Como cada otoño las principales cadenas de televisión se reactivan y preparan sus lanzamientos estrella, producciones que en muchos manejan elevados presupuestos y que necesitan ser mimadas al máximo para cubrir las expectativas de audiencias cada vez más exigentes.
Las redes sociales, como no podía ser de otra forma, juegan un papel cada vez más importante ya que permiten en otras cosas:
Medir la repercusión en tiempo real: en un solo vistazo se puede comprobar el nivel de conversación que está generando un determinado programa en redes sociales y compararlo con la competencia. De momento no es una ciencia totalmente exacta y en determinados casos el programa líder en RRSS no es el que más audiencia tiene, pero por lo general es un parámetro bastante fiable para saber si un contenido interesa o no.
Interactuar y jugar con la audiencia: las redes sociales permiten que la audiencia pueda participar, tomando incluso decisiones que afecten al propio desarrollo del programa en tiempo real. Es una fórmula perfecta, los espectadores participan más que con otros métodos tradicionales ya que es muy cómodo y lo que es más importante, gratuito. Por su lado, los propios programas consiguen contenido a coste cero y crean un vínculo más cercano con su audiencia.
Difundir contenido extra o ganchos: en casi todos los casos los formatos de televisión generan gran cantidad de contenido que jamás se llega a emitir. Las plataformas que ofrecen las redes sociales pueden ser un lugar perfecto para publicar todo este contenido extra de una forma atractiva e incluso crear formatos paralelos que se puedan testar antes de dar el salto al programa en prime-time.
Por supuesto no en todas las redes sociales se puede comunicar lo mismo y con los mismos códigos. Para que realmente la estrategia sea exitosa hay que saber adaptarse al lenguaje propio de cada una y potenciar aquellos puntos en los que destaca sobre el resto. Aquí vamos a analizar tres de las principales, viendo en cada caso cuál sería su principal valor a la hora de dinamizar los contenidos.
Sin duda es la red social del debate, de la interacción directa, del contenido actualizado al momento pero, por supuesto, también es un nicho fundamental para el humor, los memes, la parodia y el sacar punta a todo. Dicho esto, queda claro que es la plataforma ideal para escuchar e interactuar con nuestra audiencia, teniendo muy en cuenta que es una plataforma libre y crítica y que por tanto habrá que estar preparados para lidiar con todo tipo de comentarios positivos y negativos.
YouTube
Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esa es la conclusión a la que han llegado todas las grandes cadenas. Empeñadas en crear sus propias plataformas para intentar «copiar» la esencia de YouTube, han visto que no era tan fácil cambiar los hábitos naturales de los consumidores de vídeo en Internet. La solución: «regalar» contenidos a la plataforma de Google, incluso el 24h en los programas de telerrealidad, con el objetivo de captar nuevas audiencias que, alejadas de la televisión tradicional, acaben volviendo para poder ver la conclusión de las tramas.
En la red social por excelencia del postureo y el universo influencer, qué mejor que aprovechar ese punto fuerte para atraer audiencia al programa. Presentadores, colaboradores, actores, concursantes… todos pueden convertirse en perfiles influyentes que a través de sus stories, directos, vídeos o fotos den visibilidad a los contenidos del programa, de una forma personal y lo más creativa posible.