Es casi imposible ser un londoner y no tener una relación de amor y odio con el metro. Si bien es una de las redes de trenes subterráneos más grandes del mundo y facilita la navegación por la extensa capital inglesa, los retrasos constantes pueden irritar a los pasajeros regulares.
Cada día cinco millones de personas toman alguno de los más de 500 trenes que operan en el servicio de metro de Londres durante las horas punta. El famoso Underground de la capital británica tiene una larga historia y, con él, un mundo olvidado que ha quedado sepultado.
A principios de septiembre se publicaba Hidden London: Discovering the Forgotten Underground escrito por David Bownes, Chris Nix, Siddy Holloway y Sam Mullins del London Transport Museum, con fotografía de Toby Madden y Andy Davis. El libro publicado por Yale University Press hace una exploración de las líneas abandonadas de la vasta y vital red de transporte de Londres a través de imágenes impresionantes e historias inesperadas. Es el primero de su tipo en centrarse en el lado mayormente oculto de la historia de Londres, que incluye estaciones abandonadas, pasillos redundantes, pozos de ascensores vacíos y conductos de ventilación cavernosos.
Junto con la publicación del libro, el London Transport Museum ha lanzado un nuevo tour en Piccadilly Circus que llevará a los que los deseen detrás de puertas secretas y pasillos y pozos cerrados al público desde 1929. Este tour se une a otros Hidden Underground Tours del London Transport Museum que cubren estaciones abandonadas como Clapham South, Aldwych, Down Street y Euston. La opción VIP incluye cócteles, proyecciones de películas y recorridos especiales por la arquitectura de la estación.
Como la red ferroviaria subterránea más antigua del mundo, el metro de Londres ha sufrido muchos cambios desde su apertura en 1863. Varias estaciones han ido y venido en los aproximadamente 150 años desde entonces, algunas nunca se abrieron en primer lugar. Aunque muchas de las estaciones no operativas de la capital del Reino Unido todavía están en pie, la mayoría ha estado cerrada al público durante décadas.
La estación Down Street, una parada en desuso en Mayfair, donde el ex primer ministro británico Winston Churchill pasó la noche durante la Segunda Guerra Mundial, se exhibe junto con la estación Aldwych en el centro de Londres, que cerró alrededor de 100 años después de su apertura en 1907. Mientras tanto, también se incluye la sección no operativa de la estación de metro Charing Cross, que ahora se utiliza regularmente como lugar de filmación para éxitos de taquilla como Skyfall y The Bourne Ultimatum.
Para aquellos que quieran conocer más de la historia del metro sin bajar a sus pasadizos y estaciones abandonados, el London Transport Museum también albergará desde el 11 de octubre una nueva exposición titulada Hidden London con una serie de fotos de archivo raras, objetos, carteles antiguos, diagramas secretos y azulejos decorativos de estaciones en desuso.
El metro de Londres entró en funcionamiento el 10 de enero de 1863. Ese día, 40. 000 pasajeros utilizaron el novedoso medio de transporte; la frecuencia de los trenes era de 10 minutos. La línea fue ampliada en repetidas ocasiones; para 1880 ya la usaban hasta 40 millones de pasajeros al año, y en 1884 se finalizó la línea conocida como Inner Circle, actualmente Circle Line.
Los londinenses suelen referirse a él como the Underground, o como the Tube, debido a la forma tubular de sus túneles. Hoy en día existen 274 estaciones abiertas y más de 408 kilómetros de líneas activas. Es la segunda red de metro del mundo, después de Shanghái por kilómetros y la primera de la Unión Europea.
Desde 2003, el metro forma parte de la organización Transport for London, que también administra los autobuses de Londres, incluyendo los famosos autobuses rojos de dos pisos.