciones del 2013 y 2014 quitaron a un presidente prorruso para poner uno proeuropeo e iniciar un proceso de integración Europa Occidental. La respuesta de los derrotados prorrusos no se hizo esperar; los levantamientos en Crimea, su siguiente anexión a la Federación Rusa y los levantamientos armados en Donbás (apoyados desde Moscú).
Las tensiones entre Moscú y Kiev han ido in crescendo al grado de tensar las relaciones entre Putin y Biden (con Antony Blinken a su lado). Los recuerdos de la pasada Guerra Fría amenazan con un nuevo capítulo de dolor en Ucrania Por favor, Santa Claus, reparte juguetes a los niños ucranianos y ayuda a traer paz y tranquilidad.
5) Para México, Santa Claus, no puedo pedirte más que nos ayudes a salir de alguno de sus múltiples problemas. Tiempos oscuros caen sobre nosotros, por lo que quiero una sola cosa, que nos ayudes a solucionar uno único de nuestros problemas. El que tu elijas.
No me queda más que despedirme. Agradecerte los años de alegría, los millones de sonrisas.
Que tengas una feliz navidad, Santa Claus. Saludos a la señora, los duendes y los renos.
Atentamente,
Fernando Villela
P. D. Mientras escribo estas palabras, en Chiapas un tráiler repleto de inmigrantes centroamericanos buscando llegar a EE. UU. tuvo un accidente se volcó matando a 55 personas.
Por favor, no te olvides de ellos, del infierno que es México para los inmigrantes.