Del 11 julio al 20 octubre de 2024, el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), en colaboración con la National Portrait Gallery de Londres, ofrece una gran exposición retrospectiva de la obra de dos de las fotógrafas más significativas de la historia del arte: Julia Margaret Cameron (1815-1879) y Francesca Woodman (1958-1981). La exposición, que reúne por primera vez sus obras en una muestra de esta envergadura, se mostró entre marzo y junio en la National Portrait Gallery, en el Reino Unido y se exhibe ahora en España, en el IVAM, con más de 140 fotografías de época procedentes sobre todo de relevantes museos internacionales y también de coleccionistas privados. La exposición incluye alrededor de 100 obras de Woodman y 40 de Cameron, que abarcan toda la carrera de ambas fotógrafas, que vivieron y trabajaron con un siglo de diferencia.
Francesca Woodman y Julia Margaret Cameron: Retratos para soñar propone una nueva mirada hacia estas dos artistas, alejándose del énfasis biográfico en el que a menudo se ha centrado el estudio de su obra. La exposición desafía este enfoque en su insistencia por experimentar la impresión física, con las fotografías de Woodman y Cameron como punto de partida para el análisis de su obra. Ninguna de las dos artistas buscaba la perfección técnica en sus trabajos, sino que estos eran un aspecto dinámico y esencial de su proceso creativo utilizado para explorar y ampliar las posibilidades de la creación de imágenes fotográficas.
Tras un largo periodo de investigación de la comisaria, Magdalene Keaney, se han seleccionado obras de Julia Margaret Cameron para su préstamo procedentes de algunos de los principales museos del mundo; el Victoria and Albert Museum, de Londres; el National Science and Media Museum, de Bradford; el Ashmolean Museum, de Oxford; además de obras de la colección de la National Portrait Gallery, de Londres. Los retratos realizados por Francesca Woodman, algunos de los cuales nunca antes se habían visto en el Reino Unido, han sido cedidos por la Woodman Family Foundation de Nueva York, que ha colaborado estrechamente en la realización de la exposición y el catálogo que la acompaña.
El título de la exposición, Retratos para soñar, sugiere que, vistas una al lado de la otra, ambas artistas conjuran un estado onírico dentro de su obra como parte de su exploración compartida de la apariencia, la identidad, la musa, el género y los arquetipos. El título de la exposición procede de una observación de Woodman según la cual las fotografías podrían ser «lugares donde el espectador puede soñar». Tanto Woodman como Cameron produjeron obras profundamente arraigadas en la mitología y la narración de historias, y cada una hizo retratos de sus allegados para representar dichas historias. Además, ambas mujeres exploraron el retrato más allá de su capacidad para plasmar la realidad.
Con un planteamiento temático, los visitantes conocerán la obra de Woodman y Cameron avanzando y retrocediendo en el tiempo entre el siglo xix y el xx; y también dentro del lapso relativamente corto de años que cada artista estuvo en activo (ninguna trabajó más de quince años). La exposición se divide en los siguientes ámbitos: Declaración de intenciones y reivindicación del espacio; Ángeles y seres de otro mundo; Mitología; Dobles; Naturaleza y feminidad; Cariátides y la forma clásica; Modelos y musas; y Hombres.
Entre las principales obras expuestas se incluye las primeras incursiones de ambas artistas en el mundo fotográfico, cuando empezaron a retratar con una mirada singular y a labrarse un estilo propio. Entre estas obras se incluye el autoproclamado «primer éxito» de Cameron, un retrato de Annie Wilhemina Philpot realizado en 1864, que irá acompañado del trabajo de Woodman Self-portrait at thirteen (Autorretrato a los trece años) realizado durante unas vacaciones del verano de 1972 en Antella (Italia). Asimismo, se mostrarán fotografías que representan figuras angelicales y de otro mundo en una densa constelación con piezas de la evocadora y a menudo abstraída serie de Woodman Angel, en contraste con las representaciones más directas de Cameron de seres querúbicos y cupidos alados. Entre las fotografías imprescindibles de Francesca Woodman se incluirán Polka dots #5 de 1976 y una cuidada y completa selección de sus obras realizadas en Roma en los años 1977 y 1978. Estas fotografías de Woodman podrán verse junto a los etéreos retratos de la actriz británica Ellen Terry realizados por Cameron en 1864, como en la obra Sadness.
Otras obras definitorias de Woodman que podrán verse incluyen piezas de su último gran proyecto fotográfico, la serie Caryatid (Cariátides), en la que experimentó con grabados de diazotipos a gran escala, representándose a sí misma y a otras modelos como cariátides, figuras femeninas talladas que sustituían a las columnas en los antiguos templos griegos.
La exposición Francesca Woodman y Julia Margaret Cameron: Retratos para soñar será la primera en prestar una atención especial a los retratos de hombres realizados por Woodman, además de explorar la importancia de sus fotografías de amigos.