En la tarde del sábado, cuando España estaba de sobremesa, en una pista de tenis en Londres se escribía la historia del deporte de la raqueta. En el (para muchos) torneo más prestigioso del mundo.
En el All England Lawn Tennis and Croquet Club, sobre una pista mitad verde mitad pelada, Garbiñe Muguruza (Caracas, 1993) se proclamaba campeona de Wimbledon al derrotar a Venus Williams en la final en dos mangas (7-5, 6-0).
Una final con dos partes muy diferenciadas. La primera, con 4-5 para Venus y doble bola de rotura para la Williams (15-40). Tras salvar ambas oportunidades de break y de set, Garbiñe no frenó hasta el final: nueve juegos consecutivos hasta ser campeona de Wimbledon (7-5 6-0).
Segunda española en proclamarse campeona en Londres, 23 años después de conseguirlo Conchita Martínez en 1994. Una Conchita Martínez que ha ejercido de entrenadora de Garbiñe estas dos semanas en Wimbledon por la ausencia del entrenador habitual de Muguruza, Sam Sumyk, ausente por motivos familiares.
Sumyk volverá al banquillo de Garbiñe en el próximo compromiso de la caraqueña, en el torneo WTA de Stanford (del 31 de julio al 6 de agosto).
A Londres llegó Garbiñe tras salir del grupo de las 10 mejores tenistas femeninas debido a su derrota en cuarta ronda en Roland Garros (Kristina Mladenovic). Llegó a Wimbledon sin la presión con la que había convivido desde que se proclamara campeona en París en 2016.
Desde el primer partido se pudo ver a una Garbiñe diferente. Sin presión. Con un juego agresivo y convincente. Llevando la iniciativa frente a cada una de sus rivales. Los tres primeros partidos (Alexandrova, Wickmayer y Cirstea) los cerró en tres horas y media.
En cuarta ronda, una prueba de fuego de altura. Angelique Kerber número uno del mundo. La alemana se adelantó en el primer set (la única manga que Garbiñe ha perdido en Londres), pero la española se recuperó y remontó ante Angie. En cuartos de final por segunda vez en tres años. Kuznetsova duró 75 minutos en pista antes de caer 6-3 6-4 en cuartos.
En semifinales, ante la gran revelación de Londres (Rybarikova), Garbiñe sacó toda la furia que llevaba dentro y fue un auténtico ciclón. Doble 6-1 en apenas 65 minutos. 22 ganadores y un 75% de puntos ganados en la red. A su segunda final de Wimbledon en tres años y la tercera de Grand Slam en tres temporadas.
En la final, toda una pentacampeona del torneo como Venus Williams. La mayor de las Williams había superado en dos mangas a Johanna Konta. La final tuvo vida en los primeros nueve juegos (4-5) y un dominio aplastante de Garbiñe en los nueve siguientes (7-5 6-0).
Segundo Grand Slam a sus vitrinas. Tiene cuatro títulos profesionales y dos, son majors. Vuelta al TOP-5 WTA y al número 3 de la clasificación de la temporada. Ahora, turno para la gira de cemento americano empezando por Stanford, en la primera semana de agosto.
En el horizonte, Toronto, Cincinnati y el colofón en el US Open del 28 de agosto al 10 de septiembre. El número 1 WTA está a 1.865 puntos.