En un hecho sin precedentes, miles de jinetes realizaron una cabalgata desde diferentes regiones de Chihuahua y diez estados del país, con la finalidad de rendirle un homenaje por el 92º aniversario luctuoso del asesinato de Pancho Villa, héroe de la Revolución Mexicana.
En Hidalgo del Parral, Chihuahua, como parte de los festejos del Movimiento Revolucionario, se llevaron a cabo las Jornadas Villistas del 11 al 21 de julio del 2015, en donde autoridades civiles y militares realizaron un espectáculo y escenificación del asesinato del General de División Francisco Villa.
En la remembranza de la lucha revolucionaria de José Doroteo Arango Arámbula, alias “Pancho Villa”, se hace énfasis en su participación activa como General de División y no como caudillo o fugitivo. Destaca como jefe militar con la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta; encabeza el movimiento revolucionario ante el descontento social por la miseria y represión del Gobierno de México.
El “Centauro del Norte”, como también se le conocía a Pancho Villa, fue uno de los jefes de la revolución que tomó las riendas del Estado de Chihuahua como gobernador provisional y uno de los principales promotores de la educación en México. En todo momento se debatía sobre el número de mujeres con las que se casó. Algunos aseguraban que fueron 75, pero oficialmente se tiene el registro de que lo hizo en 26 ocasiones legalmente.
En los primeros días de los festejos del aniversario luctuoso, se hicieron presentaciones artísticas y musicales, con corridos sobre caballos y aspectos de la Revolución Mexicana. También proyectaron películas de principios del siglo XX, en las que destacaron las acciones heroicas en contra de los grandes terratenientes y el caciquismo que existía por la desigualdad económica creada por el dictador Profirió Díaz.
Lo extraordinario de los festejos fue el arribo simultáneo de las cabalgatas villistas, que acudieron sin parar de diferentes regiones del estado de Chihuahua y otras comunidades del territorio nacional, a fin de rendirle los honores correspondientes.
La fiesta popular se realizó durante varios días, donde actores locales y regionales pusieron de manifiesto las hazañas del General y sus hombres en contra de las tropas del Gobierno, además de la participación activa de la mujer de esa época.
Se dijo que la mayoría de los hombres portaban botas de cuero, carrilleras al pecho, fusil en mano y el respectivo sombrero, mismos que estuvieron acompañados siempre por sus mujeres en los campos de batalla: Algunas veces preparando los alimentos y en otras cargando los fusiles de combate.
César Horacio Duarte Jáquez, gobernador del estado de Chihuahua, encabezó la Cabalgata Villista desde la capital del estado, acompañado de su esposa, Bertha Gómez; el presidente municipal de Hidalgo del Parral, Miguel Jurado Contreras; funcionarios estatales y municipales.
Al menos diez mil hombres a caballo procedentes de diversos municipios del territorio chihuahuense dieron rienda suelta a sus habilidades y destrezas con algunas suertes de charrería, conforme se fueron integrando al contingente, escuchaban música regional, banda y corridos de caballos. Los jinetes, procedentes de rancherías y comunidades rurales de Querétaro, San Luis Potosí, Estado de México, Sonora, Baja California, Hidalgo, Durango y Coahuila, se unieron a la Cabalgata Villista de los chihuahuenses en Hidalgo del Parra, en donde concluyeron con un desfile y recorrido por la ciudad.
Conforme arribaban los jinetes, se brindaba la atención médica correspondiente. Toda vez que tenían más de dos semanas cabalgando desde comunidades ubicadas hasta 450 kilómetros de distancia, como Ciudad Juárez y Ojinaga. Los jinetes más afortunados se trasladaron de otras regiones más cercanas ubicadas en la Sierra Tarahumara. Cabalgaron por veredas y caminos, para posteriormente incorporarse en el trayecto a otros cabalgantes que se dirigían a Hidalgo del Parral.
La Gran Cabalgata Villista, que anualmente se lleva a cabo para conmemorar la fundación de Hidalgo del Parral y a la vez un aniversario más de la muerte del General de División Francisco Villa, la Presidencia Municipal de Parral en coordinación con el Instituto Chihuahuense de la Cultura y el Gobierno del Estado de Chihuahua realiza simultáneamente las Jornadas Villistas con presentaciones artísticas y espectáculos en vivo.
Cabe hacer mención que en esta ocasión se hizo en memoria del creador de las Cabalgatas Villistas, el ex Senador de la República José Socorro Salcido, quien falleció días previos al evento. Este es el 92º aniversario luctuoso de “Pancho Villa”, el Centauro del Norte, quien junto con sus hombres, realizaron el movimiento armado de 1910 en el Estado de Chihuahua.
En las Jornadas Villistas se enfatiza las escaramuzas, ataques sorpresivos y escapes que realizaron a caballo heroicamente los revolucionarios villistas. Sin embargo, en la escenificación del asesinato de Pancho Villa se hace una remembranza histórica en vivo y a todo color.
Esta puesta en escena es en torno a la figura de Francisco Villa, los últimos momentos de su vida, justo en el momento en que es sorprendido en una emboscada por más de 50 hombres en la zona centro de la ciudad de Hidalgo del Parral. La participación actoral de más de 300 persona, dio realce a la muerte y acribillamiento de uno de los personajes más representativos de México, ya que Pancho Villa es asesinado de nueva cuenta en el mismo lugar donde lo hicieron hace 92 años.
La escenificación de la muerte de Villa conmocionó a propios y extraños al escucharse las detonaciones de armas de fuego, que impactaron en más de 15 ocasiones en los cuerpos de quienes acompañaban a Villa.
Se hizo referencia a que durante tres años consecutivos, Pancho Villa viajaba frecuentemente de Hidalgo del Parral hacia su Hacienda de Canutillo. Sin embargo, a las 8:30 de la mañana del 20 de julio de 1923, fue asesinado en una emboscada por sujetos desconocidos. Alrededor de 50 sujetos que se encontraban ocultos entre algunas casas y negocios esperando tenerlo en la mira, esperaban pacientemente el arribo del General para dispararle sorpresivamente.
José Doroteo Arango Arámbula, a quien llamaban Francisco Villa, Iba a bordo de un carro Marca Dodge Brothers modelo 1922, acompañado de su secretario Miguel Trillo y una escolta de cuatro hombres. En la plaza central de la zona centro, al dar la vuelta en una esquina, una cuadra más adelante, fue acribillado junto con sus hombres, después de que un hombre alertó a quienes le tenían preparada la emboscada.
El carro al impactarse estrepitosamente contra un poste telefónico mostraba el cuerpo de Villa bañado en sangre junto con su secretario, mientras que uno de los escoltas que intentó refugiarse bajo el Dodge falleció minutos después de la balacera. En tanto, los otros tres escoltas respondieron el fuego y lograron salvar sus vidas.