Una de las cosas para hacer estando de turismo por Cardiff es visitar el Millennium Centre con guía. Una característica típica de los guías en Reino Unido es que cada uno cuenta lo que sabe, así que dependiendo del profesional de turno uno se enterará de unas cosas u otras.
Para empezar, el Millennium Centre se construyó en 2004 con las condiciones de ser típicamente galés y reconocible por todo el mundo. Con estas restricciones, el arquitecto Jonathan Adams decidió hacer el edificio con la forma de la parte de atrás de un barco entre dos colinas y enteramente con materiales galeses. Debajo del barco hay cristal, que quiere indicar el mar, y tiene una línea blanca que es la costa galesa. En realidad está ahí para que la gente no se la pegue contra el cristal, aunque a veces no funciona muy bien. Las columnas de dentro imitan el patrón del carbón y terminan en unas luces que según un guía semejan las lámparas de los mineros y, según otro, flores fosilizadas. Esto es porque la mayor industria de gales es el carbón. Además de estas luces hay bombillitas dispersas por el techo, lo que está pensado para que parezcan estrellas y para que no se note si se funde una. Lo único en el centro que no es galés es la alfombra, que es escocesa porque no había fabricante en Gales que pudiese hacer una tan grande.
En la fachada hay unos versos en galés y en inglés que se intercalan y no significan lo mismo, compuestos por la poetisa Gwyneth Lewis (galesa, por si no se le ve en el nombre). La inscripción en inglés dice así: “In these stones, horizons sing” (En estas piedras los horizontes cantan) y la inscripción en galés “Creu Gwir Fel Gwydr o Ffwrnais Awen” (Creando verdad como el cristal en el horno de la inspiración).
El Millennium Centre no es un teatro propiamente dicho, sino un centro de cultura y alberga a la orquesta de la BBC galesa (que graba, entre otras cosas, la banda sonora de Sherlock), un par de asociaciones para gente con discapacidad (de comunicación a través de la música y del teatro) y la Welsh National Opera. Otra de las condiciones con las que se construyó este centro fue precisamente la de que albergara a la Welsh National Opera, que antes estaba un poco desperdigada y sin sitio para ensayar.
Una de las características del centro es que no hace sus propias producciones sino que recibe producciones de otros sitios, lo que hace que tenga una gran variedad de musicales, espectáculos de hielo, ballets etc. Y que las óperas vengan de tres en tres. Es decir, que en el tiempo que están las óperas en gales las representan las tres una vez por semana. Eso está muy bien cuando traen trilogías, por ejemplo la trilogía Tudor de Donizetti (Anna Bolena, María Stuarda y Roberto Devereux).
El centro posee dos teatros, el Donald Gordon (que se llama así porque el susodicho Donald Gordon donó 10 millones al centro en su construcción) y el Weston Studio. El Donald Gordon posee capacidad para 1897 personas más o menos. Más o menos porque dependiendo del espectáculo se pueden quitar dos, tres o siete filas de asientos para dejar espacio para el foso de la orquesta. Las paredes están recubiertas de ladrillos torcidos y salidos para que rebote el sonido en representaciones de ópera. Si no interesa que rebote el sonido, por ejemplo en musicales que llevan micrófono, se pueden cubrir con paneles negros. Los asientos están llenos de agujeros por debajo para que la acústica sea la misma con gente que sin gente. O eso dicen. El escenario mide 32 x 32m, lo mismo que el mostrador de la entrada (que mide 32m de largo, de ancho bastante menos), que dicho sea de paso se ha usado como mostrador de aeropuerto en rodajes de películas porque es muy difícil conseguir permiso para filmar en aeropuertos.
El escenario es plano y las butacas están inclinadas, lo que llena de orgullo al pueblo galés. Por lo visto hay teatros que tienen el escenario inclinado y las butacas planas. Me pregunto a quién se le habrá ocurrido eso. Un detalle muy curioso es que los palcos de encima del escenario no salen a la venta porque no se ve ni torta. Además se pueden mover para dejar sitio en el escenario. Y aunque se supone que todas las butacas tienen la misma visibilidad, hay butacas desde las que se ve menos, y todas ellas se venden como visibilidad reducida aunque sea una de una fila. Y si la barandilla no deja ver, también es visibilidad reducida. Como molan los galeses.
Además de ver la parte de delante del centro, el guía les llevará entre bastidores y podrá uno ver los camerinos del coro y, si hay suerte y un guía simpático, alguno individual. Tras investigar un poco por el laberinto de pasillos que hay por detrás (y en los que se ha rodado algún episodio de Doctor Who), puede que les lleven directamente detrás del escenario a ver las salas de ensayo. Las salas de ensayo son tres, con las mismas dimensiones que el escenario y se supone que con la misma acústica. Además, las puertas son tan grandes que pueden meter y sacar los decorados sin desmontarlos y llevarlos directamente al escenario, que está a dos pasos. Si tienen suerte, podrán ver un decorado montado en una de estas salas, pero dadas las producciones actuales es imposible reconocer la opera. A una de estas salas se le pueden extender unas gradas y convertirla en el Weston Studio, donde se hacen cosas como espectáculos de circo u obras más pequeñas.
Además de los dos grandes teatros, el centro posee un pequeño escenario en el vestíbulo donde se dan representaciones gratuitas musicales casi todos los días y presentan un entretenimiento los domingos. Y por si fuera poco, el centro también alberga un pasillo de exposiciones, dos cafés y una tienda. Cuando los galeses deciden construir un centro cultural, no se quedan cortos.