Últimamente en mi entorno se está produciendo un fenómeno que es a la vez precioso y aterrador. Mis amigas casadas empiezan a tener hijos. Digo que es aterrador porque yo aún me encuentro a años luz de dar ese paso.
Los futuros padres se plantean una serie de preguntas: qué cochecito compro, cómo decoro el cuarto, tengo suficiente ropita de bebé, cómo voy a llamar a esa personita, decisión que marcará al niño de por vida…
Pero los papás de ahora se hacen otra pregunta: ¿qué hacer con el cordón umbilical? Guardarlo, no guardarlo, qué utilidades tiene. Simplemente no darle ningún uso.
Se habla de la donación del cordón umbilical, pero en realidad lo que se emplea es la sangre del cordón umbilical. La recogida se realiza en el momento del parto, tras el nacimiento del niño. Se realiza una punción en el cordón umbilical mientras la placenta continúa en el útero y la sangre extraída se guarda en una bolsa parecida a las empleadas en las donaciones de sangre.
El proceso es totalmente seguro tanto para la madre como para el niño. Sin embargo, si se presentan complicaciones durante el parto que pongan en peligro la salud de la madre o del recién nacido y la extracción puede interferir en su atención, la extracción no está recomendada.
La sangre del cordón umbilical contiene células madre sanguíneas, que están especializadas en la renovación de todas las células que posee la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. La principal utilidad del cordón umbilical es la realización de trasplantes de células madre para tratar determinadas enfermedades de la médula ósea como las leucemias agudas o crónicas.
Cualquier mujer embarazada mayor de 18 años, con un embarazo normal y un parto sin complicaciones puede convertirse en donante de cordón umbilical.
Para poder convertirse en donante, lo más cómodo es que la mujer embarazada se lo comente directamente a su ginecólogo o que se ponga en contacto con uno de los Bancos de Sangre de Cordón que existen en España.
Para poder realizar la donación es imprescindible realizar una serie de pruebas, que determinarán la validez o la exclusión del cordón como explica la Organización Nacional del Trasplante:
- Una historia clínica detallada a la madre acerca de las posibles enfermedades infecciosas, hematológicas o de cualquier otro tipo que contraindiquen el empleo de la sangre de cordón.
- La realización a la madre en el momento del parto de un análisis de sangre para descartar cualquier proceso infeccioso que pudiera ser transmisible a la sangre del cordón, en especial los test de la hepatitis B y C, HIV y sífilis, entre otros.
- Un examen clínico de su bebé al nacimiento y opcionalmente después de los 3 meses realizado por un pediatra.
Desgraciadamente no toda la sangre que se recoge se puede utilizar en un trasplante. Un 20% de las extracciones no son viables para realizar un trasplante y un 40% se descartan por contaminación o deterioro de la muestra porque no cumplen los requisitos necesarios de calidad para utilizarlos en un trasplante.
Si se decide a guardar la sangre del cordón umbilical hay dos posibilidades, usar un banco público o un banco privado. La principal diferencia, además de que el público es gratuito, es que en estos se dona el cordón para que esté a disposición de cualquier persona que pueda necesitarlo y los bancos privados tienen un objetivo autólogo, es decir, para un uso propio de la persona a la que pertenece.
Las probabilidades de un uso del cordón por el propio donante son muy bajas. Esto se debe a que los motivos por los que se emplea el trasplante de la sangre del cordón durante la infancia suelen están indicadas para enfermedades genéticas o congénitas, de forma que las células del propio cordón podrían estar afectadas por la enfermedad.
Cada día está más patente la importancia del empleo de la sangre del cordón umbilical y más parejas se plantean su uso, ya sea privado o público. Sin embargo, para poder ofrecer ayuda al mayor número de personas es fundamental la creación de un amplio servicio de donación pública del cordón que acabe teniendo la misma importancia que los Bancos de Sangre o la donación de órganos.