Conciliación laboral es un término que a muchos no les dice nada y que para otros es todo un mundo. La conciliación es algo cada vez más necesario para las familias y, sin embargo, aún hay mucho camino que recorrer para que esta idea, que ya está implantada en muchos países occidentales, se haga hueco en la sociedad española.
Muchas familias abogan por unos horarios que permitan a los padres cumplir con sus obligaciones laborales y paternas al mismo tiempo, sin que esta tarea recaiga únicamente en la mujer ya que, aunque existe una gran incorporación de la mujer al mundo laboral y cada vez son más las madres trabajadoras, también es cierto que las responsabilidades en el hogar, sobre las tareas y el cuidado de los niños, aun no se reparten de manera equitativa.
En la mayoría de los casos son las madres las que solicitan una reducción de jornada o incluso las que renuncian a su trabajo, de manera temporal o definitiva. Sin embargo, son pocos los padres que toman esta medida y muchos menos los que hacen uso de su permiso de paternidad, que en España está aun lejos de igualarse al de otros países de la UE.
En España, la madre tiene un permiso de 112 días y el padre tiene derecho a 15 días ampliables hasta los 20 en caso de parto múltiple o familia numerosa, mientras que en Suecia cuentan con 480 días (16 meses) compartidos entre ambos progenitores.
España ocupa la octava posición en relación a los permisos después de Turquía y Suiza (ambos con 112 días para la madre y 3 para el padre), Letonia (112 días para la madre, 10 para el padre), Chipre (sólo 112 días para la madre), Bélgica (105 días la madre y 10 el padre), Eslovenia (84 días para la madre y 11 para el padre) y Liechtenstein (sólo 56 días para la madre).
Sin embargo, la conciliación abarca mucho más que los permisos de maternidad y paternidad y tiene que ver con los hábitos y los horarios impuestos en la sociedad española. Es difícil que una familia pueda abarcarlo todo si los padres tienen que estar en el trabajo hasta las siete de la tarde mientras que las jornadas escolares de los niños finalizan a las cuatro.
Es por eso que ya se toman medidas para ayudar a las familias a que la conciliación no sea solo una utopía. Hace unos meses, desde el gobierno se estableció que los funcionarios con hijos tuvieran jornadas intensivas durante los meses de julio y agosto e incluso se está estudiando el equiparar las jornadas de trabajo a las ya establecidas en el resto de países europeos y también el que España vuelva al huso horario que le corresponde (GMT 0), esto es, que en la península tengamos el mismo horario que en el archipiélago canario y que en nuestro país vecino, Portugal.
España lleva desde la década de los cuarenta en el huso horario GMT+1, lo que lleva a que en verano los españoles salgan para ir a trabajar antes del amanecer y se encuentren con que a las diez de la noche aun hay sol. Este huso horario se estableció por motivos político para igualarse al resto de Europa en una idea de “progreso”, pero ha llevado a que en nuestro país haya un desfase horario considerable, siendo los españoles los menos productivos aun teniendo las jornadas más largas, ya que incluso los programas emitidos en “prime time” (horario de máxima audiencia) acaben de madrugada.
Tener unos horarios más a la europea, con jornadas intensivas, es una de las medidas que ayudaría a que la conciliación laborar fuera una meta cada vez más fácil de alcanzar y que el peso del hogar y del cuidado de los niños no sea una labor exclusiva de las madres.