Las más prestigiosas universidades del planeta se han convertido en conciliábulos de la mentira con la finalidad de desinformar y distorsionar el conocimiento (José Tejada Maury).

El agua nos da la vida, lo que no se puede aceptar es que, se mercantilice para controlar esa misma vida.

Las guerras por el petróleo y las supuestas crisis energéticas solo han tenido su origen en el dominio de la economía mundial, frases expuestas por personajes de la élite mundial tales como: «si controlamos el petróleo, controlaremos las economías y si controlamos los alimentos controlaremos a la población».

Toda esta farsa concatenada con desinformación académica y mediática solo estriba en seguir controlando a la humanidad. Hoy, precisamente cuando al mayor consumidor de petróleo del planeta se le han agotado sus reservas y por las condiciones geopolíticas es muy complicado y costoso intervenir países foráneos, necesita una estrategia para no verse afectado a raíz de su necesidad interna de demanda energética y hacer injerencias en países ajenos.

Por muy abundante que esta sea, el agua jamás debe utilizarse como materia prima para producir hidrógeno como combustible y menos aceptar cotizaciones en bolsas de valores ya que eso la convierte en bien monetario con fines monopolísticos y atentatorios contra el derecho a la vida.

Bien entendemos que vivimos en un planeta que, a pesar de llamarse Tierra, su composición está en 3/4 partes de agua y que debido a ello se le conoce como el planeta azul y su principal reserva de agua dulce se encuentra en el mar en una cantidad de 1.4 trillones de toneladas cúbicas, eso sin contar con la contenida en la capa freática.

Cuando nos referimos al ciclo del agua en el planeta Tierra, estamos afirmando en forma categórica y contundente que es imposible el hecho de que ella se agote, gracias a este ciclo, incentivado por las dos formas de energía provenientes del sol como son la luz y el calor, la evaporación de la superficie tanto de ríos, lagos, lagunas y sobre todo de la superficie marina, se evapora yendo a formar las nubes, estas arrastradas por los vientos, muchas al llegar a las montañas se enfrían , con lo cual se condensan, es decir, se vuelven líquidas, cayendo en forma de lluvia, al caer estas de las montañas parte es absorbida por la Tierra formando fuentes de aguas subterráneas, que surten los manantiales. Estamos ante el hecho más objetivo y realista que sella para siempre el abismo de los pitonisas de la academia y su mentira de la escasez de agua, sobre todo, a esos organismos manipuladores y sus tantas agencias gubernamentales y no gubernamentales que se valen de su poder para lanzar a toda hora estos mensajes subliminales que se aceptan incluso por parte de «especialistas en el tema», que ni siquiera se toman el trabajo de verificar ni de objetar, ya que sus argumentos están soportados con base en la ignorancia, la mentira y el dogma de academia. Estos tres aspectos no le dan argumentos de peso para poder objetar absolutamente nada y con mayor razón no poseen los elementos de juicio para dilucidar sobre el tema.

Una de las grandes mentiras del Nuevo Orden Mundial ha sido la del calentamiento global, estrategia con la cual siguen manipulando las economías emergentes en lo relacionado al consumo de combustibles, y tratar de imponerse a la OPEP. Dos pilares estratégicos del Nuevo Orden Mundial son controlar las economías a través del control del petróleo o de otros combustibles y controlar a la población mediante el control de los alimentos; así como tener el monopolio de los energéticos, alimentos y el agua a nivel mundial, por eso hacen una transición psicológica del agua por el petróleo para poder darle el rumbo hacia sus mezquinos intereses.

El fiasco académico más obtuso del siglo XX y XXI

Cuando se lanzan supuestos estudios y no se someten a validación, todo lo que se derive de allí termina en desinformación. Si bien al mundo académico, que es el que más responsabilidad lleva en esta parte, se le ha vendido una literatura fraudulenta, dolosa y engañosa, en la modernidad se están formando profesionales carentes de pensamiento creativo, interpretativo y sin ninguna clase de análisis o con conocimiento epistemológico para desentrañar el meollo del problema.

