La originalidad y la fuerza expresiva de las piezas constituyen el hilo conductor de esta muestra. Ya en otras ocasiones el Museo Amparo ha propuesto ensayar una mirada sobre los objetos del México antiguo que no sea predominantemente histórica o antropológica. Porque es verdad que las figuras, vasijas, máscaras y otros artefactos indígenas son testimonio de la tecnología y de las relaciones sociales; ilustran las jerarquías políticas y nos dan indicios de la antigua cosmovisión, pero además son creaciones valiosas en sí mismas.
La sola variedad tipológica de las vasijas inventadas por los ceramistas mesoamericanos es una expresión estética que enriquece el patrimonio cultural de la humanidad.
La escultura antropomorfa en barro, que es una de las expresiones más abundantes del repertorio prehispánico y en especial de la colección del Museo Amparo, también se diversificó en Mesoamérica de una manera única. Es probable que ninguna otra civilización de la humanidad haya producido tal variedad de formas y estilos en la representación de la figura humana en arcilla.