Por si no fuera poco con la temporada de huracanes de la Florida, en octubre comienzan las mareas altas. Algo especialmente preocupante en la zona de Miami Beach, que tiene escasa elevación sobre el nivel del mar. Según las autoridades, es la zona más en riesgo del país de sufrir inundaciones. Pareciera que las plagas de Egipto se cebaran en esta pequeña zona de Estados Unidos. Primero los huracanes, después las lluvias y ahora las mareas altas amenazan con inundar la región.
Las primeras mareas altas, denominadas “king” por estos lares, comenzaran a finales de septiembre y alcanzarán su punto álgido en octubre. La ciudad va a invertir de 400 a 500 millones de dólares en los próximos años para prevenir que su preciada mina de oro sufra las incomodas inundaciones. Este plan tan agresivo consiste principalmente en la construcción de un muro – parece que la idea se ha puesto de moda- que prevenga la entrada de agua. Además, y como todos los años, ya se han instalado las habituales bombas de agua para sacar todo aquello que sobre. El año pasado las inundaciones provocaron grandes parones y atascos kilométricos en las principales carreteras de Miami Beach. Esto es, precisamente, lo que quieren evitar de aquí a los próximos años aunque todos los habitantes de la zona son conscientes de lo difícil que es luchar contra las inclemencias del tiempo. El proyecto durará dos años según las autoridades y los muros de contención se construirán de cemento.
Mientras, las compañías de anti-inundaciones se frotan las manos. Algo que, en mi ignorancia y tal vez por venir de Madrid, no había visto en mi vida. Existe una gran cantidad de empresas privadas dedicadas a la extracción de agua en Miami. Aquí quien más y quien menos ha necesitado de sus servicios alguna vez. Por supuesto no existen los sótanos en estas tierras y hay que acostumbrarse también a que los aparcamientos jamás son subterráneos, siempre están en los primeros pisos de los edificios, por el riesgo de inundaciones, claro. Prevenir es curar. Nadie quiere perder su coche en una inundación. Es más, cuando el temporal acecha se abren los aparcamientos públicos para que los que tengan su coche en la calle lo puedan poner en sitio mas altos y prevenir que se les arruine. En mis casi dos años viviendo en esta zona he podido aprender, a fuego, una lección: aquí cuando llueve, llueve de verdad. Es mas, si te pilla un aguacero en la calle tienes dos opciones: refugiarte en alguna parte o calarte hasta los huesos. No importa que lleves paraguas, no te servirá de nada. Cuando llueve es como si tiraran cubos de agua. No te puedes salvar.
Ríete de las plagas de Egipto. Aquí ya vamos por la cuarta: primero la plaga del Zika, después la plaga de huracanes, mas tarde la plaga de lluvias y ahora la plaga de las mareas. Ya estamos esperando con los brazos abiertos la siguiente. ¡De esta zona solo salen sobrevivientes! ¡Estamos preparados para lo que caiga!