Pensar una muestra sobre arquitectura implica explorar la mejor manera de transmitir al espectador la experiencia del espacio, asumiendo al mismo tiempo la distancia física que lo separa de los edificios construidos y proponiendo un lugar “neutral” en donde se articule la visión de un autor. La aparente imposibilidad de irrumpir en las galerías de un museo con estructuras en dimensión constructiva real (1:1) ha definido en gran medida las convenciones en las muestras sobre arquitectura. Históricamente, el medio empleado con mayor frecuencia es la recreación en menor escala (maquetas) de varios edificios —construidos o no—, acompañados de bocetos, planos y todo tipo de material documental.
Y justo desde la resistencia a dichos modelos expositivos, la reconocida arquitecta Tatiana Bilbao (Ciudad de México, 1972) sugirió para esta exposición un despliegue museográfico singular. Con el apoyo de varios miembros de su equipo desarrolló una muestra que conjuga diferentes fases de su proceso creativo, mostrando su modo de pensar y producir arquitectura. Todo el material compilado y exhibido en las salas del Museo evidencia una postura y un método de trabajo que la convirtieron en uno de los arquitectos más importantes en el ámbito internacional.
Al recorrer las salas, el espectador se adentrará en cuatro módulos específicos: Habitar, Espacio, Contexto y Collage; todos ellos se despliegan en una especie de “territorio intuitivo” que abre una ventana privilegiada a la propuesta de Bilbao. Ella ha logrado transgredir convencionalismos para repensar a la arquitectura más allá de espacios estrictamente funcionales, sostenibles o poéticos. La visión de Bilbao logra expandir la cuestión sobre el presente y el futuro de la arquitectura hacia una disciplina que pueda asumirse incluso como una propuesta filosófica o política. La presente exposición es un esbozo de esa manera de pensar.