La historia del mundo está ligada a la posibilidad de encontrar y descifrar los desarrollos tanto de pensamiento como tecnológicos que hicieron posible construir, poco a poco y muy trabajosamente, una ruta inteligible al ser humano en los distintos tiempos, para luego idealizarla y congelarla por etapas profundizando en sus ideas y logros. Ahora, con grandes facilidades para el intercambio de información, esas visiones debemos modificarlas constantemente, gracias –justamente- a los nuevos e incesantes métodos de estudio de los nuevos hallazgos arqueológicos culturales e históricos. Esa ruta sinuosa del ascenso humano nos revela esquemáticamente estos pasos:
En los albores de la humanidad, que cada vez se aleja más y más en el tiempo con los continuos descubrimientos de fósiles muy antiguos, dominaba el individualismo, toda vez la posibilidad de sobrevivencia dependía de la fuerza humana enfrentada a la naturaleza y a otros congéneres.
Cuando surgen las primeras innovaciones tecnológicas se agudiza la inteligencia, lo que permite producir nueva tecnología, como lo atestigua la cadena de acontecimientos que se han denominado edades de Piedra, Cobre -Bronce y Hierro, que es consustancial a todas las organizaciones tribales del pasado, por dispersas que se encontrasen, lo que lleva a algunos que se autocalifican de ovnílogos a elaborar fantasías en torno a una hipotética visita de extraterrestres que nos habrían legado una tecnología que no logran explicar de otra manera menos fantasiosa.
En ese ascenso del ser humano hay una constante: se pasa del individualismo a la vida tribal y de esta a la vida en civilizaciones, modalidad de acción conjunta que denota la existencia de dioses regentes, de jerarquías muy estratificadas, del desarrollo de las lenguas y de los medios básicos de comunicación para sobrevivir y confrontarse con otras formaciones.
Por lo anterior se acepta solo como hipótesis que los seres humanos se organizaron en distintos puntos del planeta y aunque el tema de la datación dentro de las civilizaciones no es sencillo y cambia por la profundización en su estudio, por ahora aceptemos que hubo estas civilizaciones, algunas separadas, otras con conexiones entre sí, y que estas son: Gobleki Tepe, Nevali Cori, Babilónica, Mesopotámica, Medo-Persa, Fenicia , Egipcia, Hebrea, China, Hindu, Islandesa , Inca, Maya, Chavín de la Costa , Australiana, Griega , Romana.
Las dos últimas de las civilizaciones, de las que descendemos por ubicación en espacio, creencias y cultura , muestran ramificaciones muy distintas en algunos aspectos, pero muy homogéneos en otros. La civilización romana, de la que somos directamente herederos en Occidente, recoge muchos de los esfuerzos de las anteriores ,no tanto porque estuviesen directamente enlazadas , sino en razón de las estratificadas prácticas de dominación e intercambio, que hoy dia hacen difusas las fronteras claramente existentes en el pasado.
Kosmos y Pax
En la civilizacion occidental hay claramente dos características definitorias: una es el concepto de organización del mundo o kosmos, que tomamos de la civilización griega, y otra que es la necesidad de vivir en orden o paz, que tomamos de la civilización romana.
Ahora bien, junto a las nociones de orden y paz, al proseguir la marcha hacia el futuro bajo estos dos conceptos primordiales, la civilización grecorromana muestra con bastante claridad cuatro etapas de organización-creencias:
La Edad Temprana, cuya característica básica se confunde con creencias de otras civilizaciones.
La Edad Media, que es una mezcla de tradiciones heredadas y de innovaciones entre las cuales sobresalen las de tipo religioso dominadas por la Iglesia que difunde el cristianismo.
La Edad Moderna, que para muchos autores termina con la denominada Guerra Fría entre dos potencias: la antigua URSS y USA.
La época actual o Posmodernismo, que se inicia con el fin de la Guerra Fría mencionada.
Cabe mencionar que las últimas dos etapas exhiben una muestra de tradición e innovación : la tradición se ubica en los esfuerzos eclesiales para la detención de las innovaciones, que son la resultante de la aparición de una enorme fuerza que no ha parado desde entonces: los descubrimientos científicos y su aplicación práctica mas conocida, la tecnología.
