En casi todo el mundo los medios de comunicación han comentado la decisión del Partido Comunista chino de modificar la Constitución para permitir que el actual Secretario General del PCCH y Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, pueda permanecer en el poder por más de dos períodos de 5 años. Aunque solo en este mes de marzo, cuando se reúna el Poder Legislativo, se conocerá si esta modificación será para acordarle a Xi Jinping un tercer período de 5 años, o será una reelección indefinida. Existe entonces la posibilidad cierta que Xi Jinping se convierta en presidente vitalicio, como en Corea del Norte, Guinea Ecuatorial, como también lo es el rey de Arabia Saudita.
Los analistas internacionales comentan que nadie antes había concentrado tanto poder en China, salvo Mao Ze Dong. La base del importante ascenso de Xi Jinping ha sido su política de lucha contra la corrupción, pero que, según algunos analistas, le ha servido más bien para eliminar a competidores en la lucha por concentrar cada vez más poder. Pero es innegable que su discurso de lucha contra la corrupción le ha granjeado la simpatía y apoyo del pueblo chino, que piensa y siente que las decenas de miles de nuevos ricos que ahora son dueños de poderosas empresas no es algo lógico y natural, porque esos nuevos dueños de empresas, no pueden haber tenido dinero para adquirirlas, porque tanto esos nuevos ricos como los chinos en general, vivían escasamente del salario que ganaban.
En Europa, la acumulación originaria del capital para poder crear empresas se fue generando en muchos años entre los siglos XV y XIX, pero en la China y Rusia actual, los nuevos empresarios y nuevos ricos, no son el fruto de la acumulación del capital, porque brotaron de repente como las callampas, y sin tener un ahorro acumulado. Solo la complicidad de ciertos funcionarios del Estado, o más bien del Gobierno chino, puede haber permitido que de la nada surgieran estos miles de nuevos empresarios, que no tenían acumulación primaria para adquirir una empresa o iniciar un negocio.
El traspaso de empresas del Estado solo pudo hacerse con el compromiso de compartir a futuro esas ganancias, con los funcionarios que les permitieron adquirirlas, lo que genera otros nuevos ricos, pero ya no empresarios, sino funcionarios del Estado, bien colocados en puestos de Gobierno. La única diferencia entre estos dos tipos de nuevos ricos es que los empresarios pueden hacer ostentación de su riqueza, y no tienen reparos en hacerlo, mientras que los funcionarios de Gobierno que les permitieron hacerse rico no pueden ostentar su nueva riqueza, más bien deben disimularla. Esta es la asociación público privada en la corrupción en China. En comparación, podemos decir que en Rusia la apropiación de las empresas del Estado fue más alevosa y mafiosa.
Pero fuera de este tipo de corrupción, también existe corrupción en y con las empresas del Estado, y el objetivo de esta columna, es precisamente dar a conocer un caso de corrupción que conocemos en Chile, que involucra a una empresas estatal china con una empresa estatal chilena.
El 1 de febrero de 2006, en la Isla Bermuda, la minera estatal chilena Codelco y la minera estatal china Minmetals Non-ferrous Metal Co. Ltd., crearon la empresa Copper Partners Investment Limited (CUPIC), con aportes de 50% por cada parte y un capital inicial de US$ 220 millones.
Ya parecía ser sospechoso que estas empresas estatales crearan una filial conjunta en un paraíso fiscal. Aún más sospechoso es el hecho que Codelco y Minmetals no participaron directamente en CUPIC, sino que lo hicieron a través de filiales que también están domiciliadas en paraísos fiscales.
En efecto, Codelco participó en la creación de CUPIC a través de su filial Codelco International Limited, creada el año 2000 también en el paraíso fiscal de Bermuda, y Minmetals lo hizo a través de Album Trading Company Limited, creada en el paraíso fiscal de Macao. El objeto social de CUPIC es bastante acotado: desarrollar transacciones de negocios entre Codelco-Chile y Minmetals non Ferrous Metals Co. Ltd.
A los pocos días de la creación de CUPIC, Codelco informó a la prensa que Minmetals Non-ferrous Metals Co. Ltd., empresa líder en la producción y distribución de metales en China, y la Corporación Nacional del Cobre de Chile, Codelco, el principal productor de cobre del mundo, concluyeron las negociaciones para dar forma a una alianza estratégica cuyo objetivo es asegurar el abastecimiento en el largo plazo de cobre refinado al mercado chino, desarrollar nuevas fuentes de producción de cobre de bajo costo y cooperar en el desarrollo.
Esta alianza tiene como objetivo que Codelco venda a CUPIC 55.750 TM de cobre durante 15 años, lo que hace un total de 836.250 TM. Pero esta alianza tiene dos partes. Por un lado, Codelco vende a CUPIC a un precio aproximado de un dólar la libra de cobre, y por otro lado, CUPIC le debe vender ese mismo tonelaje de cobre a Minmetals, pero al precio de mercado.
