Situada en el núcleo urbano de Aracena, población del norte de la provincia de Huelva, la Gruta de las Maravillas es, probablemente, una de las cuevas más bellas y mejor conservadas de todo el mundo. Descubierta a finales del siglo XIX, la gruta tiene un desarrollo horizontal con tres niveles superpuestos, que conforman 2.200 metros de espectaculares galerías de belleza indescriptible. Sin lugar a dudas, todo un deleite para la vista a lo largo del casi kilómetro y medio que dura el recorrido turístico.
Perteneciente al Macizo Hespérico, esta gruta es una cavidad originada por la acción de las aguas sobre las calizas y mármoles del cámbrico - que tienen más de 500 millones de años de antigüedad -. De esta forma, lo que aparecerá frente a los ojos del visitante será tan maravilloso como el nombre que recibe la cueva. Un sinfín de estalagmitas, estalactitas, columnas, cortinas, pisolitos, gours o coladas, acompañados por las cristalinas aguas de los lagos que también alberga esta impresionante cavidad. Del mismo modo, aparecen numerosos espeleotemas, algunos muy singulares, como los aragonitos azules o rojos. Y es que ha sido el paso del tiempo y la persistencia del agua en este entorno los que han creado este peculiar enclave que hace las delicias de todos aquellos que lo visitan, permitiendo que imaginación y realidad cohesionen de forma armónica.
Además de ser un paraíso idílico para el sentido de la vista, la Gruta de las Maravillas también posee una característica adicional: tiene banda sonora propia. El devenir del agua por todas y cada una de sus cavidades y rincones, hace que el visitante escuche un tintineo delicado y sutil.
Desde la Sala de las Conchas y el Salón de los Brillantes, hasta la Sala de la Esmeralda, con formaciones de calizas y coladas de varios colores, o La Catedral, tras casi cien escalones, el visitante podrá acceder a un total de doce salas distribuidas en diferentes niveles.
Sin embargo, no todo en Aracena es su gruta, ya que este pueblo onubense es archiconocido por sus buenos ibéricos. Así, que, en esta ocasión, el visitante tendrá más de una visita obligada por el pueblo.
Igualmente, y si ya se quiere aprovechar la jornada al completo, destacan el Castillo o la iglesia gótica de Nuestra Señora de los Dolores del siglo XIII, así como algunos de los edificios emblemáticos de la popular arquitectura serrana.