Ahora bien, para lo que nos interesa, cronológicamente la Edad Moderna en Occidente va desde 1453, año que marca la caída de Constantinopla (hoy Estambul), que había sido la capital de diversos imperios, hasta 1789, en que se producen cambios radicales en la toma de decisiones, cuando la Revolución Francesa triunfa en 1789 ,en contra de la imposición de liderazgos que se consideraban divinos, bajo el grito revolucionario de Iguadad, Libertad, Fraternidad.
Si estas fechas ya fijas marcan un claro hito en el campo de la organización social y la política, esta última es disciplina que curiosamente se ha ido estancando hasta casi fosilizarse y es cuasi inmune a las innovaciones que se suceden a diario en otros campos del conocimiento y organización humanas.
La emergencia del Homo Technologicus
El núcleo básico humano del que emergieron cambios cada vez mas revolucionarios que se irradian a todo el planeta se inicia en Europa Occidental, fundamentalmente en Inglaterra, por obra de una Economía basada en la industrialización en virtud de la invención de maquinarias de diversa índole. Y cabe resaltar que las innovaciones de creencias y organización para sacar el máximo partido a los avances humanos emergen de las instalaciones industriales, al aumentarse exponencialmente las acciones humanas organizadas de tres categorias: el transporte, la construcción y las comunicaciones.
Es así como, en Occidente primero y luego en el resto del mundo, desde el siglo XIX hasta la actualidad el avance científico y tecnológico ha sido imparable y va in crescendo permanente en el desarrollo masivo de las diversas tecnologías, de las que nos interesa destacar el transporte de productos, personas e ideas. Las últimas nutren las comunicaciones portadoras de informaciones de muy diversa naturaleza. Y si bien en la escuela aprendíamos los nombres de algunas personas como inventores de tecnologías de comunicación, hoy dia –gracias a la investigación incesante- nombres que se nos quedaron grabados como autores de inventos determinantes deben ser borrados de la memoria para dar paso a otros muy poco conocidos. Este detalle muestra una faceta de todas las civilizaciones : siempre hay una imposición de planteamientos ,ideas y costumbres más que una eclosión espontánea de ellas.
Para los siglos XX y XXI, las tecnologías de comunicaciones, transporte, la difusión de la educación, el empleo del método científico y las inversiones en investigación que contribuyeron al avance de la ciencia y la tecnología modernas se desarrollaron muy rápidamente. Dentro de ellas sobresalen las relacionadas con las guerras, que dieron auge inusitado a nuevos conocimientos entre los que sobresalen el transporte por aire, mar y tierra, la radio- comunicación, los radares, la grabación y transmisión de sonidos e imágenes, todos descubrimientos de propiedades presentes en la naturaleza, pero que, al ser aplicadas a la humanidad, fueron la vía de introducción de avances notables como el teléfono, el fax ,la radio, la television y los ordenadores electrónicos actuales.
Cabe resaltar muy particularmente que a las tecnologias que han permitido el desarrollo de los ordenadores electrónicos que han revolucionado profundamente los procesos de comunicación humano a humano y humano a robot o viceversa , pronto se agregara la denominada computación cuántica, lo que para algunos será el inicio de una nueva dimensión humana: su compenetración directa y consciente con las fuerzas que han moldeado el universo.
Los siglos XX y XXI muestran también el enorme impacto de esta visión tecnologizada occidental y que hoy dia permea igualmente civilizaciones que permanecían inmutables a los cambios sociales. Mucha de esa influencia se da por razones de colonización, otros cambios son la resultante de la adopción de reformas y lo cierto es que hoy día hay algo común a todos los pueblos del orbe: el uso de los avances tecnológicos, aunque subsiste-vale la pena resaltarlo- la inmutabilidad de los antiguos diseños políticos que permanecen en el pasado, en una clara contradicción entre estas dos fases del desarrollo humano.
Comunicación e Información: el fracaso de la política
La escuela evolucionista que ha establecido la teoría social de que es gracias a la información compartida que avanza la humanidad, distingue claramente estos procesos:
En la primera etapa la información se transmite por via de la herencia genética de las personas que lideran los procesos.
En la segunda etapa, los humanos aprenden y transmiten unidades de información mediante la experiencia, que va más allá de la mera herencia genética.
En la tercera etapa se empiezan a emplear señales de distinta índole y esto permite el desarrollo de la lógica aplicada.
En la cuarta etapa ya es posible crear señales, desarrollar el lenguaje, la escritura y reproducir las ideas a otras generaciones, que las retoman y modifican su vez.
