El primer texto donde se menciona al relámpago del Catatumbo fue el poema épico La Dragontea del gran poeta español Lope de Vega, publicado en 1597, donde relata la derrota del pirata inglés Francis Drake por el alcalde de Nombre de Dios, Diego Suárez de Amaya. Posteriormente, el geógrafo italiano Agustín Codazzi lo definió como un "relámpago continuado que parece surgir del río Zulia y sus alrededores".
La explicación científica no está muy lejos de la simple y sencilla perspectiva del señor Codazzi o cualquier otro ciudadano común; En un principio es llamado “El relámpago del Catatumbo”. Esto ocurre porque avistándose desde lejos las distintas tormentas dan la impresión de ser una sola, pero la realidad es que este fenómeno natural es el conjunto de varios relámpagos de unas 250 descargas por kilómetro cuadrado al año. Estos ocurren aproximadamente unas 160 noches anualmente en toda la cuenca del Lago de Maracaibo, en el occidente de Venezuela.
Un estudio de la Agencia Espacial estadounidense (NASA) realizado entre 1998 y 2010, fue el impulsor para que el pasado año 2014, la organización internacional Guinness World Récords otorgará el merecido reconocimiento a este fenómeno natural que se registra en el Zulia, porque produce el mayor promedio mundial de relámpagos. Dicho reconocimiento fue recibido por Erick Quiroga, ambientalista venezolano conocedor de este patrimonio natural y promotor del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Cabe destacar que para este año 2015, el Relámpago del Catatumbo se encuentra nuevamente en el libro de referencia publicado anualmente desde 1955 que contiene una colección de récords mundiales, tanto en los logros humanos como del mundo natural.
Las preguntas más comunes que surgen por lo general son cómo ocurre este fenómeno y por qué ocurre en este lugar. La respuesta científica a estas preguntas las tomé del Centro de Modelado Científico (CMC) de la Universidad del Zulia – Venezuela: “La presencia de metano en las nubes bajas de la región, favorecida por la circulación cerrada de vientos y por enormes extensiones de pantanos (cerca de 300.000 hectáreas) permite explicar la microfísica de las descargas gaseosas (relámpago o fluorescencia y rayos o descargas de arco nube-nube) y el mecanismo de autopolarización eléctrica de la nube”.
Las tormentas eléctricas generan una cantidad elevada de ozono y, como lo menciono anteriormente, son los relámpagos del Catatumbo los que registran la mayor densidad de descargas eléctricas en todo el mundo, produciendo un estimado del 10% de ozono en el planeta. A pesar de esto, según las actuales investigaciones del CMC, la velocidad promedio de ascensión de un glóbulo de aire es de unos 20-30 metros por día y el tiempo típico que le tomaría a este glóbulo ascender desde la parte alta de la tropósfera hasta la altura de la capa de ozono se estima en por lo menos seis meses. Sin embargo, el tiempo de vida promedio del ozono que se produce por las descargas eléctricas es tan solo de horas, por lo que no está claro cómo los Relámpagos del Catatumbo pueden regenerar la capa de ozono.
Particularmente considero que estos fenómenos electro-atmosférico, como lo hace por lo general la madre naturaleza, pueden irrumpir sin previo aviso y sorprender a todos con un giro inesperado en su condición y cambiar por completo el orden de los resultados de las investigaciones realizadas hasta el momento por los profesionales en el área, y que ese vuelco permita la posibilidad de la regeneración de la capa de ozono del planeta de forma natural, regala una prominencia de esperanza para la humanidad.