El científico estadounidense George Church está desarrollando una app de citas que analizará el genoma de los usuarios para evitar parejas con «incompatibilidades» y así evitar hijos con malformaciones. ¿La revolución científico-técnica se está convirtiendo en el monstruo totalitario que imaginaba la ciencia ficción? ¿O es que los descubrimientos de última generación lograrán erradicar las enfermedades congénitas?
Lo cierto es que me sonó la alarma de la eugenesia, la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. Y, en seguida, vinieron a mi memoria los experimentos de Joseph Mengele, el médico nazi que realizó varios experimentos genéticos en Argentina, Uruguay y Brasil, y se convirtió en una leyenda que inspiró relatos y filmes como Los niños de Brasil y Wakolda.
En Los niños de Brasil, el propósito de Mengele era producir una generación de clones de Adolf Hitler. Había estudiado en Alemania las especialidades científicas de eugenesia y limpieza racial en la búsqueda quimérica y tramposa de la raza aria. Se le conocía como «El Ángel de la Muerte» por los numerosos asesinatos cometidos bajo sus órdenes y personalmente en el campo de concentración de Auschwitz.
Y, a fin de año, la alarma me volvió a sonar cuando el programa de televisión estadounidense 60 minutos emitió un corto protagonizado por el experto en genética George Church, donde el biotecnólogo hacía un breve comentario sobre una aplicación de citas basada en la genética que su laboratorio estaba desarrollando y que, según él, podría eliminar las enfermedades hereditarias. Señalaba que esto podría ser la solución para evitar que los padres transmitan enfermedades hereditarias.
La biotecnología se refiere a toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. Dichos organismos pueden estar o no modificados genéticamente por lo que no hay que confundir Biotecnología con Ingeniería Genética.
Para el Grupo ETC, que monitorea el impacto de las tecnologías emergentes y las estrategias corporativas sobre la biodiversidad, la agricultura y los derechos humanos, biotecnología es una diversidad de técnicas que incluyen el uso y manipulación de organismos vivos para obtener productos comerciales.
Esas técnicas incluyen cultivo de células, cultivo de tejidos, transferencia de embriones y tecnología del ADN recombinante (ingeniería genética). «No nos oponemos de manera fundamental a la ingeniería genética, pero tenemos profundas preocupaciones por la forma en que se está imponiendo en el mundo. En el actual contexto social, económico y político, la ingeniería genética no solamente es insegura, sino que sus niveles de riesgo para la salud humana y el ambiente son inaceptables» señala ETC.
Y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, club de los países más desarrollados) lo confirma: la biotecnología es la «aplicación de principios de la ciencia y la ingeniería para tratamientos de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios».
El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica define la biotecnología moderna como la aplicación de técnicas in vitro de ácido nucleico, incluido el ADN recombinante y la inyección directa de ácido nucleico en células orgánulos, y la fusión de células más allá de la familia taxonómica, que supere las barreras fisiológicas naturales de la reproducción y que no sean técnicas utilizadas en la reproducción y selección tradicionales..
La respuesta en los medios de comunicación (tanto convencionales como las redes sociales) a la propuesta de Church fue inmediata y en su mayoría negativa. Las personas sordas se ofendieron. Las personas trans también. Igual que algunos científicos. ¡Eugenesia!, señaló Antonio Regalado en la revista del Intituto Tecnológico de Massachussets.
Regalado, editor de Biotecnología de la revista del ITM, señaló que prácticamente no hay posibilidad de que esto funcione; es básicamente eugenesia; no hay que dar la información de su ADN a una aplicación de citas, que probablemente será superracista.
Ninguna de las opiniones de los indignados dio más detalles sobre la aplicación, pero hemos conseguido información exclusiva sobre esta nueva compañía de citas por ADN que sale del laboratorio de Church.
Citas por genoma completo
La start-up, llamada Digid8, fue creada en septiembre por Barghavi Govindarajan, quien se describe a sí mismo como «tecnólogo formado en Harvard (EU), innovador y educador». Church afirma que él es el cofundador de la empresa. La compañía toma su nombre de D8, un concepto del argot de usar internet para citas. Su objetivo será lo que Church denomina «citas del genoma completo».
La idea consiste en usar comparaciones de ADN para asegurarse de que las personas que compartan una mutación genética, como las que causan la enfermedad de Tay-Sachs o la fibrosis quística, nunca se encuentren, enamoren ni tengan hijos. Para Regalado, hay tres tipos de usarios para usar esta aplicación: jóvenes neonazis, usuarios que no quieren salir accidentalmente con sus primos y hackers chinos que crean armas biológicas.