En la quinta etapa los avances en la tecnología de comunicaciones se traducen en avances en los diversos aspectos de la vida social que van revolucionando y de esa simbiosis resultante eclosionan nuevas formas de vivir socialmente.
Hay incluso investigadores que van más allá y vaticinan hay una sexta etapa de orden cuántico mediante la cual la comunicación se va a dar por vía mental ,en un claro acercamiento a los elementos energéticos básicos constitutivos del universo en que estamos inmersos
Hay inventos que producen- a su vez- la sinergia que alimenta las etapas para enriquecerlas y lanzarlas a estadios no pensados, pero todos dirigidos a impulsar los procesos de humanización comunitaria, sacándonos de la humanización centrada antiguamente en los individuos para ingresar en la etapa de la socialización de toda la humanidad.
Lo curioso de los tiempos actuales es que, si bien en teoría la tecnología que se aplica a la comunicación -epítome del desarrollo humano- estamos cayendo groseramente en una grave y extendida crisis de la política, lo que lleva a un clara surgimiento del individualismo, a una exaltación del yo, que recuerda la forma en que se inicia la humanidad: el yo como motor del desarrollo.
Si a estas alturas del recorrido humano uno estuviese obligado a plantear la sencilla pregunta: «¿hacia dónde marcha el mundo?», podría hacerla desde ópticas totalmente contrapuestas y con resultados muy disímiles, toda vez la enorme cantidad de información que circula rebasa la posibilidad de comparar las respuestas que encuentre, así como hay que enfrentar la incapacidad de procesarlas de manera correcta .
Expresado de otra manera: la ingente cantidad de información existente hace imposible procesarla.Y si se procesa es imposible usarla.
Aquí es donde la política, ocupación consistente desde antaño en decir lo que sí hay que hacer y establecer lo que no hay que hacer, se ha estancado notoriamente, dado sigue en la linea de imponer una agenda de acciones, lo que los especialistas suelen llamar: Agenda Setting.
Esperando a Godot... (o a los bárbaros, o a los robots, o a los extraterrestres)
Al terminar la denominada Guerra Fría que sigue a la Segunda Guerra Mundial, pese a la instauración de un cuerpo de pensamiento-acción mundializado: las Naciones Unidas, es cada dia mas cierto que la política se ha quedado muy atrás. La Modernidad a la que se apostaba como la era de mayor bienestar mundial, poco a poco y después a grandes trancos es la época del desencanto: hemos ingresado a la posmodernidad en la que renuncia a las utopías y a la idea de progreso de conjunto. Y reaparece una clara acción de deterioro del Bien Común, porque resurge el Bien Individual.
Por esto es bastante difícil encontrar grandes acuerdos y resurgen enormes desacuerdos, con lenguaje hostil e individualista, desaparecen las grandes figuras carismáticas y surgen infinidad de pequeños ídolos de barro, que duran hasta que surge algo más novedoso y atractivo. También va desapareciendo la agricultura de subsistencia para dar paso a la industrialización de los alimentos de consumo masivo, que a la vez se truecan en centros de poder.
En el área de la comunicación se utilizan masivamente los medios de transmisión de mensajes para vender imágenes, ideas, imponer liderazgos de trapo que se venden como figuras de inmenso poder y conocimiento . Y la tecnología masificante invade los medios de comunicación tradicionales y nuevos para vender –imponer visiones de grandeza altamente polarizada.
En esta época las ideologías dejan de tener sentido y se privilegia la imagen, al punto que se puede afirmar que con ello hemos vuelto a los inicios de la humanidad: el más fuerte impone, el débil debe soportar o sucumbir.
Los bits o unidades de información son tantos que los seres humanos cuerdamente imponen sus propias restricciones: ven, leen, escuchan lo imprescindible, solo que no son ellos los que setean su agenda, esta viene ya seteada por los centros de poder, dondequiera se encuentren.
Actualmente puede afirmarse sin temor a equivocación que la información es diversión y que los lideres impuestos por esta vía son realmente tigres de papel ,mientras que las reservas de la humanidad ya globalizada no se encuentran en el campo de la política, ni en el poder que emana del conocimiento científico, sino en las esperanzas desesperadas de millones de millones de seres que claman por soluciones recurriendo a las religiones que hayan subsistido o a las establecidas combinando diversos elementos ,o bien esperando que los hipotéticos extraterrestres que nos invadan sean amigables, no destructores y sean capaces de sacarnos del marasmo que nos distingue actualmente.