Michel Soskine Inc. tiene el gran placer de presentar, por primera vez en España la obra del artista coreano Lee Jin Woo (Seúl 1959). Vive y trabaja en París.
La reacción al colonialismo de Corea de los años 70’ dio lugar a una generación de artistas que rompió con el pasado inmediato: El grupo Dansaekhwa (en coreano ‘pintura monocroma’) inició una exploración de las limitaciones físicas de los materiales y su capacidad para interactuar con el espectador, además de conectar más aún en sus raíces de espiritualismo oriental, como el taoísmo, confucianismo o budismo. Lee Jin Woo pertenece a la siguiente generación, comparte similitudes formales con este movimiento (materia, papel Hanji) pero sin una afirmación del contexto político anterior.
La obra de Lee Jin Woo se desarrolla dentro de un ámbito de desgaste físico y mental. El carbón compactado en capas transparentes de papel Hanji es arrastrado con fuerza por un cepillo metálico a través de un movimiento de repetición extenuante. En la superficie se crea relieves rugosos y escarpados referentes de un posible paisaje interior. Es este proceso de sustracción del carbón y su espíritu de alquimia quienes conducen la obra de Lee Jin Woo al silencio. Un silencio que transforma el “objeto” en abstracción. La intención del artista coreano es suprimir toda voluntad cognitiva para acercarse al “yo” interior.
Al igual que en los cuadros negros de un Ad Reinhard, o los últimos cuadros oscuros de la capilla Rothko en Houston, aquí el ojo debe interactuar para dar “luz” a la obra. Una mirada atenta, prolongada y profunda, necesaria para acercarse a lo espiritual.
El artista obra un poco como un “chaman” que, a través de una labor física intensa, anula cierta intención formal para así canalizar toda su energía en su cuadro. Su trabajo es intuitivo y abierto - sus obras no tienen título -, para Lee Jin Woo la disciplina artística no es un propósito en sí mismo, sino un canal de meditación donde desarrolla su obra en largos periodos de elaboración, convirtiéndose en una filosofía de vida.
En este proceso de alquimia personal, Lee Jin Woo consciente del origen del carbón, lo recupera para generar paisajes visuales y mentales que hacen eco del origen y final de la existencia del hombre. La ambivalencia entre una dimensión contemplativa y otra más tensa confluyen en sus composiciones.
De padre arquitecto, Lee Jin Woo es licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Sejong (Corea) en el 1983 y en la Universidad de París VIII en 1986. Actualmente tiene su estudio en París, con estancias en Pekín y Seúl en los últimos años. Su obra está presente en importantes colecciones de todo el mundo, con exposiciones en Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Corea del Sur, China y Japón.