El mundo académico se centró en unos patrones de referencia y modelos supuestos para hacer referencia a un calentamiento global, ignorando la parte científica sobre el tema, se detecta que inicialmente fue doblegar a la OPEP, aun cuando la depredación existe en todas sus formas, que van desde la exploración y explotación hasta la quema de los combustibles tradicionales, ningún especialista se percató que el modelo tiene el supuesto de lo que ocurriría si al menos la temperatura en el planeta Tierra aumentara en 2 grados centígrados. Con este argumento desconocieron hasta los ciclos de los elementos y compuestos moleculares tanto orgánicos como inorgánicos, incluso violando hasta los principios de conservación de masa y energía y las leyes de los gases. Ignoraron que los océanos disuelven los excesos de CO2 atmosféricos formando el carbonato de calcio y que por ello la proporción de CO2 es constante en la atmósfera. El CO2 existe en la atmósfera en proporción de alrededor de 3 partes en 10,000 (0.03 por ciento) en volumen. Este es un hecho significativo, pues; la existencia de la vida depende del CO2 y la fuente de carbono contenida en ellos es en última instancia el CO2 atmosférico. La proporción de CO2 en la atmósfera se mantiene constante debido a sus ciclo, los océanos disuelven los excesos de CO2 de la atmosfera en lugares diferentes y constituyen depósitos de roca calcárea en forma de cono irregular y con la punta hacia abajo que se forman en el techo de las cavernas por filtración lenta de las aguas con carbonato de calcio en solución; a estos se les denomina estalactitas y, cuando tienen la punta hacia arriba, que se forma en el suelo de una caverna al gotear se les denomina estalagmitas. El gas carbónico tiene efecto de enfriamiento de allí que también se le conoce como nieve carbónica o hielo seco.

Pero resulta que el problema no es ese, el problema que verdaderamente se nos viene encima, es que ya se están produciendo vehículos que trabajan con hidrógeno como combustible y la materia prima para ello es el agua. Entonces empieza una «guerra de las trasnacionales» por monopolizar este valioso recurso vital, materia prima de locomoción. Si se está bursatilizando al agua, es para que las trasnacionales, aprovechando que algunos países no tienen abundante agua, se tomen el trabajo de incursionar en otros en dónde sí existe abundancia de este recurso y robarse de frente y sin tantos protocolos el agua para comerciarla y hacer un negocio rentable para ello, además de controlar a la vida.

Basados en una propiedad química que tiene la molécula de agua, que esta se descompone o disocia con baja corriente eléctrica, hoy se pretende sustituir al petróleo por el agua ya que dentro de los componentes de ignición traen los dispositivos para realizar el procedimiento y alimentar a los vehículos con agua líquida. El anzuelo es la aparente cotización para asegurar a futuro el suministro.

¿Cuál es el verdadero riesgo de utilizar el agua como sustituto del petróleo?

El mundo académico a través de sus más prestigiosas universidades se dedicó a formar grupos interdisciplinarios para difundir e imponer la mentira como dogma, esta vez la realidad histórica, basada en los principios éticos y científicos les conducirá a entrar la razón sobre el porqué no puede utilizarse el agua como materia prima y menos el hidrógeno como combustible.

A diferencia del CO2 el vapor de agua que está constituido en un 80% de la atmósfera, con la quema de hidrógeno se incrementarán las proporciones de este gas. Cuando se quema el hidrógeno se desprende un gas llamado: «vapor de agua», bien sabemos los entendidos en el tema, que el único gas de invernadero desde el punto de vista científico (teórico y práctico) es el vapor de agua y no algún otro compuesto molecular. La palabra invernadero se deriva de invernáculo que significa «protegerse del frío», es el vapor de agua el que evita que el suelo se enfríe tan pronto se oculta la luz solar —es perogrullada resaltar que podemos sacar deducciones para la época de los solsticios de invierno tanto para el hemisferio norte como para el hemisferio sur, el papel que desempeña el ciclo del agua dentro del clima global. Hay un detalle más importante cuando nos referimos a las mediciones científicas sobre el calor y a la temperatura como lo es la medida del calor, resulta que se toma como referencia a la «caloría», definiendo a la caloría como la cantidad de calor que se requiere para elevar la temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado. Con base en esta definición científica se concluye que el único gas de invernadero es el vapor de agua y que este gas de invernadero sí incrementa el calor en la atmósfera terrestre cuando se quema el hidrógeno ya que la atmósfera está constituida en un 80% de vapor de agua. Por consiguiente, esto nos traerá consecuencias desastrosas a nivel planetario, esto incrementará la temperatura y la sensación térmica será mayor debido a que se rompe el equilibrio y porcentaje atmosférico.

