El ambiente cultural de Málaga en el siglo XIX tuvo un modo de expresión muy elocuente a través de la imprenta. No fueron sólo las abundantes publicaciones periódicas las que señalan esta característica, sino también, y sobre todo, la importante reproducción gráfica y los buenos artistas que trabajaron en ella.
El pequeño espacio que dedica el Museo a este sector está magníficamente representado a través del material procedente de la imprenta Sur-Dardo, fundada por Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, de ahí el Modernismo de las imágenes de piedra, y de gráficas Alcalá, con un importante taller de litografía potenciado por Fausto Muñoz, especializándose en carteles de toros y lechos de cajas de pasa. Muestras de los trabajos aparecen en una vitrina.