En la película Matrix se destaca, a través de la ciencia ficción y con la visión de un futuro desolador, uno de los puntos dramáticos de la conciencia humana: «Cambiar de opinión y de perspectivas es muy duro para la mayoría de las personas». ¡Sacarte de lo que estás convencido es un gran trauma! Es así porque implica considerar que tus creencias, de las cuales en general estás tan seguro, en la otra «realidad» implican una charada. Esto sucede con la generalizada creencia de que el dióxido de carbono industrial es el causante principal del calentamiento de nuestro planeta Tierra.
«¿Cómo?», se preguntarán muchos. Y es que hasta científicos serios no aceptan que el CO2 producido por sociedades tecnológicas no sea el responsable del aumento global de temperaturas. He conversado con oceanógrafos y meteorólogos calificados que basan sus investigaciones en la hipótesis afirmativa, el resultado ha sido molestia y hasta la manera no científica de detener el dialogo sin argumentar. El miedo a perder tus creencias se manifiesta hasta en la comunidad que debería representar la lógica más serena.
El argumento tradicional es que el CO2 es un gas invernadero y el excedente producido por el parque industrial del último siglo en nuestro planeta está incrementando las temperaturas.
Si bien es cierto que la contaminación e impacto ambiental que ocasiona el desarrollo industrial es un incomodo fenómeno evidente para todos, también es un hecho confirmado que las temperaturas planetarias han subido en décadas recientes dando ha concluir con certeza que un cambio climático global esta en progreso innegable. Pero no es cierto que este gigantesco proceso sea responsabilidad del CO2 industrial.
¿Porque el CO2 antropogénico no es el causante? Por muchos hechos de peso determinados por la Universidad de Londres, la Nasa, fundadores de Greenpeace, la Universidad de Jerusalén y otros institutos prestigiosos:
Ciertamente se producen anualmente más de 6,5 gigatoneladas por la vía industrial. Sin embargo, por volcanes y metabolismo de organismos vivos del planeta se liberan a la atmósfera más de 150.
La curva de elevación de temperaturas descendió de los años 50 a los 70, cuando el florecimiento industrial y la contaminación fue mayor en el siglo XX.
La famosa curva que muestra Al Gore junto al Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) en el emotivo y famoso documental no coincide, sino en un margen hasta de 800 años; es decir, primero sube la temperatura y luego el CO2 lo sigue. O sea, no es causa, al contrario, es consecuencia.
La tierra ha tenido periodos de calentamiento y CO2 mayores a los actuales cuando no existía parque industrial, como en la Edad Media, o cuando ni siquiera existía el ser humano, por ejemplo, en la era de los dinosaurios.
No todos los científicos del IPCC están de acuerdo. A los disidentes los mantienen en la lista sin su aprobación. Sólo a los que han demandado legalmente al IPCC, como el Dr. Paul Reiter del Instituto Pasteur de París, los han retirado.
El CO2 es solo el 0,054% de los gases de la atmósfera terrestre. La fracción añadida por los seres humanos en sus procesos contaminantes es mucho menor.
De los gases invernadero causantes de calentamiento, el CO2 es el menos relevante. El vapor de agua es mas significativo, y no se le echa la culpa.
Las temperaturas de la alta atmósfera deberían reflejar aumento de las mismas. Además de la menor concentración de vapor de agua a ese nivel, las mediciones no muestran aumento, más bien una disminución.
Entonces, ¿qué esta causando el calentamiento global? Miren en el cielo diurno a esa enorme bola amarilla que nos ilumina y calienta año tras año. Las manchas solares con su número e intensidad determinan la temperatura del planeta Tierra. Lo ha hecho en el pasado, en el presente y lo seguirá haciendo en el futuro. El aporte de gases, especialmente CO2, siempre será microscópico en comparación a la irradiación solar. Una disminución de las manchas implica enfriamiento global.
Además los cambios climáticos globales se suceden a escalas temporales relativamente lentas, décadas, siglos e incluso eras. El derretimiento de los casquetes polares con la consecuente inundación por elevación del nivel de las aguas es un proceso que tomará centenares de años. En el pasado fue así y será en el futuro. Por ello, no se asusté cuando un enorme glaciar cae...es totalmente normal. Nadie reporta cuando se forma uno, y ocurre cada año.
Finalmente, ¿por qué todo esto no se difunde? Porque el convencimiento público y gubernamental es tal que hasta políticamente, desde la extrema derecha a la izquierda, en todos los medios de comunicación no quieren dar vuelta atrás en las convicciones fijadas. Todos viven en esa Matriz, muy pocos «rebeldes» están afuera. Además, lo triste es que los periodistas ambientales y muchas agencias estatales y no gubernamentales perderían empleos establecidos sobre esas bases erradas. ¡Escapen de Matrix!