Tras años de espera y casi dos décadas después de que su homólogo masculino saliese al mercado, el mundo se despertaba con la noticia de que el comité de asesores de la Administración para los Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU había dado, por fin, el visto bueno a la comercialización del medicamento flibanserina, más conocida ya como la “viagra femenina”.
Al igual que la masculina, que se descubrió mientra se buscaba un fármaco para la cura de dolencias cardíacas, la flibanserina en un principio se diseñó para el tratamiento de las depresiones, ya que su función es la de elevar los niveles de epinefrina y dopamina en el organismo a la vez que disminuye la serotonina, lo que, según los estudios, aumenta el deseo sexual entre las mujeres.
Tras dos intentos fallidos, parece ser que por fin se ha logrado que este medicamento pueda comercializarse en breve, convirtiéndose así en el primer fármaco que trate la falta de deseo entre las mujeres, mientra en el mercado podemos encontrar hasta veintiséis medicamentos diferentes para los hombres.
Determinados sectores feministas acusaban a la FDA de tener un comportamiento machista ante este fármaco. Las dos negativas anteriores, en 2010 y en 2013, se basaban en los efectos secundarios que provoca este nuevo fármaco, entre los que se encuentran hipotensión arterial, náuseas, somnolencia diurna e insomnio, aunque también es cierto que la viagra puede producir asimismo una gran cantidad de efectos adversos y sin embargo cuenta con la aprobación de este organismo desde 1996.
Tras la negativa de 2013, varias campañas inundaron los medios Women Deserve y Even the Score, en los que se hacia bandera del 26-0, en referencia a los fármacos para disfunciones sexuales que ya existen en el mercado, todos destinados a los hombres y que fueron encabezadas por Cindy Whitehead, CEO de Sprout Pharmaceutics, la empresa que comercializa la flibanserina, en las que se acusa a la FDA de pretender frenar la sexualidad femenina.
Aunque según los estudio este medicamento si que parece que aumenta el deseo sexual en las mujeres, es cierto que el sobrenombre de “viagra femenina” no se ajusta del todo a la realidad. La fiblanserina se presenta como el remedio en contra del desorden de hipoactividad del deseo sexual femenino. Las personas que padecen esta condición asegura que desean intimidad física pero que han perdido su apetito sexual. Sin embargo, la viagra funciona en la parte más mecánica de la disfunción erectil, es un medicamento que interviene en la parte biológica.
El funcionamiento de este nuevo fármaco afecta más a la química cerebral de la mujer, por lo que no siempre se puede asegurar que funcione ya que en la mujer son muchas las posibles causas de la falta de deseo y no siempre son fisiológicas. Pero la flibanserina puede ser muy útil con el asesoramiento adecuado o acompañado de una terapia sexual.
Ahora que el medicamento cuenta con el aprobado de la FDA, no tardará mucho en llegar a comercializarse y veremos si supone una revolución sexual similar a la que tuvo lugar con la salida al mercado de la píldora anticonceptiva.