En la Comunidad de Madrid, 353 centros públicos de primaria son bilingües, además de 181 concertados y 110 institutos, y en otras comunidades autónomas de España se están poniendo en marcha iniciativas similares para que en el futuro todos los centros públicos cuenten con enseñanza bilingüe.
Hoy en día el dominio del inglés es un requisito imprescindible para casi cualquier empleo y es por eso que las autonomías quieren que los menores estudien en este idioma, además de en castellano, desde los primeros años de escolarización. El cerebro de los más pequeños aún está adaptándose al aprendizaje de las lenguas y es por ello que cuanto más joven se es existe una mayor facilidad para el aprendizaje de fonemas en otras lenguas.
Sin embargo, ¿qué significa que un colegio sea bilingüe? Un colegio bilingüe es aquel centro educativo en el que los alumnos reciben aproximadamente entre el 30 y el 50 por ciento de su horario en lengua inglesa. Las asignaturas troncales son en castellano (Matemáticas y Lengua y Literatura) pero hay asignaturas que obligatoriamente han de ser impartidas en inglés, que es el caso del área de Conocimiento del Medio Social y Cultural que se imparte en lengua inglesa desde los niveles de 1º hasta 6º de primaria, ambos incluidos. En cuanto al resto de asignaturas, es el propio centro el que decide si se imparten en castellano o en inglés atendiendo siempre al porcentaje indicado.
Esta forma de enseñanza en ambos idiomas pretende que el dominio del inglés se vaya incrementando a medida que el niño va aprendiendo las materias. Sin embargo, la realidad parece ser muy distinta ya que según un estudio elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid, el estudiar en un colegio bilingüe perjudica el aprendizaje de los alumnos que se centran más en el inglés descuidando las otras asignaturas.
El estudio publicado en abril de 2016 en la revista Economic Inquiry fue elaborado por Jesús Carro (del departamento de Economía de la Universidad Carlos III ), Antonio Cabrales (del departamento de Economía de la Universidad College de Londres) y Anghel Brindusa, del departamento de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y se centra en los resultados de los alumnos madrileños, ya que fue ésta la primera comunidad que introdujo este modelo de enseñanza.
El resultado negativo se ve principalmente en alumnos con padres con menor nivel educativo, lo que ha llevado a establecer hipótesis sobre si reciben menos ayuda en casa o si los padres con mayor nivel educativo cuentan con más recursos. Los alumnos se centran más en aprender el idioma que en los contenidos, lo que hace que tengan peores resultados en asignaturas como Geografía e Historia. Sin embargo, esto no afecta a las impartidas en castellano como Lengua o Matemáticas.
La otra cara de la moneda lo presenta el informe elaborado por el Gobierno regional que se ha realizado analizando los resultados de los centros públicos de la región a través de la PAU, las pruebas de 3º y 6º de primaria, los informes internacionales de PISA y TIMSS y las evaluaciones externas de inglés hechas por el Trinity Collegue y la Universidad de Cambridge. Este informe refleja que los alumnos de centros bilingües obtienen mejores resultados académicos. Aunque también es cierto que estas calificaciones son ligeramente superiores la diferencia no es tan grande como para calificar la educación bilingüe de rotundo éxito.
El sistema de educación bilingüe se implantó por primera vez en 2004 y se basó en una formación de los profesores y con apoyo de docentes nativos, pero no podemos obviar el hecho de que hay conocimientos que tal vez un menor deba entender en su lengua materna antes de estudiar en otro idioma. No es coherente con una buena formación que en aula de inglés estén estudiando el verbo ‘to be’ y en ‘science’ estudien la fotosíntesis o la metamorfosis de los anfibios.