Durante mi niñez, en Guanacaste, provincia del norte de Costa Rica, solíamos prepararnos para los días calientes del verano, que en la cintura tropical del mundo se da en los meses de marzo y abril. La preparación era simple: sopa caliente a la hora de almuerzo para ayudar con la sudoración lo que implicaba refrescarse con mecanismos naturales del propio cuerpo y cada vez que se podía una escapada al mar o a los ríos cercanos para disfrutar de un chapuzón en compañía de los amigos bajo la sombra de frondosos árboles de Guanacaste e Higuerones. La vieja costumbre ya no será suficiente para paliar las oleadas de calor que hoy sufrimos y menos aún para las que se nos pronostican para los próximos decenios, sufriremos calores veraniegos exacerbados por el cambio climático global amenazan con deteriorar la salud y hasta con la muerte.

El 28 de Julio del 2021, The Washington Post, publicó un artículo: ¿Que hace el calor extremo al cuerpo humano? (What extreme heat does to the human body?) en él se afirmaba que «en un cierto umbral de calor y humedad, ya no es posible sudar lo suficientemente rápido para evitar el sobrecalentamiento», dijo al WAPO, el experto Radley Horton, profesor del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.

Los científicos de Columbia, han alertado que México y América Central, el Golfo Pérsico, India, Pakistán y el Sudeste Asiático se estarán acercando a este umbral antes de que finalice el siglo. La FAO recientemente publicó, que, tan solo en Centro América, unos 25 millones de personas sufren de hambre (entre las categorías de estrés por hambre y emergencia). Hambre y calor agobiante, casi resulta redundante, preguntarse por qué miles de centroamericanos tratan de migrar hacia los EE.UU. La publicación del WAPO mencionada señala que una temperatura de 35 grados Celsius acompañada de humedad, es suficientemente alta para que el cuerpo humano comience a sufrir deterioros de salud serios y en las que las funciones normales de órganos como el corazón y los riñones muestran estrés y bajo períodos largos pueden llegar a colapsar tratando de evitar el sobrecalentamiento del cuerpo.

Si observamos el Mapamundi publicado por Berkely, sobre temperaturas y humedad extrema, México y todos los países de Centroamérica sufrirán de situaciones extremas más pronto de lo esperado. Las personas que padecen del corazón, los riñones u otras situaciones prexistentes de salud serían las primeras víctimas. Contra los embates de una naturaleza desbalanceada por la acción del hombre, hay pocos remedios: a nivel individual, quizá para los más afortunados usar más aire acondicionado y a nivel colectivo plantar árboles, para sombra en las ciudades, ofrecer más fuentes de agua en sitios públicos y por supuesto la verdadera medicina: combatir a nivel global el cambio climático dejando de usar los combustibles fósiles y sustituirles por opciones como el hidrogeno verde. ¿De cuánto tiempo disponemos?


China
Calor extremo a nivel global observado (The Washington Post, julio 28 de 2021).

Las olas de calor serán usuales y se dispararán para el 2033

En medio de una oleada de calor en Europa y EE.UU., semanas antes de que llegue el verano 2022, el ciudadano medio ha comenzado a interesarse en el tema, y aunque aún no ve mucha relación con el cambio climático, comienza a hacerse evidente para todos, que los ciclos de la naturaleza están desbordados. Las oleadas de calor y otras consecuencias inmediatas están a la vuelta de la esquina.

El pasado 20 de junio del 2022, el Dr. Robert Rohde, científico líder del Berkely Earth, publicó en las redes sociales, un gráfico que presentamos a continuación. En el cual proyecta que para el 2033 el mundo habría incrementado en 1.5 grados Celsius la temperatura promedio y en 2 grados para el 2059. Como recordarán 1.5 grados es la meta principal del Acuerdo de Parias para el clima y 2 grados es el incremento máximo que la humanidad podría administrar sin enfrentarse a un colapso social, económico y ambiental.


China
Anomalías de las temperaturas globales en relación con el promedio de 1850-1900 (Berkely Earth, 20 de junio de 2022).

Finalmente, las olas de calor se volverán más frecuentes y de mayor intensidad, tal y como nos lo han venido anunciando los científicos agrupados en el IPCC desde la Cumbre de la Tierra en Rio Janeiro en 1992. Debemos preparar nuestras casas y ciudades ya, no permitamos que el calor convierta en realidad la novela de Gabriel Garcia Márquez, aquella de Una muerte anunciada. Si no actuamos, las personas que viven en las calles, los adultos mayores y aquellos con enfermedades del corazón y los riñones, serían las primeras víctimas de los calores infernales que se nos vienen ya para el año 2033.