Como cada verano y fiel a la tradición, me voy de vacaciones a San Sebastián a ver a la familia y de paso a disfrutar del final de la Semana Grande donostiarra. Desde que tengo memoria, estos días de vacaciones los recuerdo con mucho cariño, no solo por lo bonita que es la ciudad, sino también por lo bien que me lo he pasado siempre en Donosti.
Uno de mis sitios favoritos de San Sebastián desde que era pequeña es el Boulevard, con sus diversas heladerías italianas, que con solo pensar en ellas se me hace la boca agua. Pero San Sebastián es famoso no solo por las heladerías y las pastelerías sino también por su gastronomía. Quien no conoce a Pedro Subijana, Juan Mari Arzak o Martín Berasategui, nombres fundamentales en el panorama de la restauración donostiarra.
A menor escala pero no más barato, no se puede venir a San Sebastián y salir a tomar unos pintxos con unos zuritos o un chacolí. Estos diminutos entrantes son verdaderas obras maestras gastronómicas en miniatura.
En España, la tradición de comer tapas surgió en los bares, cuando se servía alguna bebida, generalmente vino, se acompañaba con algo de comer. Esta costumbre también apareció en la capital guipuzcoana cuando los bares empezaron a ofrecer a sus clientes pequeñas porciones de comida que colocaban sobre la barra para que cada uno pudiera coger el pintxo que más le gustara.
Tienen un tamaño similar al de los canapés, perfecto para comer con una mano y con la otra sujetar el zurito, el chacolí o lo que se esté bebiendo. Los hay fríos y calientes, y son perfectos como aperitivo o bien para comer sólo a base de ellos.
A la hora de salir de pintxos por Donosti, es fundamental no solo conocer los mejores sitios para comer, sino también las reglas básicas de los bares:
- Se puede pedir un plato grande para coger varios pintxos a la vez, pero esto se acostumbra a hacer más con los turistas. O bien se puede comer uno o dos y cambiar de bar. De esta forma se tiene la posibilidad de visitar varios sitios.
- A la hora de pagar hay que ser sincero con el camarero y enumerar las consumiciones que se han tomado o bien enseñar los palillos que han ido quedando en el plato.
En San Sebastián existen varias zonas para ir de pintxos; Gros, la parte vieja o el centro. Aunque la ruta más clásica es la de lo viejo y es indispensable visitar algunos bares de esta zona y probar las tapas típicas de Donosti; la clásica gilda, el cruasán de jamón serraro, el champi frito con bacon…
- El Tamboril C\ Pescadería 2, junto a la Plaza de la Constitución
- La cepa C\ 31 de Agosto 7
- Gorriti C\ San Juan 3
- Ganbara C\San Jerónimo 17
- La Cuchara de San Telmo C\ 31 de Agosto 28
- Atari Gastroteka C\ Mayor 18
No cabe duda que San Sebastián tiene algo especial y que lo diga yo no tiene mérito porque no soy objetiva. Pero si esta ciudad se ha convertido en referente gastronómico nacional e internacional y un destino turístico obligado, lo ha hecho por méritos propios. Al igual que otras ciudades europeas merece la pena venir por lo menos una vez en la vida, es un placer para la vista y para los sentidos.