Para que tengamos una idea, el agua en nuestro planeta existe en las proporciones conocidas (2/3 partes) y diariamente el sol evapora unos 300,000 millones de litros por segundo, la cual es devuelta de nuevo a la tierra en forma de lluvia. Nos queda el interrogante de cuánto vapor de agua o cantidad de agua se le inyectarán a la atmósfera con el uso del hidrógeno como combustible y además de eso teniendo en cuenta que es el ciclo global del agua el que regula el clima en el planeta Tierra. Las verdaderas consecuencias no podrán ocultarlas, es decir; ahora sí estamos alterando el clima terrestre al introducirle más vapor de agua a la atmosfera.

Al aumentar la cantidad de vapor de agua ya no en las condiciones normales y naturales como lo es la evaporación de la superficie terrestre a través de la luz y el calor solar, sino inyectándole cantidades exorbitantes adicionales a través de los exostos de vehículos consumidores de agua como materia prima para combustible, estaremos incrementando la humedad relativa con consecuencias impredecibles para vida en el planeta Tierra, la temperatura necesariamente incrementará y por ende la sensación térmica, además se anexan elementos complejos como es el uso de las microondas en la atmósfera debido a la cantidad incontenible de antenas que emiten microondas y debido a que el agua por tener molécula bipolar, la microonda la hace rotar 2,450 millones de veces por segundo, lo cual incrementa el calor atmosférico por fricción. Los inviernos serán más fuertes, los veranos también, pero los desastres para ambos hemisferios (norte y sur), tan pronto salgan de sus temporadas de frío, vendrán inundaciones incontrolables y, por supuesto, los incendios forestales serán más acentuados y con efectos devastadores.

El agua en el planeta Tierra un recurso renovable e inagotable

Regresando al tema del agua, pues bien, gracias al ciclo (circulación), natural del agua en el planeta se hace imposible su agotamiento, la cantidad evaporada es la misma que se precipita, dependiendo del sistema de vientos, así se dirigirá a determinado lugar, por lo general al entrar a las montañas el vapor se enfría y se condensa cayendo en forma de lluvia (si no hay interferencia con microondas o con energía procedente de magnetrones ubicados en sistemas de antenas).

Gracias a luz y calor del sol, la evaporación del agua de mar, el proceso natural de conversión de agua salada en dulce, además de la ocurrida en la superficie terrestre, en lagos, ríos y lagunas la provisión de agua dulce es permanente e inagotable.

El mayor proveedor de agua dulce de la Tierra es el mar, en su principal reserva 1.4 trillones de toneladas cúbicas. Si llegásemos a la posibilidad de que se agotara el agua dulce sobre toda la superficie de la Tierra (incluyendo capa freática, reitero situación que es imposible), tendríamos suficiente agua para sostener la vida humana por quinientos años seguidos, consumiendo dos litros en promedio por persona por día para 50 mil millones de habitantes con promedio de 100 años de vida cada uno y por 500 años seguidos y aun quedaría agua para más, tomen lápiz, papel y hagan ustedes la cuenta como ejercicio práctico. Viene la pregunta ¿Cómo vamos a hacerlo?, el proceso de ósmosis reversible de conversión de agua salada en dulce a través de plantas diseñadas para ello sería una alternativa pero si aplicamos la tecnología en este caso microondas y la particularidad de la moléculas de agua, podemos evaporar agua de la superficie del mar dentro de un área determinada (manejada por expertos) y después de evaporarla redirigirla hacia determinada área, crear los núcleos de condensación y precipitarla, recuperaremos cuerpos de agua, limpiaremos la atmosfera, le llevaremos agua a los campos para producir más alimentos.

Es una tecnología avanzada trabajar con los potenciales eléctricos y de ionización atmosférica para producir lluvias y el buen uso de la ionosfera en los procesos meteorológicos para el bienestar de la humanidad.

También podemos obtener agua a través de torres de destilación de construcción artesanales.

Hace más de 40 años tuve la oportunidad de conocer las evaporadoras de agua de mar, se utilizan en barcos mercantes para hacer potable el agua de mar, eso no es nada del otro mundo, así que no debemos estar aterrorizados por supuestas guerras por el agua porque cada país debe ser soberano de sus recursos y si en verdad desean bursatilizar el agua, que sea la que se elabora por ellos en laboratorios mediante el enlace de hidrógeno y oxígeno hoy todo esto es factible gracias a la tecnología , el agua jamás se va a escasear o acabar. Desde ya empecemos por derrotar esas supuestas guerras por el agua y reiterar las razones por las cuales no puede convertirse en el petróleo del futuro inmediato.

El mundo tendrá que cambiar, la Tierra es de todos y para todos. Deplorable que el mundo académico haya llegado a la cima de la estupidez y que solo estemos formando profesionales para fomentar la destrucción de la vida en el planeta.