Con este tipo de características recesivas (existen miles de ellas), los niños solo desarrollan la enfermedad si heredan dos genes de riesgo, uno de cada progenitor. La probabilidad suele ser de alrededor del 25 %. Church asegura que la aplicación genética que Digid8 está desarrollando se ejecutaría en segundo plano en las páginas de citas ya existentes, «como un GPS» para evitar que esas personas se junten a través del servicio.
Una secuenciación del genoma cuesta alrededor de 670 euros, pero los costos siguen bajando. Church, cuyo laboratorio lanza proyectos cada vez más polémicos, cree que el costo podría incorporarse al precio de suscripción de los sitios de citas, que suelen costar alrededor de 45 euros al mes.
La revista del Instituto de Tecnología de Massachussets señala que el laboratorio de Church recibió fondos para investigación del convicto de delitos sexuales Jeffrey Epstein, por lo que no es un buen momento para entrar en el tema de las citas. Esa conexión solo se sumó a la furiosa reacción a su aparición en el programa 60 minutos.
Poco después de la emisión de 60 minutos, Church indicó que, los críticos no se han parado a «pensar en profundidad en este problema tan complicado». Según sus explicaciones, cualquier usuario sería compatible con el 95 % de otras personas. Y aseguró que la aplicación no proporcionaría los datos de salud a la gente, solo usaría sus genes para descartar las coincidencias de riesgo.
Entonces, se pregunta Regalado: ¿es Digid8 una empresa de eugenesia? Sí y no. No porque la eugenesia suele referirse a la esterilización forzosa, a la procreación impuesta o al exterminio de personas por parte de un Estado. Pero también sí, porque la aplicación está tratando de evitar el nacimiento de personas con serias enfermedades. Y esa idea no gusta a todo el mundo. Según Vice News, es un desarrollo «horrible» que ataca a las personas marginadas.
Church señaló en un tuit: No «eliminar todas», sino reducir la incidencia de las enfermedades más graves. La eugenesia (Estados Unidos, Alemania, etc. 1920-1970) interfirió en las vidas humanas y en las elecciones reproductivas personales. Doryeshorim ayuda a las personas a comprender el riesgo genético de las enfermedades graves como Tay Sachs.
Lo cierto es que la medicina ya trata de evitar esas enfermedades: las pruebas genéticas «preconcepción» son comunes en parejas que planean tener hijos y, a veces, los embriones de fecundación in vitro (FIV) se analizan y seleccionan en función de sus genes. Algunos futuros padres deciden abordar cuando la prueba revela resultados negativos.
«Si todo eso se hace después de que una pareja se enamore, resulta una mala noticia. Una cuarta parte de los niños tendrán esas enfermedades. Si es posible retroceder en el tiempo antes de que se enamoren, el mensaje sería mucho más positivo», explica Church, quien anhelaba la idea de usar la genética para prevenir enfermedades.
Una de sus inspiraciones es un grupo de investigación judío en Brooklyn (EE. UU.), Dor Yeshorim, que analiza a los adolescentes de las comunidades ortodoxas y usa esa información para ayudar a concretar sus matrimonios. Como resultado, las tasas de Tay-Sachs, el trastorno neurodegenerativo fatal más común entre algunos grupos judíos, han disminuido.
Church sostiene que una aplicación de citas como Didig8 lo automatizaría todo y lo haría más fácil, pero afirma que la tecnología no es nueva. El científico detalla: «Todas las piezas ya están comprobadas, solo estamos uniendo la secuenciación del genoma completo con encriptación con el software genético de buscar pareja». Las citas por ADN, en teoría, permitirían muchas aplicaciones que algunos podrían considerar problemáticas.
Por ejemplo, en algunas culturas la gente trata de casarse solo dentro de ciertas castas, clanes o tribus. Un anuncio de trabajo publicado en el sitio de Digid8 afirma que la compañía está buscando un mercado «sin explotar» al crear un servicio de citas que utiliza la ciencia para evaluar dicha «compatibilidad lineal», refiriéndose aparentemente a las prácticas de autosegregación grupal que ocurren en la región del Golfo y en la India.
¿Acaso la idea no era evitar el nacimiento de niños enfermos? Se trataría de eugenesia si su aplicación intentara impedir a toda una clase de personas a que tengan citas.