El risotto es de mis comidas favoritas en todo el mundo, al punto que si lo veo en un menú es muy probable que pida eso sin siquiera terminar de ver las otras opciones. Desde hace unos meses, la quinua (o, como también se denomina, quinoa) se ha convertido en parte fundamental de mi dieta. La quinua es conocida por ser un “superalimento”: es rica en ácidos omega 3 y 6, y contiene gran cantidad de fibra, magnesio y potasio entre muchas otras propiedades.
La quinua es muy fácil de adaptar a tu dieta ya que su textura es muy parecida a la del arroz, así que puedes hacer casi cualquier receta que lleve arroz, sustituyéndolo por quinua, ya sean platos fríos como ensaladas, calientes como un risotto o incluso como postre o desayuno en versiones más dulces.
En mi búsqueda por hacer mis comidas un poco más creativas encontré un “risotto de quinua y champiñones” y déjenme decirles que es mucho más sencilla que la de un risotto regular y una alternativa más sana. Les comparto la receta que yo utilicé y que resultó un total éxito.
Ingredientes (4 porciones)
• 1 taza de quinua • 150 gramos de champiñones • ½ cebolla • 1 diente de ajo • 1 ½ taza de caldo o agua • ½ taza de vino blanco • 2 cucharadas de queso parmesano rallado • 1 cucharada de crema • 1 cucharada de mantequilla • 1 cucharada de aceite de oliva • Sal y pimienta a gusto.
Preparación en cinco pasos
Lo primero que hay que hacer es colocar la quinua en un colador y lavarla por 3 minutos bajo el chorro de agua y dejarla reposar. En una olla debes mezclar el caldo o agua y el vino blanco.
En un sartén con 1 cucharada de aceite caliente, saltear durante 2 minutos la cebolla picada en cubos pequeños, agregar el ajo picado y los champiñones cortados en láminas.
A continuación, revuelve suavemente e incorpora la quinua previamente lavada. Mezclando y agregando un poco del caldo caliente, revolvemos. Debes ir agregando el caldo en pequeñas cantidades.
Cuando el risotto se vaya secando, revolver suavemente y seguir cocinando a fuego bajo, destapado (esta operación tarda de unos 15 a 20 minutos).
Cuando se haya acabado el líquido y la preparación esté cremosa, apagar y agregar crema y queso rallado. Revolver suavemente hasta integrar bien y rectificar la sazón. Finalmente dejar reposar 5 minutos y servir.
¡Es una receta sencillísima y queda muy, muy rica!