Este negocio o negociado es absolutamente sospechoso, vender por adelantado casi un millón de toneladas, prácticamente a la mitad del precio existente al firmarse este contrato (US$ 2,2 la libra), y a un cuarto del precio alcanzado por el cobre el año 2011, sobre todo cuando todas las consultoras internacionales proyectaban que el precio del cobre sobrepasaría los 3 dólares la libra, como efectivamente ocurrió. Vender deliberadamente a pérdida para que otros ganen se hace precisamente para repartirse las ganancias de estas transacciones, sobre todo si esas ganancias quedan en el paraíso fiscal de Bermuda.
Con este negociado, Codelco ha perdido hasta la fecha, alrededor de US$ 3.000 millones. En principio quien gana es Minmetals o el Estado chino a través de CUPIC, y también Codelco y el Estado chileno, ya que al poseer 50% de CUPIC recuperaría el 50% de lo que perdía año a año. Sin embargo, hace alrededor de un año, nos hemos enterado que CUPIC había a su vez perdido casi todas sus ganancias, en mercados de futuro, entre los años 2006 y 2011.
En efecto, el 27.02.2006, es decir a 27 días de la creación de CUPIC, el Sr. Walfo Fortín, Consejero Jurídico de Codelco, en un Hecho Esencial, informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS, que en principio debe fiscalizar a las sociedades anónimas abiertas y a ciertas empresas del Estado, como Codelco), que: «el directorio de CUPIC, producto del atractivo actual de los mercados de futuros de cobre y con el objetivo de mejorar las condiciones financieras del crédito obtenido, decidió llevar a cabo una operación de hedge de precios para 5 años de vida del contrato». El hedge acordado por las partes correspondería «a la curva de de precios forward existente el 28 de julio de 2005».
Lo extraordinario de esta decisión de vender a futuro es que los precios de referencia acordados para estos hedge no eran los existentes en ese momento, el 27.02.2006, que eran de US$ 2,11 la libra, si no que los precios forward existentes 7 meses antes, el 28 de julio de 2005, que eran de solo US$ 1,59 la libra, es decir un 33% inferior al existente en ese momento, y menos de la mitad del precio existente en junio de 2006, que era de US$ 3,35 la libra, mes en que partió el primer embarque de este contrato. Más incomprensible resulta vender a ese precio, cuando las proyecciones de precios a futuro del cobre superaban de 3 dólares la libra.
Esta decisión de CUPIC, de vender deliberadamente a pérdida, tiene evidentemente como objetivo que ciertos operadores de estos mercados de futuro, ganen lo que CUPIC pierde. ¿Cuánto dinero se perdió? Evidentemente no lo podemos conocer de CUPIC, cuyos balances se presentan en Bermuda, y son por tanto secretos.
Si CUPIC hubiera vendido a Minmetals las 55.750 TM de cobre que cada año recibía de Codelco, sus ganancias hubieran sido de US$ 1.137 millones entre 2006 y 2011, pero con las pérdidas en sus transacciones de hedge, sus ganancias en ese mismo periodo fueron de US$ 343 millones solamente, según se desprende de los balances de Codelco, por lo que la pérdida efectiva fue de alrededor de US$ 800 millones, monto que ganaron los operadores de estos mercados con los cuales operó CUPIC.
En suma, lo que Codelco perdió en este contrato con Minmetals, entre los años 2006 y 2011, no lo percibió el Estado chino, sino ciertos operadores de mercados financieros, a quienes el directorio de CUPIC les permitió deliberadamente ganar lo que perdió CUPIC. Ese directorio está integrado por 3 ciudadanos chinos y 3 chilenos, quienes con toda seguridad deben haber recibido una suculenta comisión, por haberles permitido ganar tanto dinero, tan fácil y sin ningún riesgo. ¿Quiénes ganaron los US$ 800 millones que perdió CUPIC? No sería raro que también sean ciudadanos chinos y chilenos.
En Chile, hace más de dos años existe una querella por estas pérdidas de Codelco en el contrato con Minmetals, más otros US$ 5.000 millones por pérdidas de Codelco en mercados de futuro, aunque el Ministerio Público, a quien la Constitución y la ley entregan en exclusividad la investigación penal, en este caso, más bien está frenando el avance en la investigación.
Pero en China, la pérdida fraudulenta de US$ 800 millones para el Estado chino, por las operaciones de CUPIC en mercados de futuro, al parecer es completamente desconocida, y es por ello, que hemos querido dar a conocer este caso de corrupción en una empresa estatal china, con la esperanza que el Presidente Xi Jinping, campeón anti corrupción, se entere de ello, y aplique las sanciones que corresponde, ya que en el democrático Chile, el Ministerio Público y la Justicia no están condenando la corrupción política.