En este artículo explicaremos en qué consisten los productos llamados ‘Futuros’ y por qué el selectivo Standard & Poor’s 500 es el favorito por mucho de los inversores y gestores de fondos
Al igual que las acciones de las empresas en los mercados, también existen otros tipos de productos. Los futuros son contratos de compra-venta utilizados en los mercados cotizados. Este tipo de contrato tiene la característica de que carece de horquilla o Spread. A diferencia de otros productos denominados CFD’s (de los cuales hablaremos más adelante), los futuros no tienen esa especie de comisión por entrar al mercado (ejecución de órden) llamada Spread u Horquilla.
Otra característica de los futuros es que tienen fecha de vencimiento. Dicha fecha de vencimiento es cada tres meses. El tercer viernes de cada tres meses los futuros cambian al siguiente mes y el día de vencimiento se fija un precio de cotización. Pongamos un ejemplo: supongamos que estamos a 12 de enero y el índice S&P500 cotiza a 1.900 puntos básicos (utilizando los futuros de diciembre) hasta que llega la fecha de vencimiento, el 18 de Marzo. Cuando llega dicho día (es necesario comprender que entre un vencimiento y otro, el precio puede variar, por lo que se puede especular en cualquier momento) si el tercer viernes de marzo, día 18, es el vencimiento y justamente ese día el precio está en 1.700, entonces se abrirá un nuevo vencimiento (junio) y se habrá fijado el precio de 1.700 como precio de los futuros de marzo.
A la hora de operar, los ‘futuros’ son el producto que más rentabilidad a corto y largo plazo pueden ofrecer, así como una gran liquidez y seguridad a la hora de ejecución de órdenes. La ejecución de órdenes es más importante de lo que creemos, ya que no es lo mismo que una orden entre en 10 segundos que esperar un minuto. En bolsa un minuto es demasiado tiempo y uno no se puede permitir el lujo de dejar que el precio corra a nuestra contra. Hemos de aprovechar cada movimiento a nuestro favor, tanto para estrategias de ataque como de defensa.
Pueden existir futuros sobre índices (Ibex35, FTSE, Dow Jones, Nasdaq, estos son algunos ejemplos de índices mundiales por referencia) y también puede haber futuros sobre acciones, divisas, bonos de deuda del estado, etc.
El selectivo por referencia mundial para los que somos Daytraders (especuladores) es el S&P500, el cual engloba las 500 empresas más fuertes de Materia Prima de Estados Unidos. Dicho índice cotiza en el Chicago Board Of Trade (CBOT) El S&P500 se opera al contado. Es decir, no existen descuentos por cada contrato que queramos comprar-vender. Por ejemplo, el margen del contrato es de 4.000 euros, es lo que tendremos que pagar por cada vez que queramos entrar con un contrato y participar en una operación.
El S&P500 se mueve en movimientos de 0.25 ticks y cada tick tiene un valor de 12,50€. Por ejemplo, de 1.900 a 1.900,25, hay 12,50€, y para poder beneficiarnos de esa pequeña cantidad es necesario haber pagado 4.000€ de margen que se nos devolverá al cerrar la operación conjuntamente a nuestro beneficio o pérdida. A todo esto hay que sumarle una pequeña comisión de mercado (ronda unos 6€ por contrato comprado-vendido, dependiendo del bróker que escojamos, pero de ello hablaremos más adelante).
En cuanto a las cantidades que se necesitan para poder hacer del trading nuestro medio de vida, hablamos que por operación es necesario utilizar como mínimo dos contratos (un capital de 10.000€ inicial) aunque los profesionales operamos con cantidades comprendidas entre los 20 y los 40 contratos por operación.
Más adelante explicaremos como se maneja el riesgo por operación y qué es un bróker y para que se utiliza.