La práctica escultórica de Teresa Solar Abboud encuentra interés en la corporealidad surrealista de las formas de vida interconectadas—celulares, microbianas, humanas, animales, marinas, geológicas—destacando su esencia orgánica y su extrañeza. Sus esculturas están modeladas a partir de formas naturales, pero sus exteriores a menudo tienen un tono eléctrico y un acabado brillante, similar al de una máquina, difuminando la frontera entre lo real e imaginado. En Tu sombra sustituida1, presenta un nuevo cuerpo de trabajo que profundiza en la dislocación del yo, la división entre el cuerpo y la psique, y el extraño y visceral arrebato detonado en los cuerpos huéspedes durante el proceso de embarazo, mientras gestan una vida ajena dentro de sí mismos.

En Autorretrato como mujer embarazada, el suave tono rosado y rojo carnoso de la obra sugiere un apéndice interconectado, similar a una costilla, que se despliega o expande, una abertura torácica a través de la cual un cuerpo en gestación renuncia a su autonomía para dejar espacio al extraño que va tomando forma. Para Solar Abboud, esto es un guiño al tropo histórico del arte del desnudo reclinado, que ha erotizado la forma femenina mientras ha desestimado la monstruosidad eufórica involucrada en el proceso de metamorfosis—dejando atrás una piel anterior para abrazar una nueva identidad centrada en la maternidad y priorizando esta nueva entidad formada.

Simbionte profundiza en su estudio de los universos microbianos y la multiplicidad de ecosistemas complejos de organismos que coexisten dentro de otros. Timothy Morton, en Queer ecology, describe a esta comunidad como “extraños extraños”—familiares pero inquietantes, su unicidad es inseparable de los otros de los que se componen. Morton argumenta que las formas de vida no pueden ser categorizadas sin violencia, pero su interdependencia revela una conexión compartida: “Toda forma de vida es familiar, ya que estamos relacionados con ella”2. Simbionte, con sus apéndices como tentáculos recuerdan a un insecto parásito, cuyas mandíbulas succionan y rodean a su huésped, girando y sujetándose a él, encarna el deseo de conectar, tocar y entrelazarse con el Otro.

En Tu sombra sustituida también se presentan dos nuevas obras de la serie Tuneladora, que cambian drásticamente de sus característicos tonos alucinógenos a una esencia más espectral, definida por un audaz negro mate general con bordes de un profundo azul marino. Inspiradas por las máquinas de túneles subterráneos que perforan la tierra, las Tuneladoras evocan la esencia cruda y geológica del núcleo terrestre. Las esculturas biomórficas híbridas de esta serie recuerdan fragmentos de animales, dientes o pedazos de cuerpos del tiempo profundo—fusionando la antigua historia geocida con entidades futuras de máquinas. La primera Tuneladora que encontramos en la galería aparece como carcasa de un crustáceo sacada del suelo, un apéndice birrámeo con bordes afilados y redondeados, ya sea avanzando o en un estado de descomposición. Tuneladora, la segunda escultura, descendiendo desde arriba, no ha sido sacada de la tierra, sino de una dimensión alienígena alternativa. Su afilado y espinoso miembro le da una presencia amenazante, lista para atacar o defenderse.

La exposición también incluye una serie de nuevos dibujos a acuarela y bolígrafo negro en colores azul y rojo, que se conectan con las esculturas. El proceso de investigación intuitivo y acumulativo de Solar Abboud involucra cuadernos de bocetos superpuestos con formas zoológicas de libros o revistas, dibujos que exploran diversas criaturas y extensas notas que reflexionan sobre textos citados y su propia corporeidad. Estos cuadernos y los dibujos resultantes informan sus esculturas, a menudo anticipando formas fantásticas antes de que puedan ser materializadas físicamente. Si bien existen dentro del universo escultórico, los dibujos también sugieren formas potenciales que quizás algún día llegarán a existir. Las figuras en los dibujos azules, aunque parecen simples, tienen una profundidad conceptual, equilibrando la soltura con el control. En contraste, las formas rojas son más agresivas, con formas híbridas—bocas afiladas, fragmentos de cuerpos, insectos y aves—en composiciones surrealistas. Para la artista, estas imágenes evocan tensión, intensidad visceral y narrativas inquietantes y cargadas simbólicamente.

Como muchas de las obras de Solar Abboud, esta exposición se alimenta de su propia corporealidad vivida—específicamente, de su transformación física y psicológica hacia la maternidad y las implicaciones de ser desplazada de su propio cuerpo. Aborda la idea de no sucumbir a la sombra de uno mismo, sino más bien abrazar la capacidad de cambiar de forma y, a su vez, formar, nutrir y llevar al extranjero dentro. Lo que podría parecer un intruso extraño sirve como recordatorio de las otras comunidades de organismos que residen dentro de nosotros, destacando el ecosistema interconectado de formas al que nosotros también pertenecemos.

(Texto por Jovanna Venegas)

Notas

1 Este título fue tomado prestado de la artista Lucia C. Pino de su poema Cling 2 beauty (2024).
2 Morton, T. (2010). Guest column: queer ecology. En PMLA.