José Antonio López, barítono nacido en Lorqui —Murcia— en 1973, visitó Colombia no hace mucho. El 16 y el 17 de marzo de este año interpretó en el escenario del auditorio León de Greiff, de la Universidad Nacional, a Mefistófeles, el personaje de la Condenación de Fausto del compositor francés Hector Berlioz. Fue la primera vez que esta obra musical fue interpretada por la Filarmónica de Bogotá. «Ha sido mi primera vez como Mefistófeles, pero conocía la ópera. Ya hace años tuve la suerte de participar en ella cantando Brander en el Teatro Real (Madrid)», señala López. «Un trabajo exquisito por parte de La Filarmónica y los coros de la ciudad (Bogotá) que participaron».
Un mes después, López estará de nuevo en la capital colombiana para ser parte del IV Festival Internacional de Música Clásica, que se realizará del 17 al 20 de abril y tendrá más de 50 presentaciones en 15 escenarios. Las tres de él serán en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, tanto en el escenario principal como en el Teatro Estudio. Lo acompañarán la Orquesta del Festival de Dresden (Alemania), la Orquesta Sinfónica de Amberes (Bélgica), el pianista austríaco Christopher Hinterhuber, el Coro Filarmónico Juvenil de Colombia, entre otras agrupaciones y artistas.
Este barítono, que pone a Bach como su compositor favorito —«de él parte todo»—, ya ha tenido la posibilidad de presentarse en otras ciudades latinoamericanas, como Ciudad de México y San Juan de Puerto Rico, y destaca la posibilidad de encontrar en el público de América varias generaciones juntas: «Un regalo precioso es ver abuelos y nietos asistiendo juntos a un concierto». Un aspecto que gana relevancia al saber que él creció entre instrumentos musicales y fue hasta que creció que se decantó por la voz. Entre sus referentes tiene a «Birgit Nilsson, Gerald Finley, Dietrich Fischer Dieskau, Giuseppe Taddei, Anne Sophie Von Otter o José Carreras», dice luego de aclarar que solo son algunos de sus favoritos.
Actualmente viaja mucho. Las respuestas a las preguntas que le formulé aparecieron luego de que tuviera un momento de calma. Este año ya ha tenido que presentarse en Barcelona, y estará pronto en Málaga, Jerez de la Frontera y Madrid. Aprovecha su tiempo de movimiento y quietud para estudiar, escuchar música clásica —claro— y disfrutar del jazz.
Cuando indagué por los papeles que le gustaría interpretar a futuro dijo que: -«Es una pregunta difícil de contestar porque ello dependerá hacia dónde evolucione el instrumento. Si bien es cierto que los grandes roles de barítono de Verdi y Wagner me son muy atractivos».
Confiesa que no conoce mucho de la música colombiana, aunque ha escuchado joropos y bullerengues. «Lo más cerca que he estado de la música original de esta parte del mundo ha sido cantando la parte del Diablo en la Cantata Criolla del venezolano Antonio Estévez». Sin embargo, confía acercarse más a los ritmos colombianos durante este viaje.