Luces, petardos, fuego y acción! Señoras y señores… ¡comienzan las Fallas de Valencia! La ciudad ya está preparada para el gran espectáculo.
Para los más despistados, estoy hablando de una festividad con una arraigada tradición en Valencia en honor a San José, patrón de los carpinteros. Se celebra cada año entre los últimos latigazos del invierno y la esperada avenida de la primavera, donde la ciudad se convierte en un carnaval de hogueras, fiesta, fuegos artificiales y una buena dosis de sátira.
¿Qué os vais a encontrar en Valencia durante estos días? Fácil respuesta: vais a despertar vuestros cinco sentidos y los vais a explotar al máximo!
La primera impresión se la lleva el sentido del olfato. Nada más pisar la ciudad se siente una mezcla de olores tan tradicionales como los de los buñuelos, los churros y la omnipresente pólvora. Una mezcla inconfundible y característica de la ciudad en esta época del año, un olor que recordarás siempre por ser único e irrepetible.
Luego, andando por las calles engalanadas de luz y color, aparece en acción el sentido de la vista. En cada esquina vas a encontrar los famosos y coloridos “ninots”, figuras gigantes de cartón piedra que pueden llegar a medir más de 30 metros de altura. Cada monumento satiriza de alguna manera tanto a figuras políticas y públicas como a las criaturas más divertidas del cine y la televisión o a los ídolos deportivos. Figuras con toques grotescos, juguetones y encantadores, llenos de imaginación, con más de un año de trabajo por detrás y que tendrán un final desolador el último día de fallas: durante la “Nit de la cremà” las luces de las calles se apagan y a los ninots se les prende fuego a las 12 en punto de la noche. Valencia se convierte en este momento en algo equiparable al Gran Incendio de Roma: una ciudad en llamas.
Otro evento importante es el de la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, una hermosa ceremonia en honor a la patrona de Valencia. Miles de falleras y falleros llegan a la ciudad desde todos los rincones de la comunidad para tomar las calles vestidos con los trajes tradicionales y acompañados del ritmo de sus bandas de música, abriéndose camino a la Plaza de la Virgen para ofrecer los ramos de flores que recubrirán la capa de la imagen gigante de la Virgen.
Este paseo por las calles de Valencia deberá tener una pausa para acudir al evento encargado del divertimento del oído. Este evento no es otro que aquel que se celebra cada medio día en la Plaza del Ayuntamiento. Allí se reúnen todos los valencianos y visitantes para presenciar la mascletà, el disparo pirotécnico más ruidoso de las fiestas donde los petardos retumban en los edificios y en los tímpanos de los allí presentes. Se trata de un concierto de pólvora que se puede igualar al efecto de un terremoto. Evento apto para valientes que conseguiría ponerte los pelos de punta a cualquiera.
Después de la mascletà, toca el momento de recuperar fuerzas con buena gastronomía. Y, como es bien sabido, Valencia es el epicentro de la Paella. En esta comunidad se cocinan las mejores y más tradicionales, así que no puedes dejar de probar el plato típico, un privilegio para el sentido del gusto. Acompañado de una ensalada mediterránea y una sangría bien fresca en una de las terrazas del centro. Un manjar tradicional imprescindible en las Fallas.
Cuando cae la noche la fiesta continúa en la calle, ya que todos los casales falleros tienen verbena al aire libre en la que todos son bienvenidos. Así que daos un paseo, es hora de bailar al ritmo de la música en directo y cerrar un dia fallero perfecto.
Mi particular recomendación como buena valenciana es que os dejéis llevar por la música en cada rincón de la ciudad, que el olor a pólvora sea vuestro perfume durante estos días, abrid los ojos para no perder detalle de los casi 800 monumentos que convierten las calles en la exposición artística/crítica más impactante que se pueda contemplar, compartid vuestra ilusión por la fiesta con los muchos visitantes que se acercarán a la tierra de la naranja para comprobar en primera persona que las fallas son más que una fiesta: son una forma de vida. Las Fallas 2015 están aquí, han llegado. Hay que aparcar los problemas de la vida cotidiana para disfrutar del calorcito y el ambiente de Valencia en estos días.
Y ahora sí... Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà!