En términos biográficos: (y en estilo telegráfico para ahorrar espacio). Claudio Schuftan, chileno, medico pediatra (Universidad de Chile) y salubrista, casado desde hace mas de 50 años con vietnamita, un hijo ginecólogo; quinquelingüe.
Dejé Chile el 13 de enero 1974, pocos meses después del golpe (sobra comentario), con destino a Nashville, 3 años en Meharry Medical College, programa de formación en salud materno-infantil de enfermeras y matronas provenientes de África. Primer viaje a África, 1975 (5 países a reclutar estudiantes para el programa).
En 1978 me traslado a Nueva Orleans a la Escuela de Salud Publica de Tulane como docente en salud internacional y nutrición. Durante ese periodo de 10 años, un año residente en Camerún trabajando en planificación nutricional. Vuelta a New Orleans y completo múltiples consultorías en África.
En 1988, Tulane me mandan a Nairobi por 2 años a trabajar en el Ministerio de Salud en un programa de descentralización del sistema de salud a los distritos. Terminado esto, decidimos no volver a Tulane y nos quedamos 7 años en Kenia; más consultorías (un total de 21 países del continente africano).
En 1995, decidimos venirnos a Vietnam. Trabajé 3 años en el Ministerio de Salud en Hanói ayudando a organizar una unidad de salud primaria. Terminado eso decidimos quedarnos … y ya llevamos 29 años aquí.
En 2003, dejamos Hanói para radicarnos en Ciudad Ho Chi Minh. Me nombran Cónsul Honorario de Chile en esta ciudad (aun lo soy). Siguen mas consultorías en todo el mundo … en total son 56 misiones (En resumen, sobre esto: he sido un mercenario, arriendo mi saber). Pero basta de esto un poco geo-biográfico.
En términos de activismo:
De 1998 al 2000, trabajo con un grupo global de activistas preparando en el año 2000 la 1ª Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos —que al año siguiente se convierte en Movimiento.MSP. Trabajé más de 15 años en el comité de gestión. Ahora tenemos presencia en mas de 70 países. Me interesé en profundizar aspectos del derecho a la salud y, en 2007, comencé a publicar un blog semanal en ingles sobre derechos humanos: The Human Rights Reader. Ya van 750 números de ellos con +/- 2000 lectores. Readers. Selecciones futuras de estos blogs, empezaré a compartir con Uds en Meer.
En términos académicos: He sido docente, alcanzando el nivel de profesor asociado y tengo un poco más de 100 publicaciones (peer reviewed) en revistas científicas y acabo de publicar con Howard Waitzkin un libro bilingüe ingles-español titulado: Moving Human Rights Beyond Capitalism/Llevar Los derechos humanos más allá del capitalismo.
En términos ideológicos:
Militante de la vida, anti-neoliberalismo y socialista, aunque critico de los partidos e individuos que así, hoy en día, se denominan y consideran.
En términos de lo que me preocupa: El mundo esta peorcito cada año que pasa (o ¿mes?). Pero las y los condenados/as de la tierra han sido abusados/as y aplastados/as desde tiempos inmemoriales. Quiero aquí compartir algo que me toca muy de cerca —y que comienza con una corta historia:
Por ahí por 1969, cuando estaba en mi internado de medicina, participaba dos veces por semana en actividades vespertinas del Centro de Antropología Medica que quedaba cerca del hospital. La carrera tan biomédica y tan poco social dejaba un vacío en lo que deseaba para mi formación. El Centro me daba ese complemento. Fuera de discusiones políticas, hablábamos de filosofía, sociología, por supuesto antropología y literatura incluyendo poesía. Un día, Beco, uno de los del staff, trajo un texto mimeografiado con poesías de jóvenes poetas venezolanos. Comenzó a leernos y nos guardó para el final un poema que el quería que discutiéramos.
Se llamaba Rosalía. Con su voz grave, Beco leyó lentamente, se hizo un silencio absoluto. En la discusión, nos dijo que no tenia idea de quien era el autor, a pesar de tener su nombre. Rosalía me quedo dando vueltas en la cabeza. La compartí (antes de la internet) con cuanta persona yo sabia lo apreciaría. Luego me aboque a traducir Rosalía al ingles tratando duramente de guardar el sentido poético.—mas personas con quien compartir.
Desde entonces, he usado la poesía en varias reuniones, seminarios y congresos, siempre seguida de un silencio introspectivo. En esta, mi presentación, quiero compartir Rosalía con Uds. y, debo decir que aun no se quien fue o es el venezolano Orlando León –no por no haber tratado.
Rosalía Sánchez tiene siete niños
Y doce enfermedades, tres abortos
y un tugurio y basura para fruición de un sociólogo.
Rosalía tiene veintisiete años, cien años, quinientos años.
Rosalía necesita desde hace treinta años, cien años, quinientos años:Comer.
¿Quién quiere comprar la maquina de comer de Rosalía?
¿Quien quiere comprar quinientos años, quinientas Rosalías,
no deteniéndose técnicamente en los quinquenios?
Rosalía es una criada que tuvo una vez un policía,
que tuvo una vez un peón, que tuvo una vez un niño,
siete veces un niño. Rosalía es de hueso y carne
lo mismo que una vaca, que una gallina,
pero sin potrero, sin corral.¡Hierba para Rosalía! ¡Maíz para Rosalía!
Hace quinientos, mil, doce mil años, desde los tiempos de Ur y de Uruk,
Rosalía quiere maíz. Cuando pintaban en la cueva de Altamira,
Rosalía tenia veinte años, tres niños y brillaba la luna.Rosalía siempre ha tenido tres niños, veinte años, un aborto,
y brillaba la luna.
Embarazada, Rosalía vive bajo un puente.
Yo veo a Rosalía. Rosalía tiene suerte de vivir. en un mundo organizado.Rosalía llena formularios para pedir una casita,
Rosalía hace colas en el Ministerio de Salud Publica,
Colas de cinco horas, con un niño meado entre los brazos.El Presidente dice: “ningún ciudadano...”, etc.
¡Rosalía vive en un mundo organizado!Hay una Constitución, los Derechos Humanos,
la prostitución, la Iglesia.Pero si Rosalía no tiene para comerse una galleta,
¿cómo va a entender el palpitar de la nevera?
¿Mojar en leche un automóvil?
Tendida en un sofá, ¿mover el tocadiscos?
¿Y esto es civilización? Ahora que Rosalía no puede
exprimir, a las cinco de la tarde, ¿un Jazz en te?¡Rosalía tiene que vivir en un mundo organizado!
Ya vamos a llegar a la luna; te escribiré desde la luna, amor.
Patatas en fotosíntesis, claveles en fotosíntesis, rosas en fotosíntesis.
Por un químico huerto volaran las libélulas.Pero Rosalía tiene siete niños en plena civilización,
Una civilización metafísica que no puede resolverle
el problema a Rosalía.Los años que hace que Rosalía anda con sus niños
de mierda en mierda, de constitución en constitución,
¡de Dios en Dios!
Rosalía tiene veinte años, cien años, veintisiete mil años.
Rosalía tiene mierda en el sueño.
Rosalía sueña con mierda.
Pero la mierda no es ella.
En homenaje a Beco Beytelman que me enseño’ este poema en Chile en mis jóvenes e impresionables años de estudiante de medicina.
Schuftan@gmail.com