Se van acercando las vacaciones y muchos de los que son aficionados a los viajes, empiezan a buscar, mirar destinos e interesarse por otros lugares a los que nunca hubieran soñado ir y que ahora tienen la posibilidad. Sin embargo, ¿dónde viajar?
Es una pregunta que muchos se hacen y, en realidad, poco importa la respuesta, ya que cada destino es distinto y tiene múltiples atractivos. Lo que sí debe tener en cuenta el viajero es una serie de premisas para descubrir el lugar en su totalidad, sin ningún tipo de tapujo, y disfrutar de la experiencia al máximo.
- Ir con la mente abierta. Es, según indican los expertos, uno de los puntos esenciales si se quiere entrar de lleno en el país y conocerlo a fondo. Hay que tener en cuenta que, muy pocas veces, el destino elegido se va a parecer a nuestra cultura. Por ello, y para volver con la sensación de haber vivido una experiencia completa, hay que tener una disposición abierta para entender mejor la cultura a la que uno se va a enfrentar.
- Impregnarse de la cultura y las costumbres del destino. Muchas veces, visitar el país en grupo con un viaje organizado puede ser hasta contraproducente. Se debe, principalmente, a que el visitante dispone de menos tiempo de observación para ver cómo viven y se relacionan las gentes del lugar de destino. Otra de las propuestas es contratar un guía local, que pueda acercar al viajero con la sociedad y las costumbres autóctonas.
- Saborear el viaje. Bien es cierto que uno de los principales problemas que acarrean los viajes son los intestinales. Muchas veces, el turista no está acostumbrado a los sabores y platos típicos de la región que se visita. No obstante, hay que hacer un esfuerzo por intentar hacerse al país y degustarlos. Un consejo: el agua, mejor beberla embotellada (por lo que pudiera pasar) y llevar algún tipo de protector estomacal.
- Los viajes no solo son monumentos, también momentos. Hay muchas personas que se ‘obsesionan’ cuando salen de casa a visitar un país nuevo y creen que tienen que verlo ‘todo’. En primer lugar, verlo todo es imposible. Siempre habrá una iglesia, parque o santuario que se quedará sin visitar. Por ese motivo, hay muchas veces en las que es preferible permanecer en el lugar en el que se esté y disfrutar de una puesta de sol o de una charla con gente que acabas de conocer. Esos son los momentos que, sin ninguna duda, a la vuelta, más se valorarán.
- Volver es una opción. Quizá muchos no se la planteen, porque son de la concepción de que hay muchos más destinos y repetir siempre el mismo puede ser pesado. Sin embargo, hay lugares que son asequibles siempre y qie, pese a haberlos visto, merecen la pena ser visitados y explorados de nuevo.