Aunque su reclamo turístico más famoso es la pasarela de cristal, y su terraza con vistas de 360 º, todos los rincones de este maravilloso hotel son un guiño de excepción al Edificio España original que se construyó entre 1948 y 1953, con motivo de la visita a España del presidente de EEUU, «Ike» Eisenhower, y estaba llamado a ser el más alto de Madrid.
¿Los responsables? Esta monumental construcción se alza bajo la dirección de los hermanos Julián y José María Otamendi Machimbarrena.
De este modo, todo el proyecto arquitectónico y de interiorismo ha partido de un profundo respeto por la historia del edificio.
Su estructura, toda de hormigón, permitió construir este rascacielos en distintos niveles de terrazas, siendo el rascacielos más alto no solo de Madrid, sino de Europa. Durante sus más de 60 años de vida, han disfrutado de sus estancias todo tipo de personajes: desde estrellas de Hollywood que rodaban en España hasta figuras como los arquitectos Secundino Zuazo y Manuel Cabanyes, el escultor José Planes, los pintores Daniel Vázquez Díaz, García Ochoa y Luis Pardillo y el popular barman Perico Chicote.
Su restauración ha respetado la esencia del antiguo edificio que se irguió hace más de 65 años en la capital. Dando forma a un estilo peculiar que se apoderó de todas las compañías, tiendas, restaurantes de aquella época, dar un paseo entre sus plantas es como estar en las series de actualidad como Velvet o las Chicas del Cable, ya que la estética es muy similar a la que muestran estas ficciones de gran éxito.
La puerta de entrada, las candilejas, las barandillas de las escaleras, el mármol verde o los frescos de piedra son los mismos que decoraban las paredes allá por los años 50 y 60. El hotel está lleno de guiños vintage, como una cabina de teléfono antigua y la botonera original que había en los ascensores de la época. Un mobiliario nostálgico que hace que este hotel sea digno de visitar.
Nada se ha dejado nada al azar, desde su imponente entrada flanqueada por columnas de mármol y decorada con los bajorrelieves originales, patrimonio histórico de la ciudad, hasta las impresionantes vistas desde sus habitaciones, zonas comunes y sendos sky bar: el hotel destila diseño, elegancia y solera en cada uno de sus rincones, con piezas exclusivas tanto originales como modernas.
En la actualidad el rascacielos tiene 585 habitaciones, con capacidad para unas 1.200 personas, además de un gimnasio abierto 24 horas, una piscina exterior y una azotea con vistas de la ciudad en 360 grados. Su espectacular pasarela de cristal se ha convertido en una de las imágenes obligadas para colgar en Instagram, ya que las personas fotografiadas parece que están suspendidas en el aire.
Dispone de gimnasio, piscina exterior climatizable en la planta 21, un restaurante y un lobby bar, además de dos magníficos sky bar en los que las impresionantes vistas de la ciudad son las protagonistas. El primero de ellos, De Madrid al Cielo, ocupa la planta 26 y está ambientado en la Movida Madrileña, con luces de neón en sus paredes; y el segundo, en la planta más alta del edificio, ofrece vistas de 360º a la ciudad y una espectacular pasarela de cristal que permite caminar literalmente sobre el cielo de Madrid.
Una pena que tan magna representación del estilo decorativo *art-déco lleno de auténticas joyas del diseño de interiorismo haya estado cerrada durante más de 10 años ya que a lo largo de medio siglo, la historia del Edificio España ha estado indisolublemente unida a la ciudad, siendo la imagen representativa de uno de los puntos céntricos de la capital: La Plaza España. Actualmente, su importancia le ha valido la protección de la Comisión Local de Patrimonio Histórico y un lugar especial en el imaginario de todos los madrileños. Su estructura, toda de hormigón, permitió construir este rascacielos en distintos niveles de terrazas, siendo el rascacielos más alto de Europa.