El verano, la época favorita de muchos, ha llegado al hemisferio norte, los cielos brillantes y el clima caluroso (excepto para los que vivimos en las montañas), nos hace pensar en el mar, la arena y la playa, el destino favorito de muchos durante las vacaciones de verano. No es novedad que México sea escogido por los turistas extranjeros como uno de los destinos favoritos de playa, pues los destinos como Cancún, La Riviera Maya, Los Cabos o Acapulco se abarrotan de turistas tanto nacionales como extranjeros. Pero hoy quiero hablarles sobre un destino diferente, lleno de cultura, tradición, comida y playa también: Oaxaca.
Situado al suroeste de la República Mexicana se encuentra el estado de Oaxaca, cuya ciudad capital lleva el mismo nombre. Es el lugar más rico en biodiversidad de México, así como rico en diversidad cultural pues alberga más de 16 grupos étnicos. Oaxaca es la expresión perfecta de todas las épocas históricas de México, desde la prehispánica hasta la contemporánea pasando por lo colonial, moderno e independiente, ya sea través de sus calles, edificios, espacios, museos, zonas arqueológicas, playas, ruinas, fiestas o iglesias: ¡todo en un solo lugar!
¿Qué hacer en Oaxaca?
El centro histórico de la ciudad de Oaxaca ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 11 de diciembre de 1987 por la belleza colonial de sus edificios, entre los que se encuentran la catedral, el templo y antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán, la Basílica de la Soledad, el teatro Macedonio de Alcalá, entre otros.
Entre las rutas turísticas de Oaxaca destacan seis:
La Ruta de la Sierra Norte
Esta ruta recorre las bellezas naturales de la Sierra Norte de Oaxaca, un paradisiaco hábitat rico en fauna y flora de la región.
La Ruta de San Bartolo Coyotepec-Ocotlán
Esta ruta te pasea por el pueblo prehispánico de San Bartolo Coyotepec y sus orígenes. Este pueblo es conocido por su alfarería ornamental, utilitaria y ceremonial que se realiza en barro negro, además, es posible admirar la iglesia que data del siglo XVI.
La Ruta Tule – Tlacolula – Mitla
En esta ruta encontrarás a un muy famoso y reconocido personaje inanimado pero lleno de vida y esplendor: el famoso “Arbol del Tule”, un sabino de 2,000 años de edad que cuenta con 40 metros de altura, además, se puede visitar la ciudad de los muertos (Mitla) y conocer el folclor del tianguis de Tlacolula.
La Ruta Monte Albán – Zaachila
Unas de las culturas más imponentes del México Prehispánico fue la civilización zapoteca y es Monte Albán considerado “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, ciudad que te llevará a descubrir los secretos escondidos de los zapotecas.
La Ruta Dominicana
Lo fantástico de esta ruta es la tranquilidad de las bellezas naturales como la Laguna Encantada de Tecomaxtlahuaca o las cascadas de Santiago Apoala, las peñas y el cañón que acompañan al río que atraviesa la región y ¡qué rico es tomar un baño en las aguas sulfurosas de Tamazulapan!
La Ruta de la Costa
Este es mi destino favorito en todo el territorio nacional, sí, Cancún, los Cabos y Acapulco son bellos, pero nada en el mundo como la Costa oaxaqueña, Puerto Escondido, Puerto Ángel, Mazunte-Zipolite y Bahías de Huatulco poseen una belleza natural sin igual, sus aguas azul turquesa, puras y cristalinas no tienen comparación, en Huatulco sus bahías parecen piscinas naturales donde se puede nadar muy a gusto entre los peces, mientras que Puerto Escondido es el destino favorito de los amantes del surf, con sus olas que alcanzan hasta 15 metro de altura.
¿Qué comer en Oaxaca?
En Oaxaca se come simplemente delicioso: la comida típica oaxaqueña fue nombrada en el 2008 por el Congreso del estado, Patrimonio Cultural Inmaterial del estado de Oaxaca en tanto que expresión de una cultura milenaria y ancestral.
El mole oaxaqueño (en mi artículo anterior explico qué es el mole), uno de los platillos típicos de la gastronomía oaxaqueña, cuenta con siete variedades. Además, están las tlayudas, los tamales, sus deliciosas nieves de sabores, el tasajo y el caldo de guías, sin faltar – como lo menciono en mi artículo anterior – los exóticos chapulines (saltamontes). Los dulces, el excepcional café oaxaqueño y el chocolate, también son suculentos elementos de la comida oaxaqueña que no podemos dejar pasar de largo.
Si estás pensando darte una escapada a un lugar lleno en cultura, diversión, tradición y con deliciosa comida ¡no lo pienses más y ven a Oaxaca! Sin duda, quedarás maravillado con su gente, sus playas, sus pueblos y ciudades.... ¡Oaxaca no se cuenta